Los productos cosméticos y de aseo personal suponen un porcentaje elevado del total del consumo mundial. Al coger cualquier producto cosmético y leer sus ingredientes, ¿sabes qué son? ¿de dónde han sido sacados? y puede que la gran pregunta sea: ¿alguna vez te has planteado cuánto contaminan tus productos cosméticos?.
Si hay algo que existe en el entorno del consumo es desinformación. Las lagunas informativas legitiman las acciones de las empresas, que continúan haciendo productos al menor coste e intentando obtener el mayor beneficio posible. Sin información ¿Cómo podemos juzgar que los productos que nos ofrecen las empresas son de calidad, que respetan el medio ambiente y, además, se responsabilizan de su labor social? Simplemente solo podemos opinar si ese producto te ha gustado o no y si volverías a comprarlo, sin, en realidad, ser conscientes de lo que estás eligiendo.
http://www.cosmeticsdatabase.com/ es la página web que ha desarrollado la ONG Environmental Working Group (EWG), organización no gubernamental norteamericana que ha realizado diversos estudios sobre los tóxicos que nos rodean, los que hay en nosotros mismos, en el entorno y en lo que comemos y bebemos, y como afectan a nuestra salud y al medio ambiente.
Dentro de esta web podemos encontrar su amplia base de datos llamada 'skin deep' en la que podemos buscar por marca, producto o ingrediente los productos cosméticos que tenemos o queremos comprar. Al introducirlo te da una puntuación del 0 al 10 para ese producto, del 0 al 2 significa que son productos responsables con la salud y el medio ambiente, lo que ellos denominan poco peligrosos, del 3 al 6 son medianamente peligrosos y del 7 al 10 altamente peligrosos. Otro punto a favor de esta página web es que han realizado una pequeña guía en la que recomiendan los ingredientes y/o productos que debemos evitar comprar por su impacto negativo en nuestra salud y en el medio ambiente. El punto negativo: sólo está en inglés, cuando esta información debería ser más accesible para que fluya como el agua llegando a todas las partes.
Organizaciones como EWG no sólo nos abren los ojos a los consumidores, se los abren a las empresas concienciándolas de su papel en el mundo, de su responsabilidad hacia nosotros y el medio ambiente. Elegir productos que sean responsables socialmente no hará quebrar a las empresas, hará que las empresas poco a poco vayan adoptando el camino correcto, elaborando productos de calidad y, por fin, teniendo presente su importante labor en nuestra sociedad.
Si te apetece probar cosmética ecológica, te recomendamos que marcas como Natuderm Botanics, EcoCosmetics, Matarrina u Original Cosmetic, pero sin duda lo que más te recomendamos es el uso de aceites vegetales puros de producción ecológica, como el aceite de argán o de germen de trigo para pieles maduras o secas, el aceite de rosa de mosqueta para las estrías o cicatrices, el aceite de jojoba para pieles grasas o con tendencia al acné, el aceite de almendras o manteca de karité para hidratar el cuerpo, o el aceite de caléndula para pieles delicadas o con dermatitis.
La elección de los consumidores conllevará a la reeducación de las empresas, porque como se suele decir "el cliente siempre tiene la razón", así que si tú eliges bien, ellos fabricarán mejor.