Desde la antigüedad hasta nuestros días distintas culturas por todo al mundo han usado las plantas medicinales con fines curativos, y una de las plantas que ha estado y está presente en todas ellas es el aloe vera.
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El Aloe ha recibido distintos nombres, dependiendo de la época o la cultura que la han conocido y usado, como babosa, sábila, cola de dragón, planta milagrosa o aloe. Pertenece a la familia de las lilaceas, como las cebollas, los ajos y los lirios y existen más de 250 especies conocidas. Dependiendo de su especie, su tamaño podrá variar desde los pocos centimetros hasta llegar a los 15 metros de altura. Sin embargo, un rasgo común a todas ellas es que pertenecen a un hábitat desértico o semidesértico, y suele encontrarse en zonas rocosas; esta escasez de agua hace que esta planta tenga estructuradas sus hojas de manera que se pueda almacenar grandes cantidades de agua en ellas y evitar su evaporación, por eso su interior es gelatinoso.
Nos llegan muestras de su utilización desde hace unos 5.000 años, ya que se han encontrado pinturas que denotan el uso de aloe vera en Egipto, tanto en templos como en tumbas. Se consideraba al aloe vera como 'la planta de la inmortalidad' y por ello se regalaba cuando nacía un nuevo niño o se emprendía un nuevo negocio. Sin embargo, los registros más antiguos sobre su uso medicinal son encontrados en Sumeria en una tablillas del siglo XVIII a.C. donde se explican las propiedades laxantes del aloe. Años después, en el 'Libro egipcio de los remedios' se encuentran recopiladas un total de 12 recetas para curar usando aloe vera.
En la medicina Ayurvédica esta planta se usa regularmente como tonificante, como remedio para reducir la fiebre, tratar alteraciones de la piel de todo tipo, entre otras afecciones.
Sería en los años 30 cuando el aloe vera obtendría sus primeros reconocimientos como planta curativa desde la comunidad científica. Fue en esta época cuando comenzó a usarse los rayos X y esta innovación causaba en muchos casos quemaduras y úlceras y fue aquí cuando se inició a usar el aloe vera como remedio para curar quemaduras.
Actualmente el uso y cultivo del aloe vera se ha extendido a todos los rincones del planeta, ya sea como planta decorativa como medicinal, y se presenta cotidianamente en productos cosméticos y farmaceúticos debido a sus múltiples propiedades.
El aloe vera está compuesto en un 95% de agua, además contiene una variada cantidad de vitaminas como betacaroteno, B1, B2, B3, B6, ácido fólico, C y E. También contiene distintos minerales, de los que cabe mencionar el germanio, un mineral que tiene el poder de estimular el sistema inmunológico y ayuda a eliminar las toxinas y los metales pesados del organismo.
Otro elemento que llama la atención es el azúcar acemanano que interactúa también con el sistema inmunológico y ayuda a la creación de glóbulos blancos. Además ayuda a eliminar de nuestro organismo bacterias y hongos.
De todas las propiedades de esta planta, destaca su poder antiinflamatorio, actúa como protector de la mucosa gástrica, previene y cura infecciones virales y bacterianas, es fungicida, calmante y regenerante de la piel además de hidratante, por lo que es aconsejable en casos de pieles con cicatrices y quemaduras, y por su poder antioxidante para prevenir el envejecimiento cutáneo. También ayuda en casos de laceraciones, manchas cutáneas, rojeces y psoriasis.
El aloe vera también se ingiere
A nivel interno se usa cotidianamente con fienes depurativos y alcalinizantes porque ayuda a eliminar tóxicos acumulados en el tubo digestivo, también recupera la mucosa intestinal y ayuda a equilibrar el tránsito actuando como un eficaz probiótico.