La menta es una planta fuerte y resistente que destaca por su aroma muy agradable y refrescante, pero además por sus múltiples aplicaciones terapeuticas.
(Mentha piperita). Suele alcanzar los 70 cm. de altura y requiere pocos cuidados. Es una planta de origen europeo que tradicionalmente se cultiva en jardines, pero también suele crecer silvestre en campos y caminos, y aunque alcanza su esplendor en verano, que es cuando se recomienda la recolección de sus hojas, se mantiene mejor en zonas sombreadas y húmedas.
La menta común a la que nos estamos refiriendo es la Mentha Piperita, que es un híbrido espontáneo entre la mentha aquatica y la mentha spicata.
Hoy por hoy se cultiva sobre todo en Alemania, Francia y en Estados Unidos.
Un poco de historia...
Históricamente se utilizaba sobre todo para fines culinarios y sociales, ya que desde el siglo I los romanos aderezaban muchos de sus plantos con menta, así como también adornaban su pelo con las hojas o las masticaban para mejorar su aliento. En la Antigua Grecia también era muy común el uso de la menta para elaborar salsas o para aromatizar rituales sociales o religiosos.
A partir del siglo XVII se descubrió el poder terapéutico del aceite esencial de la menta, llegando a considerarse en Europa, en el siglo XVIII el mejor aceite esencial del mundo, adquiriendo una inmejorable reputación y un gran valor comercial. Hoy por hoy, industrialmente se comercializa sobre todo para la realización de dentífricos, enjuagues bucales, chicles y caramelos. En su faceta gastronómica, las hojas frescas de menta son un condimento ideal para aderezar ensaladas, salsas, o postres. Combina muy bien con el aceite de oliva, los garbanzos, quesos o frutas y verduras naranjas (zanahorias, calabazas, mandarinas, naranjas, albaricoques...).
Aceite esencial puro de la menta piperita
El aceite esencial de l amente e extrae por destilación al vapor de sus hojas, donde reside en mayor concentración su principio activo, rico en mentol y taninos. El mentol es la sustancia que dota a la planta de su aroma y muchas de sus propiedades terapéuticas. Produce una sensación muy refrescante que puede llegar a ser picante, y tienen propiedades tónicas, activa y facilita la circulación sanguínea, es desinfectante, favorece la digestión, es expectorante, analgésicas y antiinflamatorias. Sus usos son muy variados, ya que se suele utilizar ingiriendo su aceite esencial (en pequeñas dosis recomendadas), o la infusión de sus hojas para aliviar dolores producidos por espasmos intestinales (cólicos), para mejorar la digestión, para ayudar a la expectoración en caso de congestión, gripe o bronquitis y sobre todo para aliviar los dolores de cabeza, migrañas o jaquecas, ya que el mentol alivia el dolor a la vez que libera la presión del riego sanguíneo cerebral.
En su uso externo se utiliza para aliviar las piernas cansadas, para mejorar la circulación sanguínea, para tonificar los músculos después del ejercicio o para realizar friegas en el pecho para descongestionarlo. Se recomienda realizar enjuagues con unas gotas de aceite esencial de menta pura diluidas en agua o en una infusión de menta o poleo, para casos de llagas u hongos bucales o halitosis.