Desde elherbolario.com informamos periódicamente acerca de los peligros de los pesticidas y la manipulación genética de los alimentos y fomentamos el consumo de productos procedentes del cultivo ecológico certificado, y es que nos parece vital que conozcáis los daños que producen en nuestro organismo y el medioambiente el cultivo que se lleva a cabo masivamente en todo el mundo; por ese motivo hoy vamos a explicaros exactamente en qué consiste el cultivo ecológico y por qué los productos derivados de este tipo de cultivo son mucho mejores para nuestra salud, el medio ambiente y la sostenibilidad.
Los peligros de la agricultura convencional con pesticidas, fertilizantes tóxicos y alteraciones genéticas en semillas:
- Arrasan con especies animales y vegetales enteras, transformando así los ecosistemas para siempre.
- Contaminan con residuos tóxicos la tierra, el agua (que se filtra por la tierra y llega a ríos, canales, lagos) y el aire que no se puede “limpiar” y a su vez contamina a todos los seres que lo respiran.
- Tanto la industria genética como las alteraciones biológicas que se producen con la toxicidad de muchas sustancias, modifican genéticamente las propiedades naturales de muchas plantas y animales que literalmente “mutan” para siempre.
- En los alimentos, quedan alteradas sus propiedades nutricionales disminuyendo en muchos casos hasta en un 40%.
- El exceso de productos tóxicos así como el hecho de no respetar los descansos y cuidados de la tierra entre siembra y siembra, dejan terrenos completamente yermos que tardarán más de 40 años en volver a ser fértiles en la mayoría de los casos. Es decir, se está consiguiendo desertizar gran parte de los terrenos cultivables, y esto es un gran problema, ya que solo un 2% del terreno mundial es apto para el cultivo.
- Los nutrientes son sustituidos por agua en muchos casos, como en el caso más común, el tomate, que sus nutrientes se ven disminuidos en un 50% en muchos casos y estos nutrientes son sustituidos por agua.
- Según datos de la OMS, anualmente se intoxican dos millones de personas por exposición directa o indirecta a plaguicidas. De ese total, 3/4 partes de afectados pertenecen a países subdesarrollados. El resto de consumidores, no estamos expuestos a una intoxicación directa, pero si a una intoxicación lenta y continua.
- Los residuos tóxicos de los pesticidas también alteran nuestra composición química natural, y múltiples estudios han denunciado la relación de estos residuos tóxicos con enfermedades autoinmunes, problemas de fertilidad, tumores cancerígenos, problemas respiratorios, y se ha demostrado la relación directa de estos productos con el Parkinson y el Alzheimer.
- Natural y casero no es lo mismo que ecológico, ya que en muchos casos los productos “naturales” no etiquetados como ecológicos o biológicos, contienen restos de contaminantes y no contienen los nutrientes o principios activos que deberían. De igual manera, los “cultivos caseros” son en muchos casos doblemente peligroso, ya que que alguien tenga un pequeño huerto y cultive sus propios tomates, no le exige ningún tipo de normativa, y seguramente utilizará pesticidas y abonos o fertilizantes baratos que son altamente peligrosos.
Algunas normas de agricultura ecológica europea
- Utilización sustancias biodegradables no agresivas para el entorno
- No utilización de sustancias ni métodos que alteren el entorno natural del cultivo
- No utilización de sustancias tóxicas para ningún ser vivo animal o vegetal
- No utilización de semillas u organismos modificados genéticamente (OMG)
- Respeto de las fechas de siembra y los ciclos naturales de crecimiento y recolección de cada especie. Se respetan los calendarios de productos de temporada
- Utilización de fertilizantes de origen orgánico: arcillas, turba, estiércol, mantillo, algas, serrín, cenizas de madera, etc...y algunos fertilizantes de origen mineral permitidos.
- Utilización de especies animales o vegetales adecuadas para el control de plagas de animales, o crecimiento de “malas hierbas” por ejemplo se insertan aves, insectos o lombrices que no alteren el ecosistema pero eviten las plagas.
- Rotación en los cultivos para mantener la fertilidad de la tierra y evitar la aparición de hongos en la tierra.
- En la agricultura ecológica no existen herbicidas permitidos, solo la eliminación mecánica o manual de “malas hierbas” que serán utilizadas como compos posteriormente.
- En la ganadería ecológica no se medica a los animales con antibióticos, anabolizantes, hormonas, etc... así como se respeta una edad mínima de reproducción y sacrificio y unas condiciones dignas de vida, respetando sus espacios vitales, ciclos de sueño, etc...
Sin duda: los productos derivados del cultivo ecológico son más nutritivos y eficaces
La consecuencia de toda la normativa del cultivo ecológico es que consigue productos mucho más eficaces y nutritivos que los cultivados con pesticidas o fertilizante. Esto no significa que tenga que estar “más buenos” o sean “más bonitos”, ya que en la agricultura no ecológica se utilizan conservantes, abrillantadores, saborizantes que hacen que la fruta sea más bonita, más brillante, más grande, dure más y en muchos casos, incluso más dulce, a cambio de todo esto, se restan nutrientes y principios activos.
Un ejemplo muy claro es el de los tés de cultivo ecológico: el té verde procedente del cultivo ecológico no tiene tanto sabor como el té verde más “comercial”, ya que el de cultivo ecológico es puro y el otro está aderezado con acidulantes, excipientes, saborizantes, antiapelmasantes, reguladores de acidez y otras sustancias artificiales, pero el de cultivo ecológico es realmente efectivo, antioxidante y diurético. Lo mismo pasa con cada planta medicinal, cada fruta o verdura, ocurriendo lo mismo en la ganadería, los lácteos, huevos, etc.
¿...y el precio?
Seguro que muchos/as os preguntaréis si es mucho más caro consumir productos ecológicos, pues bien, la respuesta es que en muchos casos no es mucho más caro. Como en todos los productos y en todo tipo de comercio, podemos encontrar grandes diferencias de precio. Dado que los cultivos y las ganaderías ecológicas no son tan rentables y existe menos cantidad, si que es cierto que podemos encontrar un aumento de precio de un 20% o 30%, pero os podemos asegurar que merece la pena ya que encontraremos productos realmente efectivos y nutritivos sin “daños colaterales”.
Como vemos son muchos los beneficios de consumir productos ecológicos, beneficios para nuestro organismo, beneficios para la conservación de las especies vegetales y animales tal y como eran por naturaleza y la conservación de los terrenos fértiles para el cultivo.