Desde nuestra revista digital nos posicionamos en contra de la manipulación genética de los alimentos tal y como es gestionada hoy por hoy, no obstante en este artículo expondremos también también las virtudes de la manipulación genética agrícola.
transgénicos SI
La manipulación genética de los alimentos nació para paliar la necesidad de alimentar cada vez a más millones de personas en todo el mundo con menos terreno agrícola para destinar a este fin.
Uno de los mayores defensores de la manipulación genética para cultivos agrícolas es un importante ambientalista americano Stewart Brand, que alega que esta técnica es imprescindible para alimentar a toda la población mundial de forma rápida, eficaz, creando cultivos más resistentes a las plagas y enfermedades y así reduciendo a la vez la cantidad de pesticidas y fertilizantes químicos tan perjudiciales para la salud.
La superpoblación mundial y el crecimiento de los países 'en vías de desarrollo', como China o India, y el despilfarro consumista de los países desarrollados (el consumismo impuesto y desmesurado es otro gran problema que causa desequilibrios en muchos y diferentes ámbitos), exigen soluciones de abastecimiento difíciles de solucionar, ya que cada vez existe más población que alimentar, también cada vez son más grandes las distancias entre núcleos de población y la contaminación y la devastación del terreno natural limitan cada vez las condiciones favorables para la agricultura.
Eliminar estas técnicas de manipulación genética aplicadas a la agricultura, hoy por hoy sería muy complicado, para algunos inviable, ya que costaría mucho conseguir este nivel de “eficacia” en los cultivos de forma natural, a la vez que encarecerían mucho los precios de los alimentos frescos.
Es decir, la manipulación genética puede dar lugar a alimento barato, nutritivo y “limpio”, a la vez que permite “ahorrar” terreno agrícola que tanto escasea hoy en día.
Hasta aquí todo parece perfecto, estamos de acuerdo con la manipulación genética agrícola, pero entonces ¿por qué cada vez existe más hambre y pobreza? ¿por qué los alimentos parecen ser de menor calidad? ¿por qué a pesar de ser más baratos, cada vez se consumen menos productos frescos.
transgénicos NO
Como en tantos otros casos cotidianos, el problema surge en la forma y el método, no en el fondo. Es decir, el problema no es la manipulación genética o los avances científicos en este campo, sino en el uso que se hace de estos avances.
A la vista de todos está que el uso de las técnicas de manipulación de cultivos, no solo no ha eliminado el hambre del mundo, y tampoco ha frenado la contaminación de cultivos, y menos aún ha mejorado la calidad de los alimentos o la vida de los agricultores, sino que simplemente ofrece una mayor rentabilidad de esos cultivos que favorece al mercado de importación y exportación y a los acuerdos mercantiles entre naciones.
Cierto es que los alimentos transgénicos resisten mejor las plagas, las inclemencias, son mas dulces a veces, y tienen una piel más resistente para facilitar su transporte, y además, son productos baratos que casi cualquiera puede consumir. El problema es ¿a qué precio conseguimos todos estos supuestos beneficios?.
- La cara oculta de los productos transgénicos es que en la gran mayoría de los casos tienen disminuidas sus propiedades nutritivas (o terapéuticas en el caso de plantas medicinales), ya que se antepone conseguir alimentos rentables por encima de conseguir alimentos nutritivos.
- Por otro lado, cientos de estudios a lo largo de todo el mundo, afirman que los alimentos transgénicos pueden desencadenar (o desencadenan) consecuencias inesperadas en nuestro organismo, tales como alergias o enfermedades autoinmunes, ya que nuestro cuerpo “no reconoce” las cadenas genéticas alteradas, y tiende a generar rechazos hacia los alimentos que las contienen.
- Algunos otros estudios también nos advierten que el uso de estos productos alterados genéticamente pueden producir resistencia a los antibióticos, ya que muchas de estas manipulaciones alimentarias se llevan a cabo introducciendo genes de baterias. Por otro lado, estas nuevas especies vegetales más resistentes, pueden dar lugar a toxinas o microorganismos más resistentes también, y por lo tanto, más peligrosos.
- Existe también un gran problema con la alteración de la esencia natural de muchas especies, de hecho, algunas especies vegetales han quedado alteradas o “mutadas” artificialmente para siempre, y en algunos casos esto puede afectar muy seriamente a los diferentes ecosistemas y al equilibrio medioambiental.
- Por otro lado, la manipulación genética no solo afecta a los cultivos agrícolas, sino también a las ganaderías, ya que trabajan para conseguir gallinas que pongan más huevos, vacas que den más leche o pollos con más volumen muscular, y una vez más ¿a qué precio?.
Surgen cientos de cuestiones éticas y sanitarias, ya que desconocemos las consecuencias de insertar genes de ranas en cadenas genéticas de nueces, por ejemplo, y saltan miles de alarmas de estudios que relacionan el Parkinson, las alergias o el Alzheimer con la alimentación, pero en cambio, se siguen practicando estas manipulaciones genéticas, sin escuchar estas alarmas ni las miles de voces que queremos defender nuestro derecho a la información (cuanto menos), y así, día tras día, cada vez avanzando un paso más allá, jugando con fuego, los mercados siguen exponiendo a toda la población mundial a unas consecuencias inciertas para nuestra salud y nuestro equilibrio natural, a cambio de su margen de beneficios más amplio... Al menos deberían cumplir su propósito inicial y producir alimentos sanos y sostenibles para nutrir a toda la población ¿o quizá era solo una excusa para conseguir carta blanca de actuación?.
Una vía de escape es el consumo de alimentos ecológicos, de temporada, frescos o poco elaborados y de cultivo local (cercano). Otra vía de escape, la más poderosa, es la información y la exigencia; tenemos derecho a la información de los procesos y tenemos derecho a exigir el cumplimiento de las leyes de protección sanitaria, protección medioambiental y respeto social y moral.