Hoy en día es muy común encontrarnos estresados, ansiosos, alterados o nerviosos, lo que afecta negativamente a muchas funciones de nuestro organismo: concentración, respiración, digestión, descanso o capacidad de sentir placer, entre otras funciones. Por eso es de vital importancia controlar en la medida de lo posible nuestra sensación de nerviosismo para conseguir el equilibrio y la calma.
Muchos productos farmaceuticos muy consumidos hoy en día, tienen un efecto muy potente sobre nuestro sistema nervioso ya que no solo lo relajan sino que llegan a anularlo por completo, lo que es totalmente innecesario, contraproducente y exagerado la mayoría de las veces.
La ansiedad y el nerviosismo casi siempre son síntomas de una forma de vida equivocada, una depresión o algún otro transtorno emocional de fondo al que debemos prestar atención ya que por supuesto no desaparecerá “anulando” nuestro sistema nervioso y durmiendo nuestros sentidos. Para solucionar el verdadero problema de fondo, podemos recurrir a psicoterapeutas y expertos en meditación y yoga, que nos ayuden a controlar nuestra respiración y nuestras emociones mientras solucionamos nuestros problemas emocionales. El masaje shiatsu también supone una gran ayuda para relajar el sistema nervioso.
Existen varias plantas medicinales con extraordinarias propiedades calmantes de nuestro sistema nervioso pero todas estas que os recomendamos tienen un efecto leve o moderado, de tal manera que administradas adecuadamente no suponen riesgo para salud, no crean adicción, no producen “efecto rebote” y suponen una extraordinaria ayuda para relajar nuestro sistema nervioso.
En cualquier caso, la toma de suplementos medicinales o fármacos supone solo una pequeña parte en el tratamiento de desequilibrios nerviosos como la ansiedad, el estrés o la falta de paz, por lo que es recomendable y necesario acudir a un especialista.
Aplicación: Masajear mediante fricciones lentas los pies y/o el pecho.
Consejo: Realizar respiraciones lentas y profundas, prestando atención al ritmo y sintiendo cómo se 'infla' nuestro pecho.
Recientemente ha tomado importancia entre nosotros el movimiento ayúrverda. Existen varios terapeutas que practican masajes ayurvédicos, nutricionistas que recomiendan dietas ayurvédicas o incluso están llegando a nosotros cosmética o infusiones ayurvédicas, así que hoy os vamos a explicar en qué consisten los principios de esta maravillosa ciencia.
El Ayúrveda es una filosofía India que corrió paralela al Budismo y que ha dado pie a muchas otras filosofías o ciencias holísticas como el yoga, la acupuntura o la fitoterapia china. Su nombre “ayúrveda” se puede traducir como “la ciencia de la vida” y proviene del sánscrito (antigua lengua clásica india).
En 1995 se inauguró el “Indian Systems of Medicines and Homoeopathy” que en 2003 fue renombrado: “Ayurveda, Yoga and Naturopathy, Unani, Siddha and Homoeopathy (AYUSH)” por el Ministerio de Salud y Bienestar del Gobierno de India. Hoy por hoy se estudia en la India en muchos colegios, se practica en hospitales Ayurvédicos y ha llegado con fuerza a occidente donde ya son muchas las personas y profesionales que estudian y siguen su filosofía.
El ayúrveda no es solo una ciencia que se estudia, tampoco es una dieta o un masaje ni un tipo de meditación o producto, sino que es una forma de vida que tiene como fin encontrar el equilibrio energético entre cuerpo y espíritu, eliminar el sufrimiento y lograr la salud y la liberación, todo esto se consigue por mediación de un equilibrio energético con todo lo que nos rodea, incluido la naturaleza, ya que somos parte de ella.
Su filosofía engloba una dieta, una forma de curarse y una forma de relacionarse y actuar muy específicos que se explican en los Vedas. Los Vedas son 4 textos sagrados en los que se basa la filosofía hindú, y en uno de ellos, en Atharvaveda, relata las especificaciones ayurvédicas que afectan a la psicología, la nutrición, la medicina holística, la sociología, la espiritualidad y la higiene.
Para comprender el papel del ser humano en la ayúrveda, lo tenemos que situar como una pequeña parte del todo, que es el universo, y además una parte íntimamente relacionada con el resto de los seres vivos, con la energía y la materia del universo.
Debemos tener en cuenta que todo el universo, incluido el ser humano, los animales, materias o plantas están compuestos por:
:: Agua > Apa
:: Aire > Vayu
:: Espacio > Akash
:: Fuego > Tejas
:: Tierra > Prithvi
El ser humano a su vez está compuesto por:
:: Cuerpo > Sarira
:: Mente > Manas
:: Espíritu > Atman
Para conseguir la salud, debemos procurar la felicidad ya que “La salud es conocida como felicidad mientras que el desorden es infelicidad.”
Los Doshas ayurvédicos son propiedades energéticas que están relacionadas con la salud y el metabolismo, ya que en nosotros conviven las distintas doshas, pero si alguna destaca demasiado por encima de las otras, conviviremos con sus virtudes y sus puntos débiles y esto podría hacernos enfermar de cuerpo o mente.
Las Gunas son fuerzas o características que afectan a todo lo que existe incluido los seres humanos o los alimentos.
Con respecto a los alimentos, deberemos elegir los que mejor nos convengan según nuestra energía (Dosha) y su tipo de Guna, para nutrirnos o sanarnos.
Para el ayúrveda una dieta Sattvica combinada con algunos alimentos rajasicos es perfecta, es decir, una dieta vegetariana. Con este tipo de dieta mantendremos el cuerpo y la mente sanos y conseguiremos una meditación profunda y estar en equilibrio con la energía que nos engloba.
Pasamos más de 5 años de nuestra vida, que se dice pronto, durmiendo, y es que dormir es una de nuestras actividades vitales. Durante nuestras horas de sueño, a pesar de que pueda parecer lo contrario, nuestro cerebro entra en una actividad frenética y se suceden cientos de procesos de vital importancia para nuestro organismo.
Son muchas las preguntas que podemos hacernos acerca de nuestras horas de sueño, y hoy por hoy, no todas tienen respuesta, pero si que se conocen muchas de las reacciones químicas que se desencadenan durante el sueño y sus fases, entre la que se encuentra la conocida fase REM.
Por ejemplo, La Universidad de Quebec, en Canadá, ha determinado que cuando dormimos nuestro organismo produce un aumento de los niveles de vasopresina, que es una hormona que actúa conservando el agua en nuestro organismo, de tal manera que, gracias a este aumento, durante la noche no tenemos la necesidad de beber que tenemos durante el día.
Siguiendo con la secreción de hormonas, mientras dormimos también se libera la hormona del crecimiento o GH, que alcanza su cuota más alta en sangre a los 15-20 minutos de dormir profundamente. Los niveles de esta hormona son menores según vamos cumpliendo años, hasta que, a partir de los 50 años ya no segregamos hormona del crecimiento.
La melatonina es otra hormona que se comienza a segregar cuando se pone el sol y hace que tengamos ganas de dormir. Durante el sueño también aumentan los niveles de estrógenos, progesterona (hormonas sexuales), adenosinas (imprescindibles en la transferencia de energía) y neuropéptidos (aprendizaje, memoria y comportamiento sexual).
Hasta los primeros años del siglo XX se creía que el cerebro por la noche estaba en un estado de “reposo”, de pausa que servía para recuperarse de la actividad del día, pero hoy por hoy se sabe que no es así, sino más bien todo lo contrario. Aunque no se conocen todos los procesos que se desencadenan durante las fases del sueño, lo que si sabemos, gracias al control de la actividad cerebral, es que durante el sueño se consolidan los conocimientos y recuerdos adquiridos durante el día, es decir, los recuerdos a corto plazo del hipocampo se “trasladan” a la corteza cerebral para ser almacenados como recuerdos a largo plazo. Por eso, el sueño es tan necesario para un buen aprendizaje, ya que hará que lo que hemos aprendido quede “grabado” en nuestro cerebro para siempre, al menos de un modo inconsciente.
El psicoanálisis siempre ha defendido la teoría de que durante el sueño aprovechamos para dar rienda suelta a nuestro deseos sexuales tanto a nivel psicológico como físico, y por eso se producen erecciones, dilatación vaginal y aumenta la temperatura del clítoris; pero otra vertiente de estudios, aseguran que eso no es más que una consecuencia de la elevada actividad del sistema nervioso durante la fase REM, ya que no solo se estimulan los órganos sexuales, sino que también aumenta la presión sanguínea, la temperatura, el ritmo respiratorio y las pulsaciones, así como la actividad cerebral que da lugar a los sueños.
Mientras dormimos vamos atravesando varias fases que se pueden dividir en 2, fase no REM y fase REM.
Poco a poco la fase frenética REM desciende hasta volver a comenzar el ciclo desde la fase No REM. Durante la noche podemos completar 4 ó 5 ciclos seguidos.
Durante la fase REM, la fase de los sueños, damos sentido a los sucesos del día y descartamos lo que no nos interesa, todo desde el subconsciente. Los sueños nos ayudan a comprender ciertos acontecimientos, a asimilar otros o superar nuestras inseguridades y miedos, todo ello disfrazado de secuencias o historias a las que muchas veces no sabemos dar senitdo. Soñar es muy importante para favorecer nuestra creatividad y consolidar nuestras emociones.
Por otra parte, como curiosidad os diremos que todo el mundo sueña a lo largo de toda la noche, al principio del ciclo tenemos sueños más ligeros, sencillos y cortos, pero en la fase REM tenemos sueños complicados, surrealistas o por el contrario de un gran realismo, pero en cualquier caso son sueños largos (20 min. Aprox.) y muy intensos, algunas personas son capaces de recordar más o menos detalles de sus sueños y otras personas no, pero todos soñamos mientras dormimos.
Es muy común oir hablar acerca de la 'flor de la pasión' sobre todo como ingrediente exótico en champús y geles o cosméticos en general, pero lo cierto es que aparte de ser una flor muy llamativa y tener un fruto muy rico, sus propiedades terapeuticas están muy lejos de la excitación....
La pasiflora es una planta trepadora originaria de Centro América que alcanza unos 9 metros de altura, tiene frutos comestibles, el maracuyá, y una flor muy particular y exótica. Es común ver alguna especie de pasiflora en jardines pero en ese caso, los frutos que da esa variedad son tóxicos, por lo que hay que tener cuidado.
La pasiflora también se conoce como flor de la pasión aunque su nombre científico es Passiflora caeurulea. Los primeros misioneros que llegaron a Centro América fueron quienes bautizaron a esta planta como flor de la pasión ya que relacionaron las distintas partes de la flor con los instrumentos usados durante la Pasión de Cristo; viene del latín flos passionis que significa 'flor del sufrimiento'.
Los Indios americanos ya usaron esta planta con fines medicinales, creando cataplasmas con las que cubrían heridas y quemaduras. Hoy en día se puede encontrar en los herbolarios y su uso principal es para tratar la ansiedad, el nerviosismo y el estrés. La acción de la pasiflora, al contrario que el de otros relajantes, no crea efectos depresivos ni adicción, por lo que se puede usar con tranquilidad, en caso de estar embarazada es mejor consultar con un especialista.
La pasiflora está indicada contra todo tipo de problemas nerviosos, ya sean situaciones puntuales de estrés como exámenes o hablar en público, situaciones de estrés derivadas del trabajo o problemas emocionales y en casos de ansiedad. También es recomendable su uso como apoyo a personas con depresión y en casos de insomnio.
La acción de la pasiflora se centra en el sistema nervioso central por lo que su acción afecta también al sistema muscular relajándolo. Todos los dolores que estén relacionados con el sistema nervioso se atenúan con el uso de la pasiflora, por ejemplo los dolores de cervicales por una mala posición y la tensión y carga que supone a los músculos de esta zona y la rigidez muscular. También esta indicada en casos de dolores menstruales y cefaleas.
Su principio activo se encuentra en mayor concentración en sus hojas, por lo que se suele consumir con fines terapéuticos en forma de infusión.
Su fruto es el maracuyá. Es un fruto comestible muy rico pero con el que hay que tener cuidado ya que es tóxico si no está maduro, pero una vez alcanzada la madurez posee vitaminas como la A, B y C y diversos minerales como el hierro. Tiene las mismas propiedades sedantes que la planta y además tiene un sabor muy dulce especial, por lo que se puede comer solo, en ensaladas, batidos, zumos, mermeladas... El maracuyá que se cultiva habitualmente, ya que es el recomendado para el consumo, es el que proviene de la pasionaria edulis o amarilla.