Cuando realizamos una dieta de control de peso lo primero de lo que nos quejamos es de comer todo el día “lechuga” y te obsesionas pensando en el chocolate que has dejado abandonado en el armario antes de comenzar.
Hacer dieta no es solo adelgazar, también es depurarte y eliminar toxinas, renovar tu organismo, adquirir vitaminas y minerales que hagan que funciones mejor, lo cual se refleja en un cuerpo más sano. Para ayudaros a cambiar el chip cuando hagáis dieta os presentamos un resumen de las verduras y frutas que menos engordan y más nos aportan.
---------------
Solo nos queda añadir, que para encontrar todas las propiedades intactas en cualquier fruta y verdura, con todos sus nutrientes y principios activos en su concentración natural, mucho mejor si los consumimos de cultivo ecológico, ya que el cultivo tradicional, con pesticidas, fertilizantes, conservantes, etc... restan en muchos casos hasta un 40% de los nutrientes naturales de la fruta o verdura, sustituyéndolos en el mejor de los casos por agua.
La fitoterapia se basa en el estudio de las propiedades curativas de las plantas y su conocimiento se ha ido extendiendo y evolucionando a lo largo de los siglos hasta nuestros días.
Desde el antiguo Egipto, por ejemplo, nos llega la referencia de una de las primeras enciclopedias de plantas medicinales, el papiro Ebers, que recoge especificaciones de 85 plantas diferentes, entre las que se encuentra por ejemplo la menta o la amapola. Desde entonces, todas las civilizaciones y culturas han estudiado los remedios vegetales como medio de curación del cuerpo, y en muchos casos, del espíritu.
Mediante la utilización terapéutica de plantas podremos prevenir o aliviar una patología leve o moderada, de una forma natural y poco agresiva para nuestro organismo y con menos efectos secundarios. Esto no significa que muchas plantas no tengan poderes y efectos extraordinarios y/o peligrosos, ya que muchas drogas, venenos y productos tóxicos son de origen natural.
La farmacopea (farmacia) y la química estudian todas las propiedades terapeúticas y composiciones químicas de las plantas y los vegetales entre otros elementos, para la preparación de medicamentos. Concentrando y mezclando compuestos y principios activos nos ofrecen un preparado, previamente testado. El principio activo se encuentra en muchos casos en muy alta concentración, y algunas veces puede resultar una solución un poco agresiva para patologías leves. Por otra parte, muchas estudios han revelado que la utilización de medicamentos merma el poder autocurativo natural de nuestro organismo, y entre otras cosas, a la larga nos hace más vulnerables e indefensos.
La fitoterapia, aunque también estudia la toxicidad de muchas plantas y drogas, está planteada como una forma de autocuración, con remedios fáciles de prepara y con una actividad más leve, y menos agresiva, que en muchos casos en más que suficiente para curar dolencias o problemas de salud cotidianos.
El principio activo de una planta es su potencial curativo, la parte química donde residen los ingredientes que la hacen efectiva para una enfermedad o patología en concreto. El principio activo de una planta es lo que se extrae para la elaboración de fármacos o lo que obtenemos en menor concentración en un preparado natural, como infusión, aceite esencial, tintura o jarabe.
La fitoterapia también estudia la mejor manera de extraer el principio activo de cada planta, de tal manera que guarde sus propiedades y no se vean alteradas, así que dependiendo de la planta, del principio activo y su composición química, será recomendada una preparación u otra. Por otro lado, para su extracción se utilizan 3 sustancias básicas, agua, aceite o alcohol.
Todas estos preparados se llaman tisanas, y se clasifican en 4 grupos principales:
La medicina convencional, se ha especializado a lo largo de los siglos en curar, sobre todo curar de manera química y mecánica, obteniendo resultados excelentes, pero no debemos olvidar, que muchas otras terapias y formas de medicina se basan en prevenir y fortalecer el cuerpo para que enferme lo menos posible y sobre todo, averiguando qué provoca esa enfermedad para curar el problema desde su raíz.
Cuando nos duele la cabeza, tenemos el colesterol alto o nos resfriamos muy a menudo, lo solemos solucionar tomando una pastilla que nos alivie el dolor, que nos regule los niveles de colesterol o tomando antigripales que nos hagan más llevadero el constipado. Pero realmente se puede hacer mucho más, y lo mejor que se puede hacer es averiguar y entender qué produce ese dolor de cabeza o qué hace que tengamos un desequilibrio inmune.
Es cierto que existen especialistas que nos pueden realizar pruebas y análisis para conocer las causas de nuestro mal, pero quizá por saturación, por tradición, porque así lo demandamos los enfermos, o por comodidad, la solución en muchos casos, vuelve a ser curar los síntomas, aliviar los dolores sin profundizar para averiguar qué produce ese mal.
La medicina holística ofrece una alternativa a este modo de tratar las enfermedades, fijando su interés en las causas reales del malestar, no solo en los síntomas, centrándose también en la relación entre nuestra energía vital y nuestra forma de vida y el malestar. Esta forma alternativa de entender la salud y nuestro cuerpo, nos muestra que es posible prevenir, mantener un equilibrio en nuestro cuerpo y nuestra mente que nos ayudará a estar fuertes, hará que nuestros órganos respondan correctamente podrá prevenir o incluso evitar cualquier enfermedad.
Existen muchas alternativas y terapias complementarias: colorterapia, indibaterapia, homeopatía, reflexología, acupuntura, reiki, yoga, chi kung, homotoxicología, iridologia... y nuestras favoritas: naturopatía, aromaterapia y fitoterapia.
La eficacia de estas terapias estará inevitablemente ligado a la profesionalidad del especialista, a su experiencia y responsabilidad, por eso os recomendamos que os informéis adecuadamente antes de acudir a un especialista alternativo y que siempre, por encima de todo, hagáis caso a vuestro sentido común e intuición a la hora de poneros en manos de alguien. Sentirse cómodo y seguro es una parte imprescindible para obtener buenos resultados en cualquier técnica.