La próstata es una glándula de aproximadamente 4 centímetros y con forma parecida a una nuez, que pertenece por localización tanto al sistema reproductor masculino, como a su aparato urinario.
Está situada entre la vejiga y el recto (por eso se puede palpar fácilmente desde el recto), y conectada directamente con la vesícula seminal, que produce la mayor parte del líquido seminal (sin espermatozoides, ya que estos serán vertidos al semen más adelante por el conducto deferente de los testículos).
La próstata rodea a los conductos eyaculatorios de la uretra; se podría decir a simple vista que la uretra atraviesa la próstata. La uretra es el conducto encargado de conducir la orina desde la vejiga, y también es el conducto por el cual se conduce el semen hacia el pene para ser expulsado.
La función de la próstata
La función de la próstata interviene en la producción del semen, por eso es una glándula sexual, aunque por su situación, afecta también al sistema urinario, por eso se suele decir que es una glándula genito-urinaria. Su función, como la de cualquier otra glándula del organismo, es la de producir o sintetizar sustancias, la mayoría de las veces hormonas, necesarias para el buen funcionamiento del organismo. La testosterona es la hormona que controla las funciones de la próstata, entre otras funciones.
La próstata produce líquido prostático durante la eyaculación. Este líquido prostático, que supone aproximadamente el 30% del líquido seminal, nutre y protege el semen para que los espermatozoides se conserven en óptimas condiciones. Contiene por ejemplo colesterol, ácido cítrico, calcio, sodio, zinc o enzimas proteínicas.
Afecciones comunes de la próstata
Las afecciones de la próstata afectan directamente a las funciones sexuales del hombre como a sus funciones urinarias.
- Prostatitis: cursa con inflamación de la próstata, producida por una infección, generalmente bacteriana.
- Hiperplasia prostática benigna (HPB): aumento del tamaño de la próstata, no relacionado con el cáncer.
- Cáncer de próstata, producido por el desarrollo de las células cancerígenas en el tejido prostático.
El agrandamiento de la próstata no debe alarmarnos aunque debe ser vigilado
El agrandamiento de la próstata, como hemos comentado, es un trastorno muy común en hombre mayores de 40 años, pero no tiene porqué ser síntoma de cáncer, sino que simplemente puede ser síntoma de una infección fácilmente tratable. No obstante, es muy importante prestar atención a la salud de la próstata, por eso serán necesarios exámenes médicos de control y llevar unos hábitos saludables.
Síntomas de un trastorno en la próstata
- Dificultad o dolor al orinar
- Disminución de la presión al orinar
- Sensación continua de ganas de orinar
- Sangre en la orina o en el semen
- Dolor al eyacular o dolor en los testículos
Factores que afectan a la salud de la próstata
La edad es uno de los factores que más afecta en este tipo de trastornos, por eso, a partir de los 40 años, se debería tener un control exhaustivo de la próstata.
Según varios expertos, médicos, urólogos y centros especializados, la exposición a ciertos productos químicos o metales que se encuentran en pinturas, barnices y pesticidas, añaden un gran riesgo de sufrir por ejemplo, cáncer de próstata.
La obesidad, la vida sedentaria y una dieta alta en calorías y alcohol, también aumenta las probabilidades de sufrir afecciones prostáticas.
Por otro lado, una vida sexual activa, la eyaculación frecuente y una dieta vegetariana y rica en fibra reducen considerablemente las probabilidades de sufrir patologías prostáticas.
Naturopatía y próstata
El sabal o serenoa (también conocido como saw palmento o palmera enana), es la planta con mejores propiedades curativas para las afecciones de la próstata. El crecimiento anormal de la próstata está producido por el aumento de la dihidrotestosterona, que es una hormona que se deriva de la testosterona. El sabal inhibe la producción de la dihidrotestosterona, por lo que previene o frena el crecimiento de la próstata; además reduce la inflamación mejorando considerablemente los síntomas.
En caso de prostatitis, que produce tantas molestias relacionadas con la orina, también son convenientes las plantas diuréticas, como la cola de caballo, la alcachofa y el diente de león.
En caso de infección, la mejor planta bactericida es la equinácea, que se recomienda en este caso en tintura (ingiriendo varias gotas al día), y también la uña de gato que mejorará el sistema inmunológico.