Desde que los arándanos se han revelado como uno de los mejores antioxidantes que nos ofrece la naturaleza, es frecuente encontrar suplementos de arándano azul o de arándano rojo, así como suplementos con su nombre en inglés “cranberry”, pero ¿cual elegir?.
El arándano es procedente de Estados Unidos y Canadá, donde se cultiva aproximadamente el 90% de los arándanos que se consumen en todo el mundo. Recientemente y gracias a su popularidad se ha comenzado a cultivar en Europa, siendo el norte de España una de las regiones donde más está proliferando el cultivo de arándanos de muy alta calidad. En España también se conoce con el nombre de mirtillo, anavia o ráspano.
En cualquier de sus variedades, es una baya muy rica en antocianos y carotenoides que le confieren su poder antioxidante. Recordemos que cuando una sustancia es antioxidante es porque tiene la propiedad de neutralizar los radicales libres de nuestro organismo, inevitables por la intoxicación ambiental, la toxicidad alimentaria, la edad, el tabaquismo, el alcohol, algunos medicamentos, etc.. Los radicales libres deterioran nuestros tejidos de forma acelerada y por eso aparece el envejecimiento prematuro de la piel o cualquier tejido, dando lugar a diferentes enfermedades.
También es muy rico en Vitamina C, Vitamina A, Potasio y Fibra en cantidades considerables desde el punto de visto terapéutico.
Existen varias variedades rojas o azules dependiendo de sus pigmentos vegetales y su concentración, pero ambas pertenecen a la misma familia.
Todas son especialmente recomendables para mejorar la circulación sanguínea, prevenir enfermedades y combatir infecciones como la cistitis, pero en general todos los arándanos comparten estas mismas propiedades:
Los arándanos rojos son de la misma familia que los arándanos azules y comparten prácticamente todos sus beneficios, pero el arándano rojo tiene un sabor más agrio y ácido por lo que en gastronomía suele ser el preferido para acompañar guisos de carne.
El arándano rojo se conoce en inglés como Cranberry, y el arándano azul es Blueberry.
El arándano rojo es más grande que el azul y su piel es brillante, mientras que en el azul se reconoce su frescura por un polvillo blanquecino que lo recubre característicamente.
El arándano rojo se conoce también como arándano agrio.
El arándano rojo resulta más eficaz contra las infecciones, especialmente las infecciones de orina. Destaca su acción contra las bacterias E. Coli causante habitual de la cistitis y Helicobacter Pylori que causa problemas digestivos.
El arándano azul es más eficaz que el rojo en los problemas de visión y para mejorar la circulación sanguínea.
Aunque la cúrcuma se conoce principalmente como condimento, ya que es el principal ingrediente del curry (protagonista en la comida hindú), en estos últimos años los estudios han revelado importantes propiedades medicinales de esta maravillosa planta.
El aceite de argán se ha convertido en uno de los más apreciados en cosmética, tanto en su formato puro, como para la elaboración de diferentes productos dermatológicos.
El argán (Argania spinosa), es un árbol autóctono de Marruecos, donde solo se conservan unas pocas hectáreas de este árbol. Gracias a convertirse en un aceite tan apreciado, la Unesco declaró en 1998 el Atlas de Marruecos como como Reserva de Biosfera Aganeraie, para proteger su permanencia. Esta circunstancia también ha aumentado su valor, y en consecuencia su precio.
El argán es un árbol que puede crecer hasta los 10 metros. Sus hojas son pequeñas y su tronco es espinoso. Florece en abril y sus flores son amarillas y pequeñas con 5 pétalos. Su fruto tiene el tamaño de una oliva grande, es muy amargao y tiene la peculiaridad de que tarda más de un año en madurar.
El aceite se extrae de las semillas que se encuentran en el interior del fruto.
Para que el aceite conserve todas sus propiedades, (igual que ocurre con el aceite de oliva por ejemplo), la extración se ha de llevar a cabo en frío. Es decir ejercer presión mecánica sobre las semillas para obtener todo el aceite posible. Si esta presión se ejerce junto con calor, será más sencillo extraer el aceite, y también se obtendrá mayor cantidad de aceite, pero este habrá perdido muchos nutrientes sensibles al calor, y por lo tanto habrá perdido también propiedades.
Para obtener 1 litro de aceite de argán se necesitarán 50 kilos de frutos, y puesto que requiere una extracción practicamente manual y artesanal, se suele tardar unas 5 horas en esta tarea.
El aceite de argán es muy rico en ácido linoléico, oléico, araquidónico y gamma-linoléico, también es rico en fitosteroles y saponinas. Es muy rico en vitamina E, proporcionalmente contiene 50 veces más vitamina E que el aceite de oliva por ejemplo, y ahí reside su principal propiedad, la antioxidante.
El aceite de argán puro se ha utilizado tradicionalmente por las tribus bereberes para aderezar todo tipo de platos, pero hoy por hoy sólo se utiliza por sus propiedades beneficiosas para la piel.
Como decíamos, es un aceite muy antioxidante, lo que significa que retarda el envejecimiento (oxidación) celular, y que ayuda a combatir los radicales libres para recuperar el equilibrio y la salud de los tejidos.
Junto con el aceite de caléndula, también extraordinario, el aceite de argán se utiliza para combatir la psoriasis y las eccemas, ya que es muy nutritivo e hidratante, aunque su principal uso es como cosmético antienvejecimiento o antiarrugas.
También se puede consumir, utilizándolo como aderezo para ensaladas por ejemplo, pero siempre crudo, ya que si se cocina perderá sus propiedades. Si lo ingerimos, nos ayudará a regular la presión arterial (recomendado para casos de hipertensión), y también tiene una ligera acción analgésica y antiinflamatoria (gracias a la vitamina E también).
Algunos estudios recientes defienden que el aceite de argán si se ingiere regularmente en pequeñas cantidades, evita que el colesterol se acumule en las arterias, y por lo tanto reduce el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
Aunque como el aceite de argán resulta caro para consumirlo como aderezo en la dieta, con este mismo fin antioxidante y regulador de la tensión se puede utilizar el aceite de germen de trigo, el aceite de almendras, de oliva, de sésamo, de girasol y la lecitina de soja. También podemos aumentar nuestra ingesta de manzanas, aguacates, mangos, espárragos, pimientos, salvado de arroz, aceitunas, cacahuetes, nueces, acai, semillas de lino y espirulina.
Solemos encontrar muchos jabones o cremas que contienen aceite de argán, pero como siempre, recomendamos utilizar como cosmético el aceite en estado puro y de extracción en frío, ya que para la preparación de muchas recetas cosméticas se aplica calor en el proceso, y esto destruye gran parte de los nutrientes del argán, y de otros tantos vegetales.
El aceite de argán es apto para cualquier tipo de piel, incluso para las más delicadas ya que es hipoalergénico, aunque no es el más apropiado para las pieles grasas sino más bien pieles deshidratadas, envejecidas y apagadas.