Pasamos más de 5 años de nuestra vida, que se dice pronto, durmiendo, y es que dormir es una de nuestras actividades vitales. Durante nuestras horas de sueño, a pesar de que pueda parecer lo contrario, nuestro cerebro entra en una actividad frenética y se suceden cientos de procesos de vital importancia para nuestro organismo.
Son muchas las preguntas que podemos hacernos acerca de nuestras horas de sueño, y hoy por hoy, no todas tienen respuesta, pero si que se conocen muchas de las reacciones químicas que se desencadenan durante el sueño y sus fases, entre la que se encuentra la conocida fase REM.
Nuestras hormonas mientras dormimos
Por ejemplo, La Universidad de Quebec, en Canadá, ha determinado que cuando dormimos nuestro organismo produce un aumento de los niveles de vasopresina, que es una hormona que actúa conservando el agua en nuestro organismo, de tal manera que, gracias a este aumento, durante la noche no tenemos la necesidad de beber que tenemos durante el día.
Siguiendo con la secreción de hormonas, mientras dormimos también se libera la hormona del crecimiento o GH, que alcanza su cuota más alta en sangre a los 15-20 minutos de dormir profundamente. Los niveles de esta hormona son menores según vamos cumpliendo años, hasta que, a partir de los 50 años ya no segregamos hormona del crecimiento.
La melatonina es otra hormona que se comienza a segregar cuando se pone el sol y hace que tengamos ganas de dormir. Durante el sueño también aumentan los niveles de estrógenos, progesterona (hormonas sexuales), adenosinas (imprescindibles en la transferencia de energía) y neuropéptidos (aprendizaje, memoria y comportamiento sexual).
¿Aprendemos mientras dormimos?
Hasta los primeros años del siglo XX se creía que el cerebro por la noche estaba en un estado de “reposo”, de pausa que servía para recuperarse de la actividad del día, pero hoy por hoy se sabe que no es así, sino más bien todo lo contrario. Aunque no se conocen todos los procesos que se desencadenan durante las fases del sueño, lo que si sabemos, gracias al control de la actividad cerebral, es que durante el sueño se consolidan los conocimientos y recuerdos adquiridos durante el día, es decir, los recuerdos a corto plazo del hipocampo se “trasladan” a la corteza cerebral para ser almacenados como recuerdos a largo plazo. Por eso, el sueño es tan necesario para un buen aprendizaje, ya que hará que lo que hemos aprendido quede “grabado” en nuestro cerebro para siempre, al menos de un modo inconsciente.
Sueño y sexualidad
El psicoanálisis siempre ha defendido la teoría de que durante el sueño aprovechamos para dar rienda suelta a nuestro deseos sexuales tanto a nivel psicológico como físico, y por eso se producen erecciones, dilatación vaginal y aumenta la temperatura del clítoris; pero otra vertiente de estudios, aseguran que eso no es más que una consecuencia de la elevada actividad del sistema nervioso durante la fase REM, ya que no solo se estimulan los órganos sexuales, sino que también aumenta la presión sanguínea, la temperatura, el ritmo respiratorio y las pulsaciones, así como la actividad cerebral que da lugar a los sueños.
Las fases del sueño
Mientras dormimos vamos atravesando varias fases que se pueden dividir en 2, fase no REM y fase REM.
- Fase no REM, también es conocida como la fase de ondas lentas, fase quieta o sueño ortodoxo.
Dura aproximadamente entre una hora y dos, y se divide a su vez en 4 fases:- 1ª Fase es cuando acabamos de dormir y estamos en un estado de semi-vigilia. Si nos hablan quizá podamos contestar y aún respondemos a estímulos de sonido y tacto.
- 2ª Fase comienza cuando nuestro cerebro se “desconecta” del entorno y dejamos de recibir estímulos. Nuestros sentidos están bloqueados para que podamos comenzar a descansar.
- 3ª Fase, aquí los sentidos están completamente “desactivados” y se puede decir que comenzamos a dormir profundamente. Se reduce la actividad cerebral, la respiración y el tono muscular.
- 4ª Fase completa lo iniciado en la 3ª fase, nuestro organismo reduce el tono musucular, las conexiones nerviosas, la respiración... y estamos profundamente dormidos. Aunque los sueños suelen comenzar en la siguiente fase, en la fase REM, en muchos casos se incian en esta fase, en la que se suele producir el sonambulismo, las pesadillas, los terrores nocturnos en niños o esa rara sensación de que nos caemos. En realidad todos estos fenómenos se han determinado por algunos estudios como “pequeños ataques epilécticos” producidos por pequeñas descargas eléctricas cerebrales que producen estas alteraciones del sueño.
- Fase REM, también conocida como fase rápida, activa o sueño paradójico.
REM son las siglas de Rapid Eye Movement, por lo que en castellano se suele conocer también como MOR (movimiento ocular rápido).
Durante esta etapa el cerebro registra una actividad similar a cuando estamos despiertos y nuestros ojos se mueven rápidamente, pero en cambio dormimos profundamente y el tono muscular desciende completamente. Esta fase la dedicamos casi por completo a soñar. Estamos completamente paralizados, se cree que para evitar la interpretación de los suelos, aunque es muy común en esta fase sufrir sacudidas musculares. También es común sufrir alguna alteración del ritmo respiratorio o ritmo cardíaco.
Poco a poco la fase frenética REM desciende hasta volver a comenzar el ciclo desde la fase No REM. Durante la noche podemos completar 4 ó 5 ciclos seguidos.
Soñando
Durante la fase REM, la fase de los sueños, damos sentido a los sucesos del día y descartamos lo que no nos interesa, todo desde el subconsciente. Los sueños nos ayudan a comprender ciertos acontecimientos, a asimilar otros o superar nuestras inseguridades y miedos, todo ello disfrazado de secuencias o historias a las que muchas veces no sabemos dar senitdo. Soñar es muy importante para favorecer nuestra creatividad y consolidar nuestras emociones.
Por otra parte, como curiosidad os diremos que todo el mundo sueña a lo largo de toda la noche, al principio del ciclo tenemos sueños más ligeros, sencillos y cortos, pero en la fase REM tenemos sueños complicados, surrealistas o por el contrario de un gran realismo, pero en cualquier caso son sueños largos (20 min. Aprox.) y muy intensos, algunas personas son capaces de recordar más o menos detalles de sus sueños y otras personas no, pero todos soñamos mientras dormimos.