Hoy en día es muy común sufrir estrés, tanto que nos hemos acostumbrado a vivir con él y muchas veces no le prestamos atención hasta que sufrimos alteraciones graves. Es importante aprender a a reconocer el estrés, para así después poner remedio a una situación que nos puede acarrear muchos problemas de salud entre otros.
Hoy en día es muy común encontrarnos estresados, ansiosos, alterados o nerviosos, lo que afecta negativamente a muchas funciones de nuestro organismo: concentración, respiración, digestión, descanso o capacidad de sentir placer, entre otras funciones. Por eso es de vital importancia controlar en la medida de lo posible nuestra sensación de nerviosismo para conseguir el equilibrio y la calma.
Muchos productos farmaceuticos muy consumidos hoy en día, tienen un efecto muy potente sobre nuestro sistema nervioso ya que no solo lo relajan sino que llegan a anularlo por completo, lo que es totalmente innecesario, contraproducente y exagerado la mayoría de las veces.
La ansiedad y el nerviosismo casi siempre son síntomas de una forma de vida equivocada, una depresión o algún otro transtorno emocional de fondo al que debemos prestar atención ya que por supuesto no desaparecerá “anulando” nuestro sistema nervioso y durmiendo nuestros sentidos. Para solucionar el verdadero problema de fondo, podemos recurrir a psicoterapeutas y expertos en meditación y yoga, que nos ayuden a controlar nuestra respiración y nuestras emociones mientras solucionamos nuestros problemas emocionales. El masaje shiatsu también supone una gran ayuda para relajar el sistema nervioso.
Existen varias plantas medicinales con extraordinarias propiedades calmantes de nuestro sistema nervioso pero todas estas que os recomendamos tienen un efecto leve o moderado, de tal manera que administradas adecuadamente no suponen riesgo para salud, no crean adicción, no producen “efecto rebote” y suponen una extraordinaria ayuda para relajar nuestro sistema nervioso.
En cualquier caso, la toma de suplementos medicinales o fármacos supone solo una pequeña parte en el tratamiento de desequilibrios nerviosos como la ansiedad, el estrés o la falta de paz, por lo que es recomendable y necesario acudir a un especialista.
Aplicación: Masajear mediante fricciones lentas los pies y/o el pecho.
Consejo: Realizar respiraciones lentas y profundas, prestando atención al ritmo y sintiendo cómo se 'infla' nuestro pecho.
El cerebro, la médula espinal y todos los nervios periféricos componen el sistema nervioso, que rige todas las funciones del organismo.
Nuestro sistema nervioso, controlado por el cerebro, rige todas las funciones vitales, desde la respiración hasta los sueños, mediante unos procesos muy complejos y aún desconocidos en gran parte. Su funcionamiento consume un 25% de nuestra energía y oxígeno y en la infancia, puede llegar a un 60%, ya que requiere más para su desarrollo.
Solía pensar que el cerebro es el órgano más maravilloso de nuestro cuerpo. Hasta que me dí cuenta de quién me estaba diciendo eso. (Emo Phillips)
Intentaremos sintetizar a grandes rasgos su anatomía y funcionamiento básico general, teniendo en cuenta que es una de las estructuras más complejas de nuestro organismo.
Hemisferios cerebrales (cerebro): Son dos, unidos por el cuerpo calloso que los comunica, y suponen al menos el 85% del peso total cerebral. Cada hemisferio recibe una misma realidad desde dos 'puntos de vista' distintos, complementándose para conseguir un equilibrio, aunque muchos estudios apuntan a que el hemisferio dominante es el izquierdo (en los diestros, en los zurdos el derecho).
Con respecto a la coordinación de movimientos, existe una relación invertida, es decir, el hemisferio derecho controla los movimientos de nuestra zona izquierda y el hemisferio izquierdo, nuestros movimientos de nuestra zona derecha.
Corteza cerebral: Es una sustancia gris ('materia gris') de unos 3 mm de espesor que recubre los hemisferios. Está formada por mas de 10.000 neuronas y fibras ordenadas, por tejido glial y una abundante red de capilares que la nuetre. Las capacidades de nuestra corteza cerebral y nuestras conexiones sinápticas, son más evolucionadas que las del resto de seres vivos, y esas capacidades y funciones son las que nos distinguen. Está divido en zonas donde se procesa y ordena la información que llega desde los sentidos, controla el habla, la memoria, la habilidad, la conciencia...
Cada zona de la corteza cerebral se llama lóbulo:
Cerebelo (metaencéfalo): Su principal función es coordinar los movimientos musculares y esquélicos de nuestro cuerpo, desde caminar, hasta sostener un lápiz o tocar un piano, haciendo posible que los movimientos se realicen de forma precisa. Mantiene el tono muscular y es el responsable del equilibrio y nuestra postura ya que recibe información de los músculos, artulaciones y del oído, que le permiten reconocer en qué posición se encuentra el cuerpo en cada instante. El cerebelo distribuye la información a través de la médula espinal para que los impulsos se conviertan en movimientos controlados.
Meninges: es el nombre genérico que reciben las membranas de tejido conectivo que recubren el encéfalo y la médula espinal: duramadre, piamadre y aracnoides que se encargan de protegerlos y 'alimentarlos' con líquido cefaloraquídeo. Este líquido, baña las neuronas, amortigua para proteger todo el sistema y compensa los cambios de volumen sanguíneo intercraneal, aunque aún no se han podido determinar exactamente todas sus funciones.
Diencéfalo:
Se compone de:
Amígdalas: Forman parte del sistema endocrino, pero están situadas a ambos lados del cerebro (son 2) y también participan en funciones junto con el hipotálamo. Son las responsabe de las emociones, la ira, la rabia, la alegría, el enfado, el miedo, la sorpresa... nos hace sudar o poner la 'piel de gallina'. Son las responsables de enfermedades como la depresión, la ansiedad o incluso la anorexia.
Tronco encefálico: Conecta el cerebro con la médula espinal, así todo impulso nervioso que se transmite entre el cerebro y la médula espinal, para ser 'repartido' por las ramas nerviosas periféricas, pasa por el tronco encefálico. Está formado por mesencéfalo, la protuberancia y el bulbo raquídeo. Se encarga de los movimientos involuntarios del organismo, es decir, de los movimientos de los músculos de los órganos, por ejemplo, para que bombee el corazón o el estómago digiera los alimentos. También se encarga de la respiración y de los movimientos que vasomotores que hacen que la sangre fluya. Controla la tos, los vómitos, la digestión, el hipo, los estornudos...
Hipocampo: Su principal función es la de consolidar el aprendizaje y la memoria. Una lesión en el hipocampo podría producir por ejemplo, amnesia.
Médula espinal: Nace del bulbo raquídeo y llega hasta la segunda vértebra lumbar y puede llegar a medir aproximadamente 45 cm, está formada por sustancia gris y blanca. Está protegida por la columna vertebral ya que fluye por el interior de las vértebras. Se encarga de distribuir los impulsos desde el cerebro hasta los nervios que se distribuyen por todo el organismo y de recoger los impulsos del cuerpo y dirigirlos al cerebro.