Es conveniente discernir entre alergia o infección. En el caso de infección, el 95% de los casos suele ser infección vírica y cursa con más síntomas además de la mucosidad: fiebre o febrícula, malestar general, dolor abdominal, dolor de garganta, dolor de cabeza, escalofríos, mucosidad espesa, tos etc. En el caso de la alergia los síntomas suelen ser casi exclusivamente mucosidad e inflamación de las vías respiratorias (asma o rinitis). En ambos casos existen varios tratamientos naturales para la tos y el exceso de mucosidad que vamos a citar a continuación, pero sobre todo se recomienda eliminar los lácteos de la dieta por unos días. Con lácteos nos referimos a leche, yogures, queso, cuajada, helados, etc. Varios estudios han demostrado que los lácteos aumentan la mucosidad del tubo digestivo y vías respiratorias, sobre todo en niños, y por eso empeoran cualquier trastorno de este tipo.

Con respecto al tratamiento de la alergia alopático, los corticoides suelen componer un gran porcentajes de los remedios; en nuestra opinión son imprescindibles para tratar crisis agudas, por ejemplo dificultad respiratoria severa puntual, pero dadas sus contraindicaciones y el efecto rebote que produce, para casos leves o moderados es mejor recurrir a otros tratamientos más acordes con nuestro equilibrio natural; en cualquier caso que surjan problemas respiratorios recidivantes (frecuentes) se debe consultar con un especialista.

En todos los casos (alergia o infección), hay que evitar que el moco se estanque ya que podría derivar en una infección bacteriana, por lo que en el caso de niños muy pequeños con problemas respiratorios pero que aún no saben sonarse la nariz, será necesario realizarles lavados nasales con suero a diario, varias veces al día.

Con respecto a los remedios de naturopatía existen varios tratamientos de fitoterapia, terapia ortomolecular y oligoterapia que dan excelentes resultados, pero siempre es recomendable que se sigan las recomendaciones de un especialista en naturopatía que valore el caso desde una perspectiva global.

No obstante hay algunos remedios que podemos tener en nuestro botiquín y aplicar en casa al menor síntoma: el aceite esencial de Eucalipto BIO es esencial para mejorar la respiración y ayudar a expulsar y disolver la mucosidad. También el aceite esencial de Pino BIO y el de Hisopo. Los aceites esenciales han de ser extractos puros, sin ningún ingrediente más que el extracto de la planta 100%. También son mucho más efectivos si son de cultivo ecológico (BIO). El aceite esencial de Tomillo es extraordinario en caso de infección.

Los aceites esenciales se utilizan en gotas, diluidos en otro aceite, por ejemplo en el aceite de almedras dulces BIO, muy indicado para niños, podemos echar 1-2 gotas de pino + 1-2 gotas de eucalipto y dar friegas por el pecho y la espalda.

El zumo de limón con miel (y naranja si se quiere), va muy muy bien ya que ayuda a eliminar el moco, disminuir su secrección y además previene y cura infecciones.

Aplicar calor en el pecho y hacer lavados nasales (con suero o agua y sal del Himalaya) también ayuda a despejar las vías respiratorias y evitar infecciones como la otitis o la sinusitis.

Relajar la musculatura y fortalecerla a la vez también es muy recomendable. Para ello podemos utilizar aceite esencial puro de Lavanda (muy indicado en niños) o infusiones de tila o pasiflora (muy suaves). También es recomendable la fisioterapia respiratoria. Existen muchos fisioterapeutas especializados en estas técnicas que mejoran la respiración notablemente.

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Os recomendamos que cualquier producto natural que consumáis con fines curativos sea de cultivo ecológico certificado. En muchos sitios podréis encontrar productos “naturales”, pero sólo el término “ecológico” o “biológico”, te asegurará que el producto ha sido cultivado y elaborado sin pesticidas, ni fertilizantes químicos ni compuestos manipulados genéticamente, lo que implica el 100% de eficacia de los productos naturales que consumes, y además evitarás culquier residuo tóxico en tu organismo.