Con tu decisión y mi orientación trabajaremos para recuperar tu bienestar desde la naturopatía.
Soy naturopata y nutricionista con estudios complementarios de Quiromasaje, Iridología, Terapia Ortomolecular, Oligoterapia, Psicología del color y Aromaterapia entre otras.
Con mi experiencia y formación he podido comprobar que el equilibrio perdido se puede recuperar muchas veces de forma más sencilla de lo que pensamos. Muchas veces solo es cuestión de recuperar la visión global de uno mismo y dar los pasos adecuados.
El equilibrio del Ph de la sangre es fundamental para la vida, tanto es así que una pequeña variación puede suponer el coma o la muerte, es por eso que nuestro organismo está continuamente luchando por mantener ese equilibrio, así que debemos aprender a ponérselo fácil.
Debido al gran aumento de población con alergias y otras enfermedades más o menos graves, la cortisona se ha convertido en un medicamento clave en nuestra sociedad, pero como tantos otros medicamentos sintéticos, no está exento de controversia y daños adversos que debemos tener muy en cuenta sobre todo antes de la administración en niños y organismos débiles, ya que se relaciona el uso de estos fármacos directamente con la osteoporosis, déficit de crecimiento infantil, déficit del sistema inmune, insomnio, cataratas, gastritis, hipertensión, etc.
Los corticoides o corticoesteroides son un grupo de hormonas del grupo de los esteroides que segrega nuestro organismo de forma natural. Se producen en las glándulas suprarrenales (situadas encima de cada riñón), y su producción está controlada por una parte de nuestro cerebro llamada hipófisis. Recordemos que la hipófisis o glándula pituitaria (que depende del hipotálamo) se encarga de regular la secreción de hormonas fundamentales para nuestro organismo, como la ACTH que estimula la corteza suprarrenal para que produzca hormonas como los esteroides.
Tanto el cortisol como la cortisona son hormonas del grupo de los corticoides (esteroides), que se generan a partir del colesterol, y como hemos dicho, se forman en las glándulas suprarrenales.
Aunque cada una de estas dos hormonas tiene actividades específicas, podríamos resumir así sus funciones en nuestro organismo:
En resúmen: el cortisol (o hidrocortisol) es una hormona del grupo de los glucocorticoides que deriva del colesterol y es segregada por las glándulas suprarrenales. Actúa en casos de estrés o peligro para el organismo. Su función principal es incrementar el nivel de azúcar en sangre para propiciar que el cuerpo obtenga energía suficiente en caso de emergencia. A la vez provoca que el sistema inmune se “adormezca” con la intención de “ahorrar recursos inmunológicos” para dar una respuesta eficaz ante la amenaza que nos ataca o se intuye (irreal en caso de estrés emocional).
Sin duda, los corticoides como medicamentos han supuesto un gran avance en la medicina y su aplicación en muchos casos puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, ya que ante una crisis inflamatoria grave puede salvarnos la vida. No obstante, es un medicamento que sin una buena supervisión puede resultar peligroso y tiene muchos efectos secundarios variados por lo que deberían tomarse solo en casos de extrema necesidad, como crisis agudas, y por periodos cortos y controlados en el tiempo.
No todos los antiinflamatorios esteroideos actúan igual, ya que por ejemplo algunos medicamentos con corticoides para aliviar la rinitis aguda suelen tener un efecto más controlado y localizado que los corticoides orales, por tanto, resultan menos desequilibrantes para nuestro organismo.
Algunos medicamentos sintéticos basados en corticoides reciben el nombre de dexametasona, prednisolona, hidrocortisona o metilprednisolona.
Se utilizan para tratar alergias, dolencias inflamatorias como la artritis, afecciones de la piel de causas desconocidas como la psoriasis, enfermedades autoinmunes como el lupus, también como broncodilatador en casos de asma, como descongestionante nasal en caso sinusitis o para prevenir rechazos en transplantes de órganos, entre otras cosas.
Debemos destacar que estos medicamentos no curan, sino que neutralizan los síntomas o las molestias de la enfermedad, que pueden ser leves, moderados, graves o mortales.
Por otro lado, hemos de saber nuestro cuerpo cuenta con mecanismos de autocuración para casi todo tipo de enfermedades, ya que tenemos un sistema inmune muy evolucionado y poderoso, siempre que se cuide como es debido y se le permita actuar. “Tapar” los síntomas de una enfermedad a cualquier precio, debilitando o desequilibrando nuestro organismo, seguramente nos producirá más enfermedad a corto o largo plazo. Tengamos en cuenta también que una buena alimentación y la prevención es el mejor medicamento con el que contamos, y además existen otros métodos paliativos o curativos alternativos a la farmacopea, que si bien no actúan tan rápidamente como los corticoides sintéticos, pueden ayudarnos a sobrellevar los incómodos síntomas y a la larga protegerán nuestra salud e incluso eliminarán la enfermedad.
Los problemas con la administración de corticoides sintéticos pueden derivar tanto de su uso como de su abandono, es decir por el “efecto rebote” que causa en nuestro organismo.
Tanto la cortisona como el cortisol son hormonas necesarias y vitales en nuestro organismo, y su cantidad en sangre es regulada por un complejo sistema que controla el hipotálamo (en el cerebro). Cuando ese equilibrio se ve roto, literalmente puede ocurrir cualquier cosa con nuestras funciones corporales.
Debemos insistir en que los mecanismos de equilibrio hormonal en nuestro organismo son muy delicados, exactos y complejos, tanto que aún no se conocen bien a pesar de numerosos estudios, pero lo que está claro es que una vez se produce el desequilibrio por exceso o defecto de una hormona, volver a recuperar la armonía es muy difícil y conlleva muchos trastornos.
El 'efecto rebote' se produce porque cuando administramos corticoides de forma artificial, nuestro organismo deja de segregarlos o producirlos intentando mantener el equilibrio natural, por eso no se pueden dejar de administrar estos medicamentos “de golpe”, ya que nuestro cuerpo se vería desprovisto de estas necesarias hormonas de un momento a otro, lo que produciría graves síntomas.
En la mayoría de los casos, y dependiendo del estado de salud o la fortaleza de cada organismo, aunque vayamos disminuyendo la dosis de corticoides artificiales poco a poco siguiendo las recomendaciones médicas, se suelen sufrir efectos secundarios más o menos graves ya que ningún médico ni industria farmacéutica podrá definir con exactitud las necesidad que tiene nuestro organismo de estas hormonas en cada momento determinado, por lo que será muy fácil sobrepasar o no llegar a cubrir esas necesidades, produciéndose en consecuencia desequilibrio y enfermedad.
Hoy por hoy es muy común que los médicos receten corticoides para tratar por ejemplo dermatitis en los niños o incluso bebés. Sobra decir los riesgos que suponen para el niño estas prácticas, ya que puede alterar su sistema inmunológico por mucho tiempo, y por supuesto alterar su equilibrio hormonal por mucho que se sigan las recomendaciones médicas. Con esto no queremos decir que no existan casos realmente graves en los que la administración de corticoides esté justificada, pero desde luego no en todos los casos. Es muy común encontrarse con niños de menos de un año de edad con problemas de dermatitis, alergias o asma, a los que además se les suman otros problemas en su sistema inmunológico, problemas de crecimiento y otros tantos, derivados por los tratamientos con corticoides que se les administraron para aliviar una versión incipiente y leve de lo que tiempo después se ha convertido en un trastorno grave. Además de causarles peligrosos efectos secundarios, seguirán con dermatitis, asma o alergia (si es que no eran producidas por circunstancias puntuales), ya que el tratamiento de corticoides que se les administró no sirve para curar dichas enfermedades, solo para aliviar el picor o la inflamación que causan.
La osteoporosis está íntimamente relacionada con el uso de corticoides sintéticos, ya que estos inhiben la absorción del calcio y provocan su expulsión. Además de la osteoporosis en adultos, el consumo de corticoides tiene relación con problemas de crecimiento en niños.
El síndrome de Addison está producido por la falta de cortisol en el organismo, produce debilidad, pérdida de peso, problemas intestinales, dolor muscular, vómitos y baja presión arterial.
El síndrome de Cushing está ocasionado por el aumento de cortisol. Produce obesidad, hipertensión, diabetes, fatiga, ansiedad, trastornos de humor, estrías, “cara de luna” y fragilidad capilar.
El uso de esteroides en algunos deportistas pueden producir estas enfermedades derivadas del desequilibrio hormonal u otras neuro-psicológicas como la anorexia o la vigorexia.
Una vez más debemos insisitir en la importancia de proteger nuestra salud por encima de todo, y el equilibrio hormonal es una parte imprescindible para mantener la salud. Existen muchos métodos alternativos a los que podemos recurrir antes de tomar corticoides, no obstante, por supuesto, debemos contar con ellos en casos graves, déficit de dichas hormonas, crisis agudas o algunas intervenciones quirúrgicas; pero en ningún caso debemos recurrir a estos fármacos de forma habitual cada vez que sintamos congestión nasal, inflamación articular, problemas respiratorios ocasionales o dermatitis moderada o leve, ya que las consecuencias pueden ser desastrosas para nuestra salud.
Siempre debemos confiar en el poder de autocuración de nuestro organismo y podemos ayudarle en su tarea fortaleciéndolo o tomando por ejemplo algunas plantas medicinales excelentes, pero si sustituimos a nuestros mecanismos de defensa naturales y anulamos nuestros sistema inmunológico no haremos sino perjudicar nuestra salud quedando expuestos a nuevas enfermedades y cada vez más graves.
Vivimos en una sociedad tan enrarecida que nos empuja a pagar cantidades importantes de dinero cuando decidimos compartir nuestra vida con un perro o un gato, muchas veces apelando a nuestro miedo, capricho o desconocimiento.
Una vez tomada la importante decisión de compartir nuestra vida con animal, sopesando nuestras circunstancias y aptitudes, todos los beneficios físicos y emocionales que nos aportan los animales y responsabilizándonos de los posibles problemas que vayan surgiendo, algunas personas se plantearán ¿comprar o adoptar?.
Ante esta pregunta mucha gente tienen claro que adoptar no es una opción ya que consideran más seguro comprar, pero ¿por qué?.
Si analizamos bien esta decisión, nos daremos cuenta de que se tiene la idea equivocada de que un animal de un centro de acogida será agresivo, estará enfermo o incluso será “feo”, lo que demuestra un gran desconocimiento y una gran manipulación por parte de personas que se lucran comerciando con seres vivos, a pesar de que cientos de ellos son sacrificados cada día muy cerca de nosotros.
No somos conscientes de que el hecho de que los centros de adopción de animales estén desbordados, no es un problema de los animales, que son feos o malos, sino por un problema de las personas que abandonan, que son las que realmente suelen ser agresivas o porque no decirlo, malas.
Por lo tanto, debemos tener claro que los perros y gatos de centros de acogidas no suelen terminar ahí por su “culpa”, como se tiende a pensar, sino por haber tenido la mala suerte de caer en manos de personas irresponsables, crueles o desequilibradas.
Según palabras de Héctor Ovejero, proteccionista animal desde hace más de 8 años: 'Adoptar un perro o un gato es un ejercicio de amor hacia los animales, pero también de responsabilidad que requiere de un asesoramiento previo', es por esto que de una manera desinteresada, orienta a personas que quieren adoptar en vez de comprar. Si necesitas asesoramiento (gratuito) sobre como adoptar un perro o gato, puedes contactar con él en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Comprar un gato o un perro no te garantiza que ese animal vaya a ser más sano, más bueno ni más 'bonito' que un animal adoptado, incluso muchas veces ocurre lo contrario, ya que esas cualidades son determinadas por su educación, sus hábitos, su alimentación y su entorno equilibrado, pagues o no pagues por ese animal.
En un refugio o centro de acogida de animales encontrarás gatos y perros de todo tipo y seguro que existe más de uno perfecto para ti:
La adicción al tabaco es una de las más difíciles de tratar ya que la receta de los cigarrillos lleva años perfeccionándose para que resulten altamente adictivos, sin importar que a la vez resulten altamente nocivos.
Dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que podemos tomar en la vida porque marcará la diferencia en el 50% de los casos entre la vida o la muerte.
A la vez es una decisión difícil de llevar a cabo que requiere de toda nuestra voluntad y determinación.
Para llevar a cabo este cambio de vida con éxito necesitaremos sobre todo fortaleza mental y emocional, voluntad, controlar nuestra ansiedad y depurar nuestro organismo.
Una dieta depurativa adecuada será principalmente vegetal, muy rica en cereales integrales, frutas, verduras y hortalizas. Siempre que sea posible se han de consumir crudos o poco cocinados, ya que sino los vegetales pierden fácilmente sus vitaminas.
Sobre todo se deben consumir alimentos antioxidantes: Zanahoria, Calabaza, Tomate, Cerezas, Brócoli, Frambuesa, Uva, Té, Granada, bayas de Goji, Espirulina (muy rica en clorofila), Mora silvestre, Pimientos, Espinacas, Acerola, Arándano y Acai.
Para controlar el nerviosismo, y dependiendo del grado de ansiedad puedes recurrir a unas infusiones de Valeriana, Lavanda o Hierbaluisa que relajan ligeramente el sistema nervioso, o a una tintura de Pasiflora BIO o a la tintura de plantas relajantes Calmoplan, para un grado de ansiedad un poco mayor.
El aceite puro de Hipérico es ideal para reducir la ansiedad y mejorar el ánimo. Puede ingerirse en pequeñas cantidades (1 cucharadita al día), pero su uso habitual es externo, aplicando friegas en el pecho por ejemplo, junto con 2 ó 3 gotas de lavanda.
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Cuando se trata una adicción como el tabaquismo es muy importante desintoxicar y limpiar nuestro organismo lo antes posible, ya que un cuerpo limpio y alerta (el tabaco anula muchos de nuestros sistemas de alerta y protección), rechazará por naturaleza cualquier agente tóxico nocivo. Por eso si nuestro organismo se recupera bien, nuestra cabeza quizá nos incite a recaer, pero nuestro cuerpo reaccionará mal a la primera calada, lo que nos ayudará a mantenernos lejos del tabaco.
Productos depurativos recomendados:
La ayuda psicológica y las diferentes técnicas de psicoterapia, incluyendo la hipnosis y las terapias de neurofeedback, resultan mucho más eficaces que cualquier fármaco comercial.
Así mismo la acupuntura y terapias que nos ayuden a controlar la respiración y la ansiedad, como el yoga, el chi-kung o el tai-chi pueden ayudarnos a eliminar nuestra adición al tabaco.
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Cabe destacar que la OMS lleva años solicitando que los gobiernos controlen y eviten la venta de tabaco, pero es un negocio tan rentable que se ha convertido en uno de los pilares de las economías de muchos países, a costa de envenenar a sus consumidores en pro de una adicción mayor. Cuanta más adicción más rentabilidad y mejores serán las cifras de ventas de tabaco y medicamentos comerciales farmacéuticos para la adicción y todas las enfermedades que acarrea.
La demagogia de nuestro sistema sanitario es tal que se permite la comercialización del tabaco aún siendo causante de la muerte del 50% de sus consumidores, a pesar de que mata cada año a más de 6 millones de personas y a pesar de ser considerado el tabaquismo como una epidemia mundial causante de infinidad de muertes y además deja un rastro de enfermos crónicos a lo largo de todo el mundo. En cambio, el mismo organismo regulador que permite la venta de tabaco, reconocido como nocivo y altamente adictivo, condena el uso de otras sustancias mucho menos agresivas, por el mero hecho de resultar menos rentables para el propio sistema.
Una vez más los consumidores tenemos el control de terminar con un comercio injusto, insostenible y tan caro que lo pagamos con nuestra salud y nuestra vida. Aunque nos lo pongan muy difícil, está en nuestra mano proteger nuestra salud.
La melatonina y la serotonina son dos hormonas imprescindibles para nuestro bienestar.