Preparación:
Se lavan y trocean los puerros y se ponen a pochar junto con la cebolla y un poco de sal. Después de 15 minutos a fuego lento, estará dorado, se le añade los dientes de ajo picados y se sofríe otro par de minutos, con cuidado de que no se queme el ajo. Después se retira del fuego, se cuela para retirarle bien todo el aceite y se reserva. Por otro lado, batimos los huevos y le añadimos la nata, y un trocito del queso que más nos guste (parmesano o manchego para darle más sabor o queso fresco o de untar para que quede más suave). La cantidad de queso será al gusto. Con 2 o 3 cucharadas de queso rallado será más que suficiente.
Mezclamos el sofrito de puerro, cebolla y ajo con la crema de huevos nata y queso. Despues añadimos las nueces troceaditas (un puñado), sal y una pizca de pimienta molida.
Se vierte todo en un molde rectangular, que habremos untado de mantequilla, y lo metemos en el horno ya caliente a 180º. En 20 minutos aproximadamente estará listo, aunque como esto depende mucho de cada horno, es mejor estar vigilando para que no se queme (sin abrir la puerta del horno). Si pinchamos y el cuchillo sale limpio estará listo.
Se sirve cortadito en 'lonchas' gruesas, acompañado de una salsa, por ejemplo ali-oli, aunque también puede ser una salsa de tomate natural