Nuestro organismo funciona como un perfecto equipo poniendo en alerta todo nuestro organismo para protegernos del peligro: nos preparar para luchar, correr, cicatrizar... el problema es que hoy en día los peligros que nos austan no los podemos afrontar corriendo, y el estrés que sentimos se vuelve prácticamente crónico.
Hoy en día es muy común sufrir estrés, tanto que nos hemos acostumbrado a vivir con él y muchas veces no le prestamos atención hasta que sufrimos alteraciones graves. Es importante aprender a a reconocer el estrés, para así después poner remedio a una situación que nos puede acarrear muchos problemas de salud entre otros.
Hoy en día es muy común encontrarnos estresados, ansiosos, alterados o nerviosos, lo que afecta negativamente a muchas funciones de nuestro organismo: concentración, respiración, digestión, descanso o capacidad de sentir placer, entre otras funciones. Por eso es de vital importancia controlar en la medida de lo posible nuestra sensación de nerviosismo para conseguir el equilibrio y la calma.
Muchos productos farmaceuticos muy consumidos hoy en día, tienen un efecto muy potente sobre nuestro sistema nervioso ya que no solo lo relajan sino que llegan a anularlo por completo, lo que es totalmente innecesario, contraproducente y exagerado la mayoría de las veces.
La ansiedad y el nerviosismo casi siempre son síntomas de una forma de vida equivocada, una depresión o algún otro transtorno emocional de fondo al que debemos prestar atención ya que por supuesto no desaparecerá “anulando” nuestro sistema nervioso y durmiendo nuestros sentidos. Para solucionar el verdadero problema de fondo, podemos recurrir a psicoterapeutas y expertos en meditación y yoga, que nos ayuden a controlar nuestra respiración y nuestras emociones mientras solucionamos nuestros problemas emocionales. El masaje shiatsu también supone una gran ayuda para relajar el sistema nervioso.
Existen varias plantas medicinales con extraordinarias propiedades calmantes de nuestro sistema nervioso pero todas estas que os recomendamos tienen un efecto leve o moderado, de tal manera que administradas adecuadamente no suponen riesgo para salud, no crean adicción, no producen “efecto rebote” y suponen una extraordinaria ayuda para relajar nuestro sistema nervioso.
En cualquier caso, la toma de suplementos medicinales o fármacos supone solo una pequeña parte en el tratamiento de desequilibrios nerviosos como la ansiedad, el estrés o la falta de paz, por lo que es recomendable y necesario acudir a un especialista.
Aplicación: Masajear mediante fricciones lentas los pies y/o el pecho.
Consejo: Realizar respiraciones lentas y profundas, prestando atención al ritmo y sintiendo cómo se 'infla' nuestro pecho.
(Lippia triphylla o citriodora) La hierbaluisa, hierba luisa, verbena olorosa, cidrón o hierba de la princesa, es una planta procedente de los Andes, Perú y Bolivia. Es un arbusto que se distingue rápidamente por su un agradable olor a limón y hojas alargadas y racimos de flores rosáceas. Por sus buenas propiedades y su agradable aroma, llegó a Europa en el siglo XVIII y desde entonces se utiliza tanto para elaborar cosméticos, como para elaborar infusiones o preparados medicinales.
En el siglo XIX, era muy común encontrar almohadas rellenas de saquitos de hierbaluisa, ya que su aroma y propiedades ayudaban a descansar y conseguir un sueño tranquilo. Hoy por hoy, es una de las plantas aromáticas más consumidas en Europa, ya que se consumen sus hojas frescas como complemento gastronómico, y su infusión de modo muy habitual tanto para aliviar los gases y las digestiones pesadas como para conciliar el sueño o calmar la ansiedad.
Su aceite esencial, es decir, donde residen principalmente sus componentes y principios activos, se encuentra en mayor proporción en sus hojas. Contienen citral (antibacteriano y fungicida) y limoneno (antiespasmódico y anticancerígeno), de donde proviene su aroma; también geraniol y nerol.
La hierbaluisa tiene muy buenas propiedades relajantes, se utiliza tanto para problemas de estrés, ansiedad, insomnio o nerviosismo en general. También se consume por sus propiedades digestivas, es una planta carnitiva, es decir, elimina los gases intestinales, y antiespasmódica, por lo que ayuda a conseguir una buena digestión y evitar o aliviar los cólicos.
Sus hojas frescas se suelen utilizar para condimentar muchos platos, ensaladas o aderezar zumos y limonadas, pero sobre todo se utilizan sus hojas secas para la elaboración de infusiones, ya que el agua caliente ayuda también a relajar los espasmos intestinales, los cólicos, y ayuda a conseguir la calma en general.
Por su aroma a limón, combina muy bien con manzanilla o té, y en verano os invitamos a que probéis la “limonada de hierbaluisa”, ideal para dormir mejor en las noches calurosas, además es suave y no tiene contraindicaciones, por lo que pueden tomarlo niños y mayores.