La espelta (Triticum Spelta y Triticum Diccocum) es un cereal familia del trigo, también conocido como trigo verde o escanda.
Su cultivo proliferó hace más de 7000 años por todo oriente, China, Egipto, Turquía, hacia el norte de Europa y de la península ibérica, ya que la espelta, crece en zonas húmedas y soporta mejor que el trigo común las bajas temperaturas. A pesar de que también es más resistente a las enfermedades de los cultivos y las sequías, tiene más y mejores nutrientes y su sabor es más intenso que el del trigo, su popularidad decayó debido a que su cultivo no resultaba tan rentable, ya que crece más despacio que el trigo y además, tiene una cáscara más dura que cuesta más eliminar en los procesos de recolección y preparación para el consumo.
Hoy por hoy, se ha recuperado la espelta como alimento primordial en muchas dietas. Gracias a la proliferación de los cultivos ecológicos y al estudio de los alimentos respetando su esencia natural, la espelta ha recobrado el protagonismo que un día tuvo.
Nutricionalmente, la espelta mantiene muchos más nutrientes intactos gracias a que no se ha comercializado tanto con él, y todos los estudios y alteraciones genéticas se han volcado en el trigo. Hoy por hoy, las propiedades nutricionales del trigo se han deteriorado en pro de un comercio y cultivo más rentable, como ocurre con muchos otros alimentos, en cambio, la espelta, es cultivada actualmente por agricultores ecológicos, y su composición química y nutritiva no ha sufrido alteraciones a lo largo de los años.
Tiene un alto contenido en carbohidratos, vitaminas (B1 y B2) y oligoelementos (minerales básicos como el magnesio, el potasio o el cinc), en mayor cantidad y calidad que en el trigo común. Su valor nutricional más reconocido, sobre todo para dietas vegetarianas, es su alto contenido en proteínas, que ronda el 20%, y su alto contenido en fibra.
Aunque su precio es un poco más elevado, os recomendamos que probéis la pasta elaborada con espelta, con 250gr obtendréis 3 o 4 raciones, y os aseguraréis los mejores nutrientes y un sabor un poco más dulce que en la pasta convencional. Las galletas o panes de harina de espelta tampoco tienen desperdicio.
Como contiene gluten, al igual que el trigo, no puede ser consumido por personas celíacas.