Una ola de productos adelgazantes y quemagrasa invaden farmacias, herbolarios y supermercados en fechas claves del año. Es fácil encontrar todo tipo de pastillas para adelgazar que prometen que nos harán perder peso rápidamente y sin esfuerzo, pero sintiéndolo mucho... las pastillas para adelgazar no existen. Hoy por hoy no hay ningún producto en el mercado que tengan ese efecto así, tal cual nos quieren hacer creer; lo que sí existen son suplementos y productos alimenticios que ayudan a bajar de peso.
Adelgazar sin esfuerzo es un concepto muy extendido hoy en día pero que se basa en el marketing, en la cultura occidental de gratificación inmediata y poco esfuerzo, pero lo verdaderamente importante para perder peso es averiguar qué está provocando el sobrepeso para posteriormente favorecer un cambio de mentalidad y un cambio de hábitos permanente, porque sino sólo conseguiremos adelgazar momentáneamente y sufrir el temido efecto rebote. Pero si ya estás en "el buen camino", has comenzado a cambiar tus hábitos, a alimentarte de forma saludable y a hacer algo de ejercicio, existen suplementos naturales que van a favorecer tu pérdida de peso.
Estos suplementos ayudan en la pérdida de peso porque tienen funciones beneficiosas para la limpieza y desintoxicación de nuestro organismo así como para la aceleración de nuestro metabolismo basal. Mejoran el tránsito intestinal, el metabolismo de las grasas, ayudan a eliminar toxinas del intestino y mejoran la función del sistema linfático, circulatorio, riñones, intestinos e hígado. Todas estas mejoras en nuestro organismo tienen un efecto adelgazante simplemente porque lo que nos sobraba eran líquidos retenidos y tóxicos en sistema linfático e intestino (que provocan hinchazón). Otras veces, el motivo es que nuestro hígado (que se encarga de metabolizar la grasa) está sobrecargado y no funciona correctamente. Por eso, cuando comenzamos a cambiar nuestra dieta, ayudamos a que nuestro hígado realice con mayor eficacia sus funciones depurativas y metabólicas.
Hemos clasificado estos suplementos que favorecen la pérdida de peso en cuatro categorías según sus funciones:
Es esencial no sufrir de estreñimiento para eliminar todos los desechos de forma regular y mejorar la absorción de nutrientes. Lo principal es beber agua para mantener el cuerpo hidratado y comer cereales integrales, verduras y frutas que nos aporten fibra y líquidos. Para ayudar a tu tránsito intestinal te recomendamos:
Los productos naturales depurativos son muy beneficiosos para nuestra salud, tanto es así que es recomendable realizar una cura depurativa al menos una vez al año, pero con mucha mayor razón si pretendemos perder peso. Para eliminar nuestra grasa retenida es imprescindible que nuestros emuntorios (órganos depurativos del organismo) funcionen correctamente y todas nuestras "cañerías" estén bien limpias. Como suplementos depurativos te recomendamos:
Nuestro metabolismo basal marca el ritmo y la velocidad con la que nuestro organismo consume energía y por lo tanto calorías y grasa. La celeridad de nuestro metabolismo viene marcada en parte por nuestra herencia genética, pero en también tiene un componente nutricional y hormonal muy importante. La eficacia de nuestra tiroides, hormonas y sistema nervioso condicionarán nuestro metabolismo, así como la cantidad y calidad de nutrientes necesarios para los procesos metabólicos que obtengamos con nuestra dieta. Por ejemplo las dietas bajas en calorías y grasas favorecen una ralentización de nuestro metabolismo, ya que nuestro cuerpo activa su "modo ahorro" particular. Una dieta variada y una vida activa ayudan a activar nuestro metabolismo, pero también existen suplementos que nos ayudan en esta tarea:
En nuestro proceso de adelgazamiento es fundamental tener en cuenta que el sobrepeso es un síntoma, no un problema en si mismo. El exceso de grasa y líquidos retenidos es una consecuencia que se produce por un cuerpo intoxicado, por unos órganos sobrecargados, por una nutrición equivocada, por un desequilibrio hormonal o incluso por un sistema nervioso alterado. Por lo tanto, como ya hemos indicado otras veces, la primera fase de un proceso adelgazante debe consistir en averiguar por qué se produce ese exceso de peso en nuestro cuerpo, porque no todo el mundo sufre sobrepeso por las mismas causas y por eso no sirven los mismos remedios.
Para tener éxito y salud en nuestro proceso de pérdida de peso, y además que se mantenga en el tiempo, debemos contar con un buen profesional que nos guíe en el proceso. Nosotros te recomendamos la naturopatía ya que tiene una visión global de la persona y actúa a un nivel profundo provocando no solo una pérdida de peso, sino una recuperación de la salud y un cambio positivo para nuestra vida en general.
Si eres de la generación de los 80 o los 90, seguramente recordarás cuando tu madre o abuela te ponía una cucharadita de polen en el yogur si comías mal y te obligaba a tomar unas ampollas de jalea real cuando tenías exámenes en el instituto, y es que ellas bien sabían que los regalos de las abejas han sido un complemento ideal para nuestra salud. Tanto es así que hoy en día se siguen descubriendo nuevas sustancias del polen con propiedades beneficiosas para nuestra salud.
Antes de nada queremos destacar que el polen de abeja es un alimento, no un medicamento, lo que ya le confiere una ventaja considerable ante la mayoría de las sustancias que podemos ingerir para mejorar nuestra salud, ya que se asimila fácilmente por nuestro organismo, pasa rápidamente al torrente sanguíneo sin apenas digestión, es altamente nutritivo y antioxidante, sin apenas toxicidad o efectos adversos y además su elaboración es altamente sostenible, especialmente si elegimos polen procedente de apicultura orgánica y ecológicamente responsable. Por todo esto cabe considerar que por mucho que se esfuercen los laboratorios farmacéuticos más modernos, con los ingredientes sintéticos más caros, a día de hoy no pueden igualar la eficacia, la calidad y sencillez del polen de abeja.
Es una sustancia natural que elaboran las abejas en su panal para alimentarse, por lo que se suele conocer también como “pan de abejas”. Lo elaboran a partir del polen de las plantas, que mezclan con sustancias que segregan las abejas para formar esos gránulos dorados a los que nos estamos refiriendo en este artículo.
El polen de abeja contiene:
En naturopatía está recomendado continuar un tratamiento con polen al menos durante 2 meses para valorar su efecto y obtener una mejoría profunda, comenzando con dosis pequeñas para ir aumentando paulatinamente hasta la cantidad diaria recomendada.
Se recomienda tomar 2 ó 3 cucharaditas al día en adultos, 1 cucharadita al día en niños de 5 a 12 años, media cucharadita al día en niños de 3 a 5 años y ¼ de cucharita al día para niños de 1 a 3 años. No obstante, en determinadas ocasiones y con supervisión de un especialista, se puede aumentar la dosis a 2 cucharadas soperas al día, en casos de malnutrición, anemia, prostatitis, etc.
El polen lo encontramos en su forma natural de gránulos, que es la más indicada para su consumo, sobre todo si no ha sido sometido a refinamientos o mucha manipulación. Cuanto más fresco, crudo y natural sea, mejores propiedades obtendremos.
Es ideal tomar el polen fresco antes de las comidas, solo con agua o mezclado con infusiones, yogur, cereales de desayuno, macedonia de frutas frescas, zumo recién exprimido, batidos, mezclado con miel, compotas o mermeladas, con manteca de coco BIO, kéfir o leche caliente vegetal (avena por ejemplo). Combina perfectamente con la miel y la jalea real, aumentando y complementando su poder terapéutico.
El polen se considera un alimento prácticamente inocuo. Pueden tomarlo las personas diabéticas de tipo I y II, los niños y las mujeres embarazadas, siempre que el polen ingerido sea de buena calidad.
Se recomienda precaución en personas alérgicas al polen, ya que en estos casos existe una gran controversia: en muchos casos se ha observado que la toma de polen en pequeñas dosis durante mucho tiempo tiene un efecto preventivo y curativo para casos de alergia estacional (al polen de plantas), realizando un cierto “efecto vacuna”, no obstante, en casos de asma severa alérgica, está desaconsejado el consumo de polen de abeja.