Este fenómeno llena las páginas de las revistas y las casas cosméticas invierten ingentes cantidades de dinero en investigación, nadie quiere perder la belleza de la juventud, cuando somos jóvenes nunca vemos nada de nuestro cuerpo bonito, y con el paso del tiempo añoramos aquella belleza que tuvimos. Nos olvidamos de la belleza del envejecimiento y es porque hoy en día las personas envejecemos mucho antes y peor debido a nuestros hábitos. No hay que evitar el envejecimiento, hay que saber ver lo bonito de envejecer y aprender a hacerlo responsablemente, porque no es una cuestión de belleza sino una cuestión de salud. La ciencia ha dejado en su camino diversas teorías que han pretendido explicar el porqué de estos cambios y han buscado la fórmula mágica que nos ayude a combatirla, entre ellas se puede mencionar: la teoría por desgaste de órganos y tejidos, según la cual el envejecimiento viene derivado de los daños que van sufriendo las células con el tiempo; la teoría de la intoxicación por sustancias intrínsecas y autointoxicación; y la más actual, que se centra en que las macromoléculas de nuestro cuerpo van acumulando daños con el paso del tiempo por los que van perdiendo sus funciones y, consecuentemente, modificando la función de los órganos.
El cuerpo humano siempre está sufriendo daños, por lo que vive en una lucha continua entre degradación y reparación hasta que en un momento determinado se rompe el equilibrio y los daños comienzan a ser mayores que la capacidad de regeneración del cuerpo. El daño principal que sufre el cuerpo viene derivado de los radicales libres, pero ¿cómo se generan los radicales libres? ¿son inevitables?
La misma producción de energía de las células para mantener al cuerpo con vida y que pueda realizar todas sus funciones, desde la más básicas y vitales hasta los esfuerzos a los que sometemos a nuestro cuerpo, también genera especies reactivas de oxígeno que dañan a las células. Los radicales libres se limpian bastante bien hasta la edad mediana pero a partir de los 50 años se va reduciendo la producción de energía. En el momento que las funciones de nuestro cuerpo disminuyen por debajo de su umbral mínimo es cuando comienza el proceso de muerte celular, es decir, disminuye el número de células que producen energía y como consecuencia envejecemos.
Las células tienen mecanismos antioxidantes que usan para protegerse de los radicales libres a los que se suma la acción de los antioxidantes que son adquiridos por nuestro cuerpo a través de la dieta, estos son:
- Tocoferol (vitamina E): protege las membranas celulares
- Carotenoides y polifenoles
- Ascorbato (vitamina C): capaz de regenerar los demás antioxoidantes
¿Qué sucede con el envejecimiento prematuro?
Una gran parte del envejecimiento final está producido por distintos factores ambientales y comportamentales que no sólo afectan al estado de nuestra piel sino también al resto de nuestros órganos y a nuestra salud en general, ya que aportamos cantidades extra de radicales libres que no puede combatir. En líneas generales se puede decir que los factores externos que influyen en un aporte innecesario de radicales libres son: tabaco y alcohol, la contaminación, el estrés porque disminuye nuestras defensas, la exposición solar, ya que la luz UV produce el 80% del envejecimiento cutáneo y los hábitos alimenticios.
La alimentación tiene que ver en nuestro futuro envejecimiento, los alimentos que han sido tratados con pesticidas, las dietas ricas en grasas y el consumo de aceites vegetales refinados y margarina influyen en el envejecimiento prematuro.
Dicho todo esto, ¿es evitable? en parte SÍ, podemos ayudar a que nuestro cuerpo envejezca más tarde, pero es cuestión de cambiar de hábitos ya que no existe ninguna receta mágica contra el envejecimiento. Para prevenir el envejecimiento de la piel, que es el órgano más grande de nuestro cuerpo, hay que usar protección solar todos los días del año, independientemente de que haya sol o esté nublado la luz UV siempre está presente. La protección solar es el mejor antiarrugas que existe ya que previene la pérdida del colágeno de nuestra piel que es el encargado de regenerar la piel. Una correcta hidratación de la piel, tanto externa como interna, una limpieza rigurosa de la piel especialmente cuando se usa maquillaje, hace posible que los poros estén limpios y la piel más sana.
El cambio más importante es el alimenticio, una dieta baja en grasas no sólo hará que estemos en buena línea, sino que reducirá la producción de radicales libres dentro de nuestro organismo. Sin embargo, una deficiencia extrema de alimentación como en los casos de anorexia y bulimia, no sólo causará el envejecimiento de nuestro cuerpo, sino que acelera la muerte celular y crea infertilidad. El cambio más importante es la concienciación de la importancia que tiene incluir antioxidantes en nuestra alimentación, entre los más importantes hay que mencionar:
- Betacarotenos: los encontramos en las zanahorias, calabaza, mango, tomate, melón, melocotón, espinacas...
- Vitamina E: aguacate, boniato, espárragos, espinacas, tomate, brócoli, trigo.
- Vitamina C: pimiento verde, cítricos, kiwi, fresas, coliflor, tomate, melón...
- Flanovoides: té y vino
Así pues, las dos claves para ser jóvenes durante más tiempo y envejecer mejor son: usar protección solar siempre, cuanto más alta mejor y alimentación sana, a ser posible alimentos ecológicos que nos aporten realmente los antioxidantes necesarios y eviten al mismo tiempo el aporte extra de radicales libres de los pesticidas. Y claro, no olvides nunca beber menos de dos litros de agua.