La ortiga es una planta conocida por ser una “mala hierba que pica”, pero una vez más se demuestra que no existe la mala hierba sino la hierba en mal lugar, como dice la canción, ya que la ortiga tiene unas extraordinarias propiedades medicinales.
Antes de nada debemos indicar que en el caso de la ortiga es especialmente recomendable consumirla de cultivo ecológico, porque la ortiga silvestre suele crecer en zonas sucias junto a carreteras o caminos o zonas húmedas donde se acumula basura o restos de ganadería, lo que hace que la ortiga silvestre contenga nitratos que resultan perjudiciales para nuestra salud.
La ortiga (urtica diorica) es una planta urticaria muy rica en vitamina B (ácido fólico), lecitina, serotonina, sales minerales y clorofila. Los pelos de sus hojas contienen histamina y ácido fórmico, por lo que hace que en contacto con la piel nos produzca irritación y picor.
La ortiga es diurética y depurativa porque protege y potencia la función del hígado y estimula la secreción biliar y pancreática. Se recomienda para eliminar líquidos retenidos, como tratamiento de enfermedades genito-urinarias (infección de orina, hipertrofia prostática...), combatir la gota, o combatir la diabetes.
Tiene la capacidad de ayudar al organismo a eliminar exceso agua, toxinas y residuos, por lo que resulta eficaz en el tratamiento de las piedras en el riñón o la artrosis (derivada de la diabetes o exceso de ácido úrico).
Tiene un gran contenido en hierro y clorofila, por lo que uno de sus usos más populares es como tratamiento de la anemia. También detiene las hemorragias, sobre todo las uterinas, por eso es también se utiliza cuando se sufren menstruaciones muy copiosas o hemorragias derivadas de la menopausia.
También es muy conocida entre las mujeres lactantes, ya que la ortiga tiene una notable propiedad galactogoga, es decir, estimula la secreción de prolactina que aumenta la producción de leche materna.
La ortiga también se utiliza en la industria cosmética sobre todo para el cuidado del cabello, ya que es ideal para tratar problemas capilares como la caspa o el exceso de sebo que pueden producir la caída del pelo además de picores y otras molestias. Para estos casos, conviene lavar el pelo con infusión de ortiga, a la que se le puede añadir manzanilla o romero.
La ortiga es muy nutritiva y se puede consumir fresca, cocinada como cualquier otra verdura, pero para el tratamiento de dolencias es recomendable realizar infusiones y tomar al menos 3 vasos al día para apreciar su efectividad.