Los cambios de clima, horarios, alimentación y sobre todo los cambios de ánimo afectan mucho a nuestro sistema inmune, por eso el regreso de vacaciones y la vuelta al trabajo supone una época llena de oportunidades pero también una época de exposición a enfermedades.
Comenzamos el curso llenos de energía después del ritmo pausado del verano, pero también llenos de toxinas por los excesos y desajustes propios de las vacaciones lo que hace que nuestro sistema inmune se encuentre débil y propenso a las enfermedades, por eso el primer paso después del verano será desintoxicarse para ofrecer un terreno favorable a nuestro sistema inmune.
★ Depurar el organismo
Debemos procurar una alimentación lo más “limpia” y alcalina posible para niños y adultos, sin grandes cantidades de comida ni excesos y dejando de lado las sustancias con alta carga tóxica (refrescos, fritos, chuches, precocinados, sal y azúcar refinada, carnes, etc.). Para ello debemos incorporar al menos 1 alimento fresco y crudo en cada comida, desayunaremos fruta y 'leches' vegetales (avena, arroz, almendras...), panes y cereales de alto valor nutricional (quinoa, espelta, trigo sarraceno...), arroz integral, verduras de todo tipo, caldos depurativos (alcachofas, apio, coles...) e infusiones depurativas (cola de caballo, diente de león, romero, tomillo...).
Un “truco” infalible es consumir a diario aceite de ajo: en una acietera pon 5-6 dientes de ajo rotos, y añade al menos medio litro de aceite de oliva virgen BIO (prensado en frío). Tomar este aceite a diario, con pan en el desayuno, en las ensaladas o añadido en crudo a cualquier comida nos mantendrá alejados de las gripes y gastroenteritis.
★ Regular el tránsito intestinal
En las vacaciones se suelen sufrir desequilibrios en el tránsito intestinal, estreñimiento o por el contrario diarreas que muchas veces están asociadas a parásitos intestinales que aunque cesen sus síntomas, pueden quedarse con nosotros mucho tiempo. Por todo esto es fundamental recuperar un ritmo de evacuación intestinal saludable, apoyándonos si hiciese falta en semillas de lino BIO para favorecer la evacuación o en probióticos para recuperar la flora intestinal o plata coloidal o extracto de semillas de pomelo para eliminar infecciones residuales, toxicidad o parásitos intestinales.
★ Favorecer la serenidad
Al incorporarnos al trabajo o vida cotidiana nuestro propósito más importante deberá ser vivir nuestro día a día sin estrés y encontrar la serenidad. Vivimos demasiado acostumbrados al estrés, y es una de las principales causas de desequilibrios emocionales y físicos que se convierten en enfermedad, por lo tanto a la vez que depuramos nuestro organismo podemos dedicar tiempo a planificar y crear hábitos que nos ayuden a vivir de forma serena, como reservar unos minutos al silencio, a la meditación, al paseo diario, salidas a la naturaleza todas las semanas, etc.
Esto no es solo importante para los adultos, sino también para los niños ya que se contagian de nuestra energía desequilibrada y sufren también sobrecargas físicas y emocionales que debilitan su sistema inmune. No olvidemos que un niño sereno dormirá mejor, tendrá mejor predisposición para aprender y por lo tanto tendrá menos miedos y más confianza en si mismo para relacionarse con los demás y crecer emocionalmente.
Ayuda extra para fortalecer el sistema inmune:
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Propóleo BIO: refuerza el sistema inmune, ideal para niños y adultos.
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Acerola BIO: vitamina C vegetal muy antioxidante, refuerza el organismo.
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Jugo de Acai: muy antioxidante, refuerza el organismo y nos prepara para un esfuerzo extra.
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Espirulina BIO: muy antioxidante, ayuda a depurar el organismo y a regular el tránsito.
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Semillas de lino marrón BIO: muy antioxidante y ayuda a depurar el organismo y a regular el tránsito.
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Defensas Plus: con Acerola, aronia, granada, zinc y selenio: un complemento muy completo e ideal para reforzar el organismo y prevenir enfermedades.
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Plata coloidal: es un poderosísimo antiinfeccioso ideal para eliminar parásitos intestinales.
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Umeboshi: Alcaliniza la sangre, combate la fatiga y limpia el intestino.
Según vayamos limpiando nuestro organismo y recuperando un ritmo equilibrado de horarios y sueño, nos iremos sintiendo más fuertes y enérgicos para llevar a cabo todas las tareas del nuevo curso y algunas nuevas que nos proponemos cada año. Empecemos con buen pie!