El Ylang ylang (Cananga odorata L.) es un árbol que crece en la selva asiática. Su esencia se extrae de su flor, que es muy grande y vistosa, y es muy utilizada en perfumería o cosmética ya que tiene un aroma muy dulce y agradable y efectos terapéuticos reconocidos, tanto que es el aceite esencial más utilizado para tratar la depresión.
Entre sus compuestos químicos se encuentra el ácido salicílico, lo que otorga a este aceite esencial el poder de disminuir la presión arterial levemente, ya que es vasodilatador.
Tiene propiedades relajantes y a la vez estimulantes, por lo que es un aceite muy utilizado en casos de depresión o tristeza ya que por un lado ayuda a la relajación, calma la ansiedad y las palpitaciones y ayuda a descansar por la noche, y por otro lado su aroma penetrante y dulce mejora el ánimo y ayuda a estimular sensaciones anímicas positivas.
También es un aceite esencial muy conocido por sus efectos afrodisíacos. Aunque no se tiene una constancia científica de esta propiedad, lo cierto es que desde hace siglos se viene utilizando por esta propiedad en Asia, Tahití o la India, a la vez que también se utilizaba para evitar la malaria, para bajar la fiebre o curar todo tipo de infecciones.
Aunque tiene propiedades digestivas y en algunos casos se recomienda para aliviar las molestias producidas por la cistitis o infecciones intestinales, no se recomienda ingerir este aceite (al igual que la mayoría de aceites esenciales puros), debido a su alta concentración. En caso de que un terapeuta recomiende su ingesta, podrás añadir 2 gotas de aceite esencial en tu bebida, en un zumo, o en una cucharada de miel.
Este aceite es ideal para masajear el cuerpo antes de dormir mezclándolo con un aceite base (almendras, jojoba o coco por ejemplo), también para añadir un par de gotas en nuestra crema hidratante habitual (si es de producción ecológica mejor) y masajear el rostro y aspirar profundamente su olor.
Es muy común oir hablar acerca de la 'flor de la pasión' sobre todo como ingrediente exótico en champús y geles o cosméticos en general, pero lo cierto es que aparte de ser una flor muy llamativa y tener un fruto muy rico, sus propiedades terapeuticas están muy lejos de la excitación....
La pasiflora es una planta trepadora originaria de Centro América que alcanza unos 9 metros de altura, tiene frutos comestibles, el maracuyá, y una flor muy particular y exótica. Es común ver alguna especie de pasiflora en jardines pero en ese caso, los frutos que da esa variedad son tóxicos, por lo que hay que tener cuidado.
La pasiflora también se conoce como flor de la pasión aunque su nombre científico es Passiflora caeurulea. Los primeros misioneros que llegaron a Centro América fueron quienes bautizaron a esta planta como flor de la pasión ya que relacionaron las distintas partes de la flor con los instrumentos usados durante la Pasión de Cristo; viene del latín flos passionis que significa 'flor del sufrimiento'.
Los Indios americanos ya usaron esta planta con fines medicinales, creando cataplasmas con las que cubrían heridas y quemaduras. Hoy en día se puede encontrar en los herbolarios y su uso principal es para tratar la ansiedad, el nerviosismo y el estrés. La acción de la pasiflora, al contrario que el de otros relajantes, no crea efectos depresivos ni adicción, por lo que se puede usar con tranquilidad, en caso de estar embarazada es mejor consultar con un especialista.
La pasiflora está indicada contra todo tipo de problemas nerviosos, ya sean situaciones puntuales de estrés como exámenes o hablar en público, situaciones de estrés derivadas del trabajo o problemas emocionales y en casos de ansiedad. También es recomendable su uso como apoyo a personas con depresión y en casos de insomnio.
La acción de la pasiflora se centra en el sistema nervioso central por lo que su acción afecta también al sistema muscular relajándolo. Todos los dolores que estén relacionados con el sistema nervioso se atenúan con el uso de la pasiflora, por ejemplo los dolores de cervicales por una mala posición y la tensión y carga que supone a los músculos de esta zona y la rigidez muscular. También esta indicada en casos de dolores menstruales y cefaleas.
Su principio activo se encuentra en mayor concentración en sus hojas, por lo que se suele consumir con fines terapéuticos en forma de infusión.
Su fruto es el maracuyá. Es un fruto comestible muy rico pero con el que hay que tener cuidado ya que es tóxico si no está maduro, pero una vez alcanzada la madurez posee vitaminas como la A, B y C y diversos minerales como el hierro. Tiene las mismas propiedades sedantes que la planta y además tiene un sabor muy dulce especial, por lo que se puede comer solo, en ensaladas, batidos, zumos, mermeladas... El maracuyá que se cultiva habitualmente, ya que es el recomendado para el consumo, es el que proviene de la pasionaria edulis o amarilla.