A lo largo de la historia, desde las antiguas culturas africanas hasta nuestros días, el eucalipto (Eucalyptus globulus Labill) ha sido utilizado como remedio natural y muy efectivo en caso de catarros, infecciones del aparato respiratorio y fiebres, incluso se utilizó como remedio contra la malaria.
El eucalipto es un árbol muy resistente. No necesita a penas agua, puede aguantar periodos de sequía total de hasta 7 meses y puede resistir incluso un incendio, quizá por esto, su madera es muy apreciada por todo el mundo.
Sus hojas tienen un gran poder broncodilatador, antiséptico antiinflamatorio, y por eso se toma infusión de eucalipto tradicionalmente para combatir catarros, dolores de garganta (infección o inflamación por irritación) y bronquitis. Sobre su aplicación para el asma existen informes de expertos que afirman que el eucaliptol del eucalipto reduce el moco en casos asmáticos y otros informes alertan de que no es seguro durante la crisis asmáticas ya que se han recogido casos de empeoramiento. En cualquier caso está demostrado que el eucaliptol tiene propiedades 'mucolíticas', es decir, que ayudan a disolver las secreciones mucosas pulmonares para ser expulsadas con mayor facilidad, por lo que a excepción del asma por la duda sembrada, se recomienda su utilización de forma segura para afecciones catarrales y que cursan con dificultad respiratoria.
Si se utiliza en forma de vahos, tiene el poder de abrir los bronquios y despejar la nariz (pos su efecto antiinflamatorio) en casos de rinitis, sinusitis o cualquier inflamación de las vías respiratorias, aunque nuestra recomendación es utilizarlo directamente en forma de aceite esencial sobre la piel, masajeando para que el principio activo penetre bien por las vías respiratorias y torrente sanguíneo.
También es muy frecuente su uso en forma de ungüento para ser aplicado directamente sobre el pecho o espalda, y además de descongestionar las vías respiratorias en casos de asma, tos, catarro, bronquitis, etc... alivia los dolores producidos por el reúma, la atritis o cualquier lesión articular.