24 de November de 2024 Última actualización 8 de Dec, 2022 - 07:54

Si para ti como para muchos de nuestra generación las algas son solo eso viscoso que hay que apartar mientras braceas en la playa o parte del escenario de La Sirenita, hoy vamos a ver por qué a día de hoy las algas ocupan un espacio destacado en herbolarios, recetas de chefs estrella y recomendaciones de nutricionistas.

Algas alcalinizantes, antioxidantes y depurativasLas algas han irrumpido con fuerza en nuestro escenario diario gracias a que varios estudios e informes de la OMS y la ONU las han revelado como un alimento extraordinario desde el punto de vista nutricional, tanto es así que, aunque para nosotros es una novedad gastronómica, en otras culturas como en las asiáticas las algas son un ingrediente tan cotidiano como para nosotros la cebolla. Esto se debe en gran parte a que las algas comestibles son una gran fuente de nutrientes por un bajo precio económico y medioambiental ya que se obtienen fácilmente en zonas costeras, por lo que resulta curioso que en España no se haya popularizado hasta ahora el consumo de estos estupendos "vegetales marinos".

A pesar de que las algas se asocian a culturas asiáticas (quizá porque mantienen nombres asiáticos donde son más populares), en el Atlántico contamos con una variedad de algas comestibles extraordinarias, tanto que Galicia es una de las comunidades autónomas españolas que más está apostando por la difusión y obtención de estas verduras marinas y sus estupendas propiedades para nuestra salud.

Las algas comestibles tienen en común que:

  • son aptas y muy recomendables para vegetarianos y veganos
  • no aportan apenas calorías ni grasa
  • ayudan a restaurar la salud intestinal
  • son una buena fuente de “proteína vegetal” (aminoácidos)
  • son una extraordinaria fuente de fibra
  • son muy alcalinizantes: ayudan a corregir la acidosis del pH de la sangre
  • aportan oligoelmentos tan valiosos como el Yodo, Potasio, el Calcio o el Hierro
  • son aptas para diabéticos y celíacos
  • son muy antioxidantes
  • son muy depurativas (ayudan a desintoxicar el organismo)

Estas son algas atlánticas que podemos encontrar fácilmente en herbolarios y supermercados:

  • Kombu: tiene un sabor yodado y ligeramente ahumado. Destaca su aporte de sales minerales, lo que hace este alga muy recomendable para deportistas y personas con osteoporosis. Tienen una gran cantidad de fibra, por lo que está muy indicada para reducir el colesterol y corregir el estreñimiento.
  • Espagueti de Mar: alga con forma de tallarín, carnosa y de color verdoso. Aporta mucha mas cantidad de Calcio que la leche de vaca y es la que aporta mayor cantidad de Hierro.
  • Wakame: es la que más despierta un “sabor a mar”. Tiene una composición y características similares al kombu, es muy rica en Calcio, antioxidante y depurativa.
  • Nori: es de color marrón verdoso y tiene una textura algo cartilaginosa. Destaca por su alto contenido en Vitamina A y Hierro y porque se utiliza tradicionalmente para preparar shushi-nori. Es muy antioxidante y depurativa.
  • Dulse: es un alga rojiza con un sabor a crustáceo y alto contenido en proteína, fibra, Zinc y Vitamina C.
  • Agar-agar: espesante y gelatinizante apto para vegetarianos y de sabor neutro y sin apenas calorías. Favorece el tránsito intestinal y está muy recomendada en la elaboración de postres y “chuches” saludables y digestivos.

¿Cómo utilizar las algas en la cocina?

Aunque se pueden conseguir frescas, en conserva, es más fácil encontrarlas deshidratadas, por lo que para utilizarlas en ensaladas, se suelen dejar en remojo 30 minutos antes de añadirlas, teniendo en cuenta que aumentan mucho su tamaño al hidratarse. Para hidratarlas solo se necesita agua fresca y si se desea un poquito de sal. El agua de hidratación de las algas se puede guardar para añadirla a sopas y guisos.

También se pueden cocinar directamente desecadas, al vapor, añadidas a guisos, cremas, arroces, platos de pescado, legumbres, pasta… Se recomienda utilizar poca cantidad al principio, hasta familiarizarse con el producto, ya que en general aportan mucho sabor. En el caso de usarlas directamente deshidratadas hay que tener en cuenta que absorberán agua, por lo que habrá que añadir un poquito más de agua o líquido de lo utilizado en la receta sin algas. También hay que considerar que aumentarán su tamaño.

También se consumen secas y trituradas como condimento en polvo.

Pero si no terminas de acostumbrarte a su sabor y no consigues incluirlas en tus platos, también puedes consumir algas en forma de suplementos, con mayor concentración y propiedades terapéuticas: Fucus, Espirulina, Chlorella.

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Si eres de la generación de los 80 o los 90, seguramente recordarás cuando tu madre o abuela te ponía una cucharadita de polen en el yogur si comías mal y te obligaba a tomar unas ampollas de jalea real cuando tenías exámenes en el instituto, y es que ellas bien sabían que los regalos de las abejas han sido un complemento ideal para nuestra salud. Tanto es así que hoy en día se siguen descubriendo nuevas sustancias del polen con propiedades beneficiosas para nuestra salud.

Antes de nada queremos destacar que el polen de abeja es un alimento, no un medicamento, lo que ya le confiere una ventaja considerable ante la mayoría de las sustancias que podemos ingerir para mejorar nuestra salud, ya que se asimila fácilmente por nuestro organismo, pasa rápidamente al torrente sanguíneo sin apenas digestión, es altamente nutritivo y antioxidante, sin apenas toxicidad o efectos adversos y además su elaboración es altamente sostenible, especialmente si elegimos polen procedente de apicultura orgánica y ecológicamente responsable. Por todo esto cabe considerar que por mucho que se esfuercen los laboratorios farmacéuticos más modernos, con los ingredientes sintéticos más caros, a día de hoy no pueden igualar la eficacia, la calidad y sencillez del polen de abeja.

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Polen de Abeja en nuestra ecotienda¿Qué es el polen de abeja?

Es una sustancia natural que elaboran las abejas en su panal para alimentarse, por lo que se suele conocer también como “pan de abejas”. Lo elaboran a partir del polen de las plantas, que mezclan con sustancias que segregan las abejas para formar esos gránulos dorados a los que nos estamos refiriendo en este artículo.

El polen de abeja contiene:

  • Todos los aminoácidos esenciales y no esenciales necesarios (con los que nuestro organismo formará proteínas),
  • Considerable cantidad de enzimas (sustancias necesarias para que tengan lugar los procesos metabólicos de nuestro organismo: digestión, reproducción celular, equilibrio hormonal, formación de tejidos, etc.),
  • Oligoelementos fundamentales: Hierro, Cobre, Manganeso y Sílice
  • Vitaminas: A, E, C, B (antioxidantes e inmunoprotectoras).

¿Para qué se recomienda el polen de abeja?

  • Desórdenes metabólicos: el polen tiene un gran efecto como equilibrante y regulador metabólico, por ejemplo para trastornos de peso (sobrepeso o infrapeso), desequilibrios menstruales, infertilidad femenina y masculina o trastornos derivados de la menopausia.
  • Fatiga y estrés: ideal para personas convalecientes, agotadas físicas o emocionalmente y en periodos de sobreesfuerzo (cambios bruscos, época de exámenes, cambio de estación, etc.). Alivia la sensación de cansancio y confiere una sensación de fortaleza física y mental.
  • Debilidad inmunitaria: por su acción antibacteriana, el polen está especialmente recomendado para casos de gripes recidivantes (frecuentes) y como apoyo para nuestro sistema inmunológico natural o cualquier tratamiento destinado a mejorar nuestras defensas.
  • Depresión e irritabilidad: en tratamientos continuados ayuda a regenerar el equilibrio nervioso y la salud emocional
  • Anemia: por su alto contenido en aminoácidos y Hierro, es uno de los mejores suplementos naturales para casos de anemia, ya sea causada por pérdida de apetito, malnutrición o pérdida de sangre (operaciones, menstruaciones abundantes, hemorragias, etc.).
  • Problemas intestinales: tanto en casos de pérdida de motilidad intestinal, diarreas o estreñimiento, el polen es un gran aliado, que junto con una dieta adecuada ayudará a recuperar un tránsito regular y saludable. Se obtienen buenos resultados incluso cuando estos problemas intestinales están producidos por infecciones bacterianas tipo E.Coli, ya que el polen también tiene efecto antibacteriano
  • Prostatitis: uno de los usos más comunes del polen en naturopatía es precisamente el tratamiento de trastornos de la próstata. Tiene acción preventiva y curativa en casos de hipertrofia de la próstata, inflamación y complicaciones urinarias.
  • Problemas de piel, articulaciones y pelo: ayuda a la regeneración de los tejidos, por lo que no solo ayuda a su conservación sino que reduce la inflamación y el desequilibrio que causa por ejemplo pérdida de tersura en la piel, exceso de sebo, fragilidad capilar o inflamación de las articulaciones.
  • Salud visual: por su riqueza en antioxidantes, el polen de abeja ayuda a prevenir enfermedades degenerativas que afectan a la visión como la degeneración macular, el glaucoma o la pérdida de agudeza visual.
  • Pérdida de memoria y problemas cardiovasculares: por su riqueza en Tiamina (Vit.B1) el polen de abeja ayuda a una correcta función cerebral; por otro lado varios estudios han concluido que una correcta ingesta de Vitamina del grupo B previene problemas cardiovasculares favoreciendo una correcta salud de nuestros capilares sanguíneos y el tejido musculo-coronario.

¿Cómo tomar el polen de abeja?

En naturopatía está recomendado continuar un tratamiento con polen al menos durante 2 meses para valorar su efecto y obtener una mejoría profunda, comenzando con dosis pequeñas para ir aumentando paulatinamente hasta la cantidad diaria recomendada.

Se recomienda tomar 2 ó 3 cucharaditas al día en adultos, 1 cucharadita al día en niños de 5 a 12 años, media cucharadita al día en niños de 3 a 5 años y ¼ de cucharita al día para niños de 1 a 3 años. No obstante, en determinadas ocasiones y con supervisión de un especialista, se puede aumentar la dosis a 2 cucharadas soperas al día, en casos de malnutrición, anemia, prostatitis, etc.

El polen lo encontramos en su forma natural de gránulos, que es la más indicada para su consumo, sobre todo si no ha sido sometido a refinamientos o mucha manipulación. Cuanto más fresco, crudo y natural sea, mejores propiedades obtendremos.

Es ideal tomar el polen fresco antes de las comidas, solo con agua o mezclado con infusiones, yogur, cereales de desayuno, macedonia de frutas frescas, zumo recién exprimido, batidos, mezclado con miel, compotas o mermeladas, con manteca de coco BIO, kéfir o leche caliente vegetal (avena por ejemplo). Combina perfectamente con la miel y la jalea real, aumentando y complementando su poder terapéutico.

Contraindicaciones

El polen se considera un alimento prácticamente inocuo. Pueden tomarlo las personas diabéticas de tipo I y II, los niños y las mujeres embarazadas, siempre que el polen ingerido sea de buena calidad.

Se recomienda precaución en personas alérgicas al polen, ya que en estos casos existe una gran controversia: en muchos casos se ha observado que la toma de polen en pequeñas dosis durante mucho tiempo tiene un efecto preventivo y curativo para casos de alergia estacional (al polen de plantas), realizando un cierto “efecto vacuna”, no obstante, en casos de asma severa alérgica, está desaconsejado el consumo de polen de abeja.

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La amplia gama de vegetales, aporta todos los nutrientes necesarios para la vida y la salud del ser humano, evitando los tóxicos de los productos cárnicos, por eso una dieta vegetariana puede ser una muy buena opción, siempre que se tengan en cuenta ciertas premisas:

  • Alimentos variados y en suficiente cantidad: muchas deficiencias en dietas vegetarianas son causadas por una dieta repetitiva, escasa y pobre, en la que se comen siempre los mismos alimentos, en mucha o poca cantidad. La base de la alimentación vegana debería ser los cereales integrales, en segura instancia encontraríamos las frutas, frutos secos, verduras y hortalizas, siguiendo con las legumbres, las algas, los brotes y germinados.

  • Cereales de buena calidad: los cereales blancos refinados han perdido gran parte de valor nutricional, en cambio los cereales integrales son ricos en oligoelmentos y vitaminas. Los cereales más recomendados serán el trigo sarraceno, la quinoa y el arroz integral.

  • Aceites vegetales de calidad: en el proceso de obtención y refinado de los aceites se pierde gran valor nutricional, destruyendo por ejemplo sus vitaminas naturales y añadiendo residuos tóxicos en muchos casos, por eso, para asegurar un buen aporte de ácidos grasos se deberán consumir aceites obtenidos mediante procesos mecánicos en frío, sin la utilización de disolventes ni aditivos.

  • Esenciales diarios: todos los días se deberán ingerir alimentos esenciales: levadura de cerveza o leches vegetales, Omega3 (nueces, cánola o lino), cereales integrales y fibra.

  • Alimentos BIO: los alimentos BIO han sido cultivados bajo las indicaciones de la agricultura ecológica, lo que significa que están libres de residuos tóxicos, pesticidas y fertilizantes, y libre también de manipulación genética. Todo esto implica que mantienen sus propiedades nutricionales y medicinales intactas y resultan altamente nutritivos.

  • Calcio: Además de los lácteos, que además de calcio tienen otras sustancias que generan problemas en nuestro organismo, podemos encontrar calcio en buenas proporciones en el brócoli, perejil, repollo, diente de león, algas, sardinas (pescado azul fresco), almendras, nueces, ortiga, berro, avena, semillas de lino, germen de trigo, lentejas, garbanzos o sésamo.
    [ Una cucharada de sésamo o de algas aportará la misma o mayor cantidad de calcio a nuestro organismo que un vaso de leche de vaca. ]

  • Vitaminas B12 y D: estas vitaminas no se encuentran en los vegetales, pero si en los lácteos y los huevos en suficiente cantidad. \
    • La vitamina D es esencial para la absorción y aprovechamiento del Calcio. Nuestro organismo produce vitamina D cuando tomamos el sol. Con estar expuestos a la luz solar 10 min. al día obtendríamos esta vitamina. También se encuentra en los lácteos.
    • La vitamina B12 es esencial para la producción de hemoglobina y esencial para la división celular entre otras funciones vitales. Los cereales integrales son ricos en vitaminas del grupo B, excepto la B12. Esta podemos encontrarla en los lácteos y los huevos, en suplementos como la Levadura de Cerveza y en alimentos “enriquecidos con vitamina B12” como algunas bebidas vegetales, tofu, cereales para el desayuno, etc.

  • Proteína vegetal: Las proteínas están formadas por aminoácidos y nuestro organismo las digiere o descompone para obtener de ellas sus aminoácidos, y con estos formar proteínas propias como la insulina o hemoglobina. Este proceso se denomina metabolismo de las proteínas. Las proteínas de la carne son muy ricas en aminoácidos por lo que se consideran más nutritivas, pero con una dieta vegetal variada podemos alcanzar fácilmente el mismo valor nutricional.
  • Alimentos vegetales ricos en proteínas y en aminoácidos:
  • Soja
  • Quinoa
  • Avena
  • Trigo sarraceno
  • Espelta
  • Levadura de cerveza
  • Germen de trigo
  • Lentejas
  • Guisantes
  • Garbanzos
  • Alga espirulina
  • Almendras
  • Setas y hongos
  • Cacahuetes
  • Germinados
  • Brotes
  • Pipas de girasol
  • Pipas de calabaza
  • Arroz integral
  • Sésamo o tahini
  • Brócoli
  • Judías verdes
  • Tofu
  • Semillas de lino
  • Alga chlorella y otras algas (nori,wakame, kombu...)
  • Nueces
  • Anacardos


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