Cada vez es más común que los niños sufran todo tipo de trastornos autoinmunes desde sus primeros meses de vida, tanto es así que damos por sentado que nuestros hijos van a sufrir dermatitis, problemas respiratorios, intolerancias alimenticias, diabetes, alergias y otra tanta colección de problemas que nada tienen que ver con la infancia “natural” sino más bien con los hábitos equivocados de nuestra sociedad y sus múltiples contaminantes alimentarios y ambientales.
La amplia gama de vegetales, aporta todos los nutrientes necesarios para la vida y la salud del ser humano, evitando los tóxicos de los productos cárnicos, por eso una dieta vegetariana puede ser una muy buena opción, siempre que se tengan en cuenta ciertas premisas:
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Aún hoy en día existe mucha gente que piensa que la carne es imprescindible para la salud, pero nada más lejos de la realidad. No solo se puede vivir sin carne (o con menos carne) sino que se vive mejor, por eso vamos a explicar algunas alternativas saludables a la dieta carnívora.
Antes de nada debemos recordar que las proteínas están formadas por aminoácidos.
Nuestro organismo digiere o descompone las proteínas para obtener de ellas sus aminoácidos, y con estos formar sus propias proteínas como la insulina o hemoglobina. Este proceso se denomina metabolismo de las proteínas. Es decir, para nuestro organismo es esencial obtener de los alimentos aminoácidos, no las proteínas en si mismas, ya que estos aminoácidos no solo forman proteínas, sino que forman parte de más de la mitad de nuestro organismo (órganos, tejidos, sistema inmune, etc.).
[ + información en los artículos : Los aminoácidos y Clasificación de los alimentos ]
Las proteínas de la carne son muy ricas en aminoácidos por lo que se consideran más nutritivas, pero con una dieta vegetal variada podemos alcanzar fácilmente el mismo valor nutricional.
También debemos tener en consideración que las recomendaciones nutricionales generales en relación a las cantidad de nutrientes que debemos ingerir son:
Antes de enumerar los problemas que acarrea el consumo de carne debemos indicar que el consumo de carne a nivel mundial aumentan exponencialmente a la vez que aumentan los problemas de salud y sostenibilidad. La mayoría de las personas de las sociedades supuestamente desarrolladas consumen carne a diario e incluso varias veces al día, por eso partimos de que uno de los grandes problemas es el exceso de carne en la dieta, dejando de lado verduras y frutas frescas.
Todos los alimentos vegetales son muy ricos en aminoácidos, por eso con una dieta variada y rica en frutas, verduras y cereales integrales podemos conseguir una ingesta saludable de proteínas.
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Hemos querido incluir este dato curioso con el fin de reforzar la idea de que no solo se puede vivir sin carne sino que se puede vivir muy bien!
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El equilibrio del Ph de la sangre es fundamental para la vida, tanto es así que una pequeña variación puede suponer el coma o la muerte, es por eso que nuestro organismo está continuamente luchando por mantener ese equilibrio, así que debemos aprender a ponérselo fácil.
A continuación vamos a detallar las claves básicas de la dieta disociada, animándote a participar activamente en tu alimentación y a elegir correctamente los alimentos que que vas a ingerir, como los vas a preparar y a combinar. Es muy importante para tu salud, tu ánimo, tu aspecto y tu equilibrio energético.
★ Tomar conciencia de la calidad de los alimentos que ingerimos: que no estén refinados, que no lleven aditivos artificiales, que sean lo más naturales posibles, que estén frescos, que no sean transgénicos. Debemos participar en la elección de lo que comemos y cómo lo comemos, escuchando a nuestro organismo y tomando decisiones conscientes más allá del capricho o la oferta generalizada.
Por ejemplo, a pesar de que los cereales (harinas, panes, pastas...) refinados blancos nos parezcan más apetecibles o saludables, nada más lejos de la realidad. Al refinar los cereales, desaparecen la mayoría de sus nutrientes y fibra, por lo tanto los cereales que consumamos deben ser integrales para que sean realmente saludables.
★ Nuestra dieta deberá estar formada principalmente por vegetales, frutas frescas, crudas o poco cocinadas y cereales integrales. Lo que no quiere decir que no comamos el resto de alimentos, pero siempre en mucha menor proporción.
★ Prestar atención a cómo preparamos los alimentos. Las vitaminas por ejemplo se destruyen con el calor, por eso es importante tomar en cada ingesta al menos un alimento crudo, que además facilitará la digestión de los alimentos que ingiramos posteriormente. En el caso de las verduras, las debemos cocinar muy poco, y siempre que se pueda mejor comerlas crudas.
★ Reducir la ingesta de carnes y embutidos, ya que a pesar de ser proteínas (mucho más difíciles de digerir que las vegetales), también llevan incluidos grasas saturadas, nitratos, medicamentos residuales de la ganadería, hormonas, antibióticos, aditivos para su conservación, etc. Y además no aporta casi ningún nutriente más, ya que solo contiene vitamina B que pierde al ser cocinada, y a penas contiene fibra o sales minerales considerables. Además el exceso de carne produce ácido úrico, principal causante del reúma y otras dolencias.
★ Si tomamos pescados y mariscos debemos cuidar su frescura y procedencia, ya que por ejemplo los mariscos y los pescados grandes como el atún o el pez espada, acumulan gran cantidad de metales pesados, como el mercurio, así como otros tóxicos derivados de la contaminación del mar.
★ Debemos evitar las sustancias tóxicas para nuestro organismo o sustancias que perjudican el funcionamiento de nuestro sistema, saturándolo o atrofiándolo, como el azúcar refinado, la sal común refinada, el alcohol, las bebidas gaseosas, los pre cocinados, los aditivos (conservantes, colorantes, saborizantes, espesantes, edulcorantes, etc.). Además todo esto que mencionamos produce acidosis en nuestro organismo.
En vez de azúcar blanco refinado podemos tomar miel o melaza, pero lo mejor sin duda es la estevia (una planta que es edulcorante natural, apta para diabéticos).
En vez de la sal blanca refinada (cloro + sodio) podemos tomar sal de Himalaya, ya que además de cloro y sodio (en mucha mejor concentración que la sal refinada) contiene el resto de los oligoelementos básicos para nuestro organismo, por lo que es mucho menos perjudicial y mucho más “nutritiva”.
Los medicamentos están considerados sustancias tóxicas, que saturan nuestro hígado y sobrecargan y atrofian nuestro cuerpo, por eso siempre que podamos debemos evitarlos recurriendo a otros métodos de curación que ayuden a nuestro organismo y promuevan la salud. Por ejemplo para curar una gripe, contamos con alimentos que nos ayudarán mucho más y mejor que los medicamentos farmacéuticos: si tomamos naranjas, limón, jujube, ajo, cebolla, jengibre, llantén, equinácea, propóleo, nos curaremos mucho antes y mejor que con medicamentos, a la vez que reforzaremos nuestro organismo para que no vuelva a enfermar.
★ Llevar una dieta variada. Esto es vital, ya que cuando nuestro organismo se satura de un mismo grupo de nutrientes, los acumula porque se dificulta su absorción o eliminación y esta acumulación crea problemas. Por eso por muy sanos que sean los espárragos, por ejemplo, no debemos comerlos todos los días, sino que debemos variar nuestra ingesta para aportar a nuestro organismo todo el abanico de nutrientes, aminoácidos, vitaminas y oligoelementos posibles.
★ Combinaciones erróneas:
★ Ingerir suficiente fibra. Es vital evitar el estreñimiento, ya que éste problema por si mismo, es causante de infinidad de trastornos o enfermedades, además de ser síntoma de una mala alimentación. Debemos eliminar la mayor parte de sustancias de deshecho cada día, y esta evacuación debe estar equilibrada con la cantidad que ingerimos, por eso debemos aportar buena dosis de fibra a nuestro organismo, tomando vegetales crudos, frutas, semillas de lino, algas (espirulina, chlorella), cereales integrales, frutos secos (crudos, no fritos ni asados), infusiones de plantas depurativas como el diente de león o la cola de caballo, y todo ello acompañado de una buena cantidad de agua, para que la fibra pueda realizar su función depurativa.
★ Debemos tomar al menos 2 litros de agua al día, pero no durante las comidas, ya que esta “licuará” los jugos digestivos y hará que nuestra digestión sea más lenta y menos eficaz. Es muy beneficioso tomar agua en ayunas, o media hora antes de las comidas por ejemplo. Por otro lado, mejor si el agua es del tiempo, ni muy fría ni muy caliente, ya que esto afectará al tono muscular de nuestro aparato digestivo.
★ Alimentos estrella (mejor de cultivo ecológico para asegurar su pureza y salubridad):