Con tu decisión y mi orientación trabajaremos para recuperar tu bienestar desde la naturopatía.
Soy naturopata y nutricionista con estudios complementarios de Quiromasaje, Iridología, Terapia Ortomolecular, Oligoterapia, Psicología del color y Aromaterapia entre otras.
Con mi experiencia y formación he podido comprobar que el equilibrio perdido se puede recuperar muchas veces de forma más sencilla de lo que pensamos. Muchas veces solo es cuestión de recuperar la visión global de uno mismo y dar los pasos adecuados.
Es frecuente escuchar comentarios acerca del Omega-3 y sus efectos sobre la salud, pero existen algunos datos importantes a tener en cuenta, por eso analizamos en este artículo las confusiones más frecuentes.
Los desequilibrios de lípidos en nuestro organismo, como el exceso de colesterol, no solo causan sobrepeso, sino que están relacionados con problemas cardiovasculares graves y otros trastornos, pero ¿quién llegó antes? ¿el colesterol o los problemas cardiovasculares, los problemas emocionales o los problemas hepáticos?.
Un cambio de hábitos a tiempo, puede salvarnos literalmente la vida: Frena el estrés antes de que él te frene a ti.
El estrés desencadena una respuesta química en nuestro organismo con la finalidad de prepararlo para responder rápidamente ante los acontecimientos por los que nos sentimos amenazados, aunque esta amenaza no sea el tipo de amenaza para el que nuestro organismo ha aprendido a prepararse.
Por otro lado, el deterioro funcional y el bloqueo energético que el estrés produce en los órganos desequilibra la correcta producción de hormonas y químicos en nuestro organismo, por eso uno de los síntomas secundarios del estrés es la infertilidad femenina por ejemplo.
Debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo está bien preparado para una situación de estrés, pero no para el estrés prolongado o crónico.
Una buena química nutricional será vital para disminuir los efectos del estrés, por lo que es imprescindible corregir la alimentación. Debemos tener en cuenta que el estrés produce una respuesta neuro-química en nuestro organismo que suele afectar a nuestros órganos agotándolos, por lo que debemos procurar a nuestro cuerpo alimentos nutritivos y fáciles de digerir, y no aumentar el agotamiento del hígado, vesícula, pulmones, corazón y riñones con alcohol, tabaco, alimentos grasos, exceso de proteínas cárnicas, aditivos, sal y azúcar refinados etc.
En definitiva una mala alimentación agravará más los síntomas del estrés y la buena alimentación reducirá los síntomas que a la vez disminuirá el estrés en si mismo (concatenación química).
Cuando el cuerpo no se mueve, la mente tampoco, por eso el ejercicio es vital para mantener no solo una buena salud física sino también emocional. El ejercicio asegura un buen flujo energético, ayudando a eliminar bloqueos y fortaleciendo las funciones de los órganos.
Practicar ejercicios de yoga o chi-kung ayuda a recuperar el equilibrio energético y emocional, a eliminar la tensión muscular, corregir las posturas defensivas, a ralentizar las pulsaciones y la respiración (respiración consciente) y en definitiva a oxigenar, estirar y relajar el cuerpo y la mente.
Eliminar la fuente del estrés y si no es posible, aprender a manejar mejor nuestras emociones: aunque parece obvio, muchas veces nos planteamos mil remedios antes del más evidente: eliminar la fuente del estrés. Separarnos de un trabajo o una persona que nos causa estrés, puede suponer una decisión difícil, pero quizá sea lo más lógico y conveniente y nuestro cuerpo nos manda señales al respecto. Cambiar nuestros hábitos para conseguir una buena salud emocional y física siempre merece la pena y compensa.
Elena Cibrián :: Naturópata y nutricionista
www.tunaturopataonline.com
Hoy en día es muy común sufrir estrés, tanto que nos hemos acostumbrado a vivir con él y muchas veces no le prestamos atención hasta que sufrimos alteraciones graves. Es importante aprender a a reconocer el estrés, para así después poner remedio a una situación que nos puede acarrear muchos problemas de salud entre otros.
Sobre todo si estás embaraza, eres madre o estás en el periodo de menopausia, habrás oído cien recomendaciones acerca del calcio que debes ingerir, pero como en todo lo concerniente a nuestro organismo y salud existen muchas medias verdades y muchos mitos que debemos desmontar y muchas evidencias que debemos conocer para entender nuestra salud, por eso hoy explicamos que con respecto al calcio, no todo es ingerir leche.
El Calcio es el mineral más abundante en nuestro organismo.
Junto con el Fósforo, la vitamina D y el Magnesio principalmente, se encarga de formar y mantener los huesos y los dientes, pero además interviene en la transmisión de los impulsos nerviosos, la contracción muscular y la coagulación sanguínea.
Con respecto a nuestra salud, tanto un déficit como un exceso de calcio en nuestro organismo pueden acarrear problemas de salud.
Parece lógico pensar que cuanto más calcio ingiramos, más calcio vamos a tener en nuestro organismo y más fuertes van a crecer nuestros huesos, verdad? Entonces, si tomamos mucha leche de vaca, muy rica en calcio, tendremos asegurada la cantidad de calcio en nuestro cuerpo, no? Pues no. En la naturaleza los procesos no son tan sencillos y existen muchos factores que intervienen en nuestro metabolismo, por eso con respecto al calcio debemos saber qué:
Conclusiones: la mayoría del calcio que consumimos se elimina o se acumula en forma de cálculos, por eso es importante por un lado consumir alimentos ricos en calcio pero que a la vez favorezcan su absorción.
Si se da un déficit de calcio en nuestro organismo, con una dieta “normal”, seguramente no sea por un bajo consumo de lácteos, sino por una dieta rica en carne, aditivos, azúcar refinado, exceso de sal o fármacos que dificultan la absorción de calcio, “estropean” la función renal y a la vez acidifican la sangre. Si se dan problemas severos como la osteoporosis, seguramente tengamos una pérdida excesiva de minerales, acompañada de una mala absorción intestinal, ante lo que un aporte extra de calcio no servirá más que para producir cálculos renales.
Conclusión: si nos fijamos, con respecto a los minerales (igual que con la mayoría de sustancias de nuestro organismo) la clave está en el equilibrio. Los minerales “trabajan en equipo” en proporciones muy concretas, por eso, cuando tomamos un complemento alimenticio a base de un mineral, debemos tener en cuenta que el exceso de un mineral promoverá seguramente la eliminación de otro. Por poner un ejemplo concreto: para que el calcio sea bien absorbido en el intestino, se debe encontrar en una relación de 2 “unidades” de calcio por una de fósforo. Si se rebasa esta cantidad de fósforo, el organismo eliminará la combinación, que se estima que es lo que ocurre con la leche de vaca, mientras que la leche humana contiene estos minerales en la proporción idónea para nuestro organismo.
Conclusión: una dieta equilibrada, variada y rica en crudos vegetales, conseguirá que nuestro organismo cuente con la cantidad equilibrada de sales minerales o oligoelementos, sin necesidad de recurrir a tomar 3 vasos de leche al día, ni complementos alimenticios minerales (pastillas), además de de mantener la salud del metabolismo por el aporte de otras tantas sustancias como enzimas, vitaminas, aminoáy antioxidantes.
>> Una cucharada de sésamo o de algas aportará la misma o mayor cantidad de calcio a nuestro organismo que un vaso de leche de vaca.
Elena Cibrián, Naturópata y nutricionista
www.tunaturopataonline.com