Según confirman los estudios, una persona de un país desarrollado como España produce aproximadamente 1kilo de basura al día, basura que si no se recicla se debe almacenar y tardará muchos años en desaparecer, dependiendo de su composición. El problema que deriva de estas cifras es que literalmente nos quedamos sin sitio para almacenar tanta basura. Los vertederos controlados, también llamados "rellenos sanitarios" de nuestras ciudades están al 70-90% de su capacidad, y se prevee que muchos de ellos en sólo 5 años ya no admitirán más residuos.

Por otra parte, estos almacenes de basura generan gran cantidad de CO2 y metano, así como otros gases tóxicos. Estas emanaciones son controladas por gobiernos y vertederos en nuestro país, pero en muchas partes del mundo (y en muchos vertederos clandestinos de nuestro país, más de 3.000) no existe ningún control sobre estos almacenes de basura y la devastación ambiental (fauna, tierra, aire y agua) y el caldo de cultivo de infecciones toxicidad se convierten en un nuevo y grave problema añadido.

La solución: informar mejor, reciclar más y generar menos basura.

En el 2009, se recicló en España el 65% de los envases (briks, plásticos, latas y cartón), que no está nada mal, aunque aún no es suficiente. Si aumentamos la cantidad de productos reciclados, disminuiremos la cantidad de basura que se almacena, así como las emisiones que estos almacenes generan, y la materia prima seguirá su ciclo de utilidad, aunque este proceso de reciclaje, genera un gasto de energía y agua altísimo y a su vez consume recursos también. Por desgracia seguimos generando más residuos de los que podemos abarcar, y a tal velocidad que es muy difícil reaccionar eficazmente.

Una de las soluciones es instalar más incineradoras de basura en los vertederos, para reducirla a cenizas. Pero no existe mucha información acerca del humo y los gases que generará esta combustión, y parece ser que tampoco es muy buena solución ya que existen opiniones contrarias a estas incineradoras.

La mejor solución, además de reciclar, es obvia, no generar. Si conseguimos frenar el ritmo y la cantidad de residuos que producimos, seremos capaces de buscar soluciones mejores para nuestros residuos, por otro lado consumiremos menos y reduciremos el gasto en nuestra economía diaria, ya que muchas veces pagamos más del 75% del precio final por el envoltorio del producto en vez de por el producto en si.

¿qué podemos hacer en nuestro día a día?

Podemos reciclar más y mejor, podemos informarnos y podemos educar eficazmente. Podemos utilizar bolsas de la compra, como nuestras madres hacían, en vez de bolsas de plástico de usar y tirar. Podemos comprar productos a granel, sin empaquetar y utilizar envases rellenables. Podemos apostar por las mentes creativas y valientes que proponen buenas soluciones para reutilizar productos de desecho y que generar nuevos materiales de construcción y fabricación. Podemos elegir los productos que nos ofrecen soluciones más eficaces de envoltura y sobre todo, podemos comprar solo lo que realmente necesitamos consumir.

Podemos hacer muchos pequeños gestos para adaptar nuestra vida a las necesidades medioambientales de hoy en día, porque muchos de los grandes problemas que sufrimos tienen soluciones sencillas, pero que necesitan que todos nos movamos a un mismo compás.