Quizá hayas visto en alguna ocasión un fruto parecido a la manzana pero mucho más pequeñito; pues bien, esas mini-manzanas seguramente en realidad fuesen acerolas, una de las frutas con mejores propiedades para la salud.
El acerolo (Crataegus azarolus L.) es un árbol frutal europeo (sur de Europa y norte de África) que a veces se suele confundir con la acerola (Malpighiaceae sp.), que es un arbusto originario del centro y sur de América. Ambos tienen un fruto muy rico en vitamina C, pero hoy nos centraremos en el fruto del acerolo árbol. El acerolo es un árbol mediano de colores muy llamativos. Su flor es blanca, muy bonita y se dispone en racimos dando lugar a los pequeños frutos de un rojo intenso.
La acerola europea es una fruta que madura al final del verano y es muy apreciada por su alto contenido en vitamina C. Tradicionalmente considerábamos que las naranjas eran las frutas con más contenido en vitamina C, junto con los pimientos, la manzana, el meón, la soja, el aguacate... , pues bien, la acerola contiene mucha más cantidad vitamina C que la naranja. Para hacernos una idea, un vaso de zumo de naranja contiene 124 mg de vitamina C, y una taza de acerola 1.600 mg de vitamina C.
- La vitamina C o ácido ascórbico es una de las vitaminas más importantes ya que tiene muchos beneficios para nuestra salud, entre los que destaca su propiedad antioxidante y su capacidad ara mejorar el sistema inmunológico de nuestro organismo.
Muchos estudios médicos y científicos, como los llevados a cabo por el biólogo Premio Nobel estadounidense Linus Pauling (estudioso y detractor de las pruebas nucleares por su efecto nocivo en los seres vivos) nos dan a conocer la importancia de la vitamina C para la salud. Linus Pauling afirmaba en su estudio de Medicina Ortomolecular y Vitamina C: «El total de síntomas asociados a la falta de vitamina C van de las alergias, anemia, amigdalitis, artritis reumatoide, arterosclerosis, aspereza de garganta. bronquitis, cáncer, cataratas, cefaleas, diarrea, dolor abdominal, dolores en coyunturas, dolores musculares, encías sangrantes, escalofríos, faringitis, fiebre, fiebre reumática, hemorragias, hepatitis, herpes labial, infecciones agudas y crónicas, infertilidad, intoxicaciones, laringitis, malestar general, meningitis, neumonía, otitis media, resfriados, rinitis, ronquera, tos, vómitos, sarampión, hasta enfermedades cardíacas, enfermedades renales, enfermedades vasculares periféricas, enfermedades relacionadas con la edad avanzada, deterioro del sistema inmunitario, y las enfermedades degenerativas del sistema nervioso».
Muchos de estos estudios médicos afirman que si se consume regularmente alimentos ricos en vitamina C (acerola, naranja, col, piña, apio, mango, soja, pimientos, manzana, limón, espinaca...) se pueden prevenir innumerables enfermedades y se puede alargar la edad y calidad de vida considerablemente.
- La acerola, tiene propiedades antioxidantes, previene y retarda la degeneración celular y protege al organismo de enfermedades, infecciones víricas o bactericidas.
Un aumento de vitamina C en la dieta, ayuda a prevenir la alergia estacional y los problemas respiratorios (asma, sinusitis, rinitis...). También tiene propiedades beneficiosas para la vista y la piel (psoriasis, dermatitis, irritaciones...). Durante la lactancia, también es recomendable aumentar la dosis de vitamina C, por lo que la acerola vendrá muy bien en mujeres que se encuentran en el periodo de lactancia. Ayuda al organismo a combatir eficazmente los síntomas del resfriado y la gripe; también combate la infección por herpes y alivia el cansancio o el decaimiento.
La acerola además es un fruto muy rico, con un sabor parecido a la manzana, quizá un poquito más ácido. Se encuentra en algunos supermercados especializados o en algunos huertos particulares, pero como es difícil de conseguir, se suele consumir la acerola en comprimidos de polvos de acerola.
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