16 de April de 2024 Última actualización 8 de Dec, 2022 - 07:54

Depura tu organismo

Un cuerpo limpio de residuos tóxicos asegura un buen funcionamiento de sus órganos, lo que también se refleja en un aspecto saludable; pero por desgracia cada día es más difícil mantener ese estado “ideal” porque ni nuestra dieta ni nuestros hábitos ni nuestro entorno suelen ser los más recomendables. Vamos a explicaros algunas claves sencillas para depurar nuestro organismo sin 'limpiar' tu bolsillo.

Muchas de las dolencias comunes que sufrimos, más o menos graves, suelen tener su raíz en algún tipo de intoxicación, por ejemplo la retención de líquidos, la hipertensión, el acné, la falta de energía o el cansancio, suelen ser síntomas comunes en un organismo intoxicado.

Cuando hablamos de intoxicación nos referimos a algo tan común (y a la larga peligroso) como la acumulación de residuos metabólicos que se producen en nuestro cuerpo cuando:

  • bebemos alcohol o refrescos con burbujas
  • utilizamos productos de limpieza tóxicos, que son la mayoría
  • comemos demasiada carne, mucha cantidad o pocos alimentos crudos y frescos
  • ingerimos en exceso azúcar refinado y sal refinada
  • respiramos aire contaminado por ejemplo por humo de tabaco o humo de los coches
  • consumimos frecuentemente medicamentos o seguimos algún tratamiento farmacológico
  • ingerimos todo tipo de aditivos químicos y restos de pesticidas y fertilizantes en los alimentos
  • sufrimos un déficit en el funcionamiento de algún órgano con labor depurativa (pulmones, riñones, hígados, sistema linfático...)
  • consumimos pescados grandes contaminados con metales pesados

Todo esto, o bien produce un mal funcionamiento de nuestros órganos “depurativos” o bien deja directamente en nuestro cuerpo residuos químicos: ácido úrico, nicotina, etanol, butano, monóxido de carbono, nitritos, metano, ácidos, excesos de grasas saturadas, metales pesados... , que si no se eliminan correctamente van “envenenando” nuestro organismo y deteriorando los órganos y su funcionamiento, hasta en muchos casos, degenerar en enfermedades muy graves o crónicas.

Consejos para depurarse

A parte de los consejos evidentes de evitar los tóxicos y los hábitos poco saludables, vamos a ir un poco más allá con unas pautas sencillas en la práctica:

  • Evita el estreñimiento, pero no consumas medicamentos laxantes porque tu cuerpo se acostumbrará a ellos rápidamente y “olvidará” como debe trabajar correctamente. Puedes recurrir a remedios naturales como por ejemplo consumir semillas de lino (puedes añadirlas a tu ensalada, a tu yogur, a los cereales, o beber su infusión), levadura de cerveza, frutas y verduras frescas y poco cocinadas con alto porcentaje en fibra.
  • Bebe 1 ó 2 vasos de agua templada en ayunas. Ayudará a tus intestinos a recuperar su función. Repítelo antes de cada comida.
  • Come alimentos poco cocinados y depurativos: Alcachofa, pomelo, apio, diente de león, cola de caballo, espárragos, parietaria, manzana, limón... Si los consumes frescos debes proponerte comerlos regularmente y cantidad. También puedes consumirlos en tinturas (siempre mejor que cápsulas o pastillas), que son extractos de vegetales puros, agua y alcohol, sin más, que se consumen en gotas cómodamente, por ejemplo son muy depurativas las tinturas de vid roja, de alcachofa o de cola de caballo.
  • Mantén sanos tu hígado, tus riñones y tus pulmones, ya que estos órganos funcionan en parte, como “filtros” del organismo. También son los que más sufren cuando nuestro cuerpo se encuentra muy intoxicado ya que tienen que “trabajar” el doble para depurarlo, por eso por ejemplo, cuanto más alcohol bebamos, más sufrirá nuestro hígado y cuanto más se atrofie nuestro hígado más niveles de etanol dejará en nuestra sangre. Por eso se suele decir que una persona que bebe regularmente alcohol puede llegar un momento en que solo con olerlo sufra de una intoxicación etílica, y esto será en parte porque su hígado ya no será capaz de depurar su sangre aunque la ingesta sea mínima. Lo mismo podemos decir del tabaco, del humo de los coches, de la ingesta abusiva de medicamentos, etc...
    • Para mantener tus riñones sanos debes beber al menos 2 litros de agua al día y alimentos diuréticos (alcachofa, espárrago, pomelo, manzana, té), evitar la sal en la medida de lo posible, y consumir infusiones, por ejemplo té verde.
    • Para mantener tus pulmones sanos debes evitar evidentemente el tabaco y el humo de los coches, y también los productos de limpieza tóxicos y los pesticidas. También deberás prestar atención a tu respiración (que sea profunda y pausada) y hacer ejercicio aeróbico frecuentemente, nadar es un ejercicio ideal para mejorar la nuestra calidad pulmonar.
    • Para mantener tu hígado sano debes evitar el consumo excesivo de azúcar, sal, alcohol, grasa saturada y carne. También puedes reforzarlo tomando cardo mariano, alcachofa, onagra, acerola, espirulina o lecitina de soja.
  • Evita consumir carne La carne es uno de los alimentos más consumidos en gran parte del mundo pero paradójicamente es muy caro, fácil de sustituir (por proteína vegetal), suele contener mucha grasa saturada y lo que es peor, restos de medicamentos como antibióticos y hormonas que pueden resultar muy peligrosos para la salud. También es muy difícil de digerir, y en un organismo débil puede provocar altas concentraciones de ácido úrico, exceso de bilis o varios problemas intestinales.
  • Anímate a probar una limpieza de colon. Aunque es normal la vergüenza y el reparo, una limpieza de colon (intestino grueso) puede suponer que tu cuerpo elimine cientos de toxinas y residuos que te están intoxicando poco a poco y minando tu salud, y además evita o cura el estreñimiento. No duele en absolutos y prácticamente cualquiera puede realizarse una limpieza de colon, al menos una vez al año y la sensación de pureza que se obtiene después es muy agradable.
  • Mantén tu circulación sanguínea fluida. La sangre transporta el oxígeno, los nutrientes y la energía a tus órganos, por lo tanto, si tu sangre no fluye como debería tus órganos y tus músculos poco a poco se irán atrofiando porque no les llegarán suficiente flujo de sangre, oxígeno y nutrientes. Por otro lado, transporta los residuos de desecho hasta el sistema linfático, el hígado y los riñones. Procura finalizar la ducha con un poco de agua fría, evita el exceso de sal, grasa y la ropa ajustada. También puedes consumir vid roja, la alcachofa, la parietaria, romero, menta y lecitina de soja para mejorar tu circulación.
  • Practica algún ayuno periódico. Por ejemplo, un día a la semana puedes alimentarte solo de fruta fresca, o durante una temporada sustituir alguna comida del día por fruta o verdura fresca o por sirope de arce.
  • Come ajo. El ajo es el mejor alimento natural y la planta medicinal con mejores propiedades. Es un bactericida y antibiótico natural excelente y además regula la tensión, entre otras tantas propiedades. Ingerir 1 o 2 dienes de ajos en ayunas nos asegurará un organismo fuerte y resistente, y regulará problemas de hipertensión y exceso de colesterol.
  • Come vegetales crudos o poco cocinados. Las verduras, frutas, germinados, semillas y frutos secos contienen enzimas y otras sustancias "vivas" que son imprescindibles para que podamos digerir el resto de alimentos y obtener los nutrientes necesarios para protegernos de la toxicidad. Además contienen antioxidantes que cotrarrestan a los radicales libres y retardan la oxidación de los tejidos.

Productos ecológicos depurativos que te recomendamos:

Los productos depurativos con más razón deben ser de producción ecológica, ya que si contienen restos de pesticidas o productos químicos tóxicos no cumplirán su función y serán contraproducentes. Tampoco han de ser caros ni muy sofisticados, ya que en la naturaleza existen muchas plantas y productos sanos y depurativos para nuestro organismo que no necesitan de más aditivos.

  • Jugo Depurativo Aloe Vera, es un estupendo depurativo, ideal para realizar limpiezas de colon. Contiene Aloe Vera puro y diente de león, cardo mariano y regaliz.
  • Sal del Himalaya, es un estupendo sustituto de la sal común refinada, evita la retención de líquidos y la hipertensión. Recuerda que si tu circulación es buena, tus órganos funcionarán mejor. La sal del Himalaya puedes consumirla siempre, para cocinar sustituyendo para siempre a la sal refinada tan perjudicial.
  • Semillas de Lino, consumidas periódicamente, reducen el colesterol, regulan la función intestinal y además refuerza tu sistema inmunológico.
  • Tintura de Cardo Mariano, protege y recupera el hígado y mantiene la correcta función hepática.
  • Lecitina de Soja, mantiene el sistema circulatorio libre de colesterol y mantiene el hígado sano.
  • Sirope de Arce, es un jarabe de savia de arce que contiene gran cantidad de nutrientes; puedes utilizar el sirope para realizar ayunos (como mucho durante 7 días) o semiayunos depurativos.
  • Alcachofa, regula la función biliar y regula la tasa de colesterol. Estimula el metabolismo de las grasas y protege el hígado.
  • Tintura de Cola de Caballo, mejora el sistema linfático y la eliminación de líquidos y toxinas. Aumenta la cantidad de orina y la micción.
  • Tintura de Vid Roja, mejora la circulación sanguínea y evita por ejemplo, las varices o trombos.
  • Té vede, consumido regularmente es diurético, digestivo y antioxidante.
  • Infusión Depurativa a base de romero, anís, menta, regaliz y boldo.
  • Espirulina, depura el organismo y protege el hígado. También evita el estreñimiento ya que contiene mucha fibra y refuerza el sistema inmunológico.
  • La Chlorella es un alga con gran cantidad de clorofila que a la vez es altamente depurativo, de hecho es el mejor complemento depurativo, capaz de eliminar de nuestro organismo metales pesados y otras sustancias tóxicas.
  • Kuzu, es polvo de raiz de pueraria lobata, una planta con muy buenas propiedades depurativas y alcalinas para el intestino.

La alcachofa

¿Quién no ha oído hablar de la “dieta de la alcachofa”? En los últimos años la alcachofa ha sido la protagonista de numerosos tratamientos de adelgazamiento en sus múltiples formatos, y es que esta verdura sirve tanto para reducir el azúcar en sangre, como para preparar una exquisita cena...

Rica, barata e incluso bonita, la alcachofa (Cynara Scolymus) es una verdura que nos acompaña durante las estaciones frías sobre todo a lo largo del Mediterráneo, aunque en Francia se cultiva casi toda la producción mundial de alcachofa. En Navarra (España) la alcachofa ha obtenido la denominación de origen para su producción fresca o en conserva.

La alcachofa contiene pocas calorías, nada de grasa, es rica en vitamina B y contiene gran cantidad de potasio, además de fósforo, hierro y magnesio.

Tiene muy buenas propiedades digestivas, depurativas, diuréticas y es reguladora de las funciones hepáticas e intestinales.

Contiene cinarina, que es una sustancia que estimula la producción de bilis por parte del hígado,lo que significa que colabora con una buena digestión de los alimentos y evita problemas como gases o acidez. También disminuye el colesterol en sangre y los niveles de azúcar, por lo que es un alimento muy bueno para los diabéticos.

Previene la aparición de cálculos o “piedras” en los riñones y en la vesícula biliar y regula la función del intestino, favoreciendo el tránsito y evitando o aliviando problemas de diarrea o estreñimiento.

Facilita la eliminación de urea que es una sustancia de residuo que deriva del metabolismo de las proteínas con alto contenido en nitrógeno. La urea está presente en el hígado, la sangre, la linfa o en los intestinos. Este residuo metabólico, debe ser eliminada por medio de los riñones y una mala función de estos o del tránsito intestinal puede producir “intoxicación por urea”, por ácido úrico o lo que conocemos como gota y también puede producir hipertensión, obesidad, diabetes o problemas renales.

La alcachofa mantiene el organismo limpio de residuos y a la vez ayuda a que eliminar esos líquidos que hace que nuestro cuerpo se hinche en casos que conocemos como “retención de líquidos”. A la vez procurará la salud de los órganos que intervienen en la digestión, lo que producirá una mejor nutrición y mejor eliminación de lo que nos sobra y nos intoxica.

Existen muchas maneras de consumir alcachofas, ya que podemos hacerlo frescas, en ensaladas, guisos, simplemente hervidas o en conservas. Siempre es mejor consumir los alimentos “verdes” poco cocinados, por lo que recomendamos consumirlas frescas y ligeramente hervidas.

Para tratar alguna deficiencia en el organismo, como por ejemplo un mal funcionamiento de los riñones, de la vesícula o hígado, problemas intestinales, retención de líquidos o gota, es recomendable la tintura de alcachofa , mucho mejor de cultivo ecológico.

>> Nuestra tintura de alcachofa es de producción ecológica.

La Piña

La piña es el fruto de una planta tropical procedente del sur de América, Ananas comosus, muy bonita y llamativa que crece a ras del suelo y da una flor central grande y roja de donde nace la piña. Existen más de 1.400 especies de piña, pero la que se consume habitualmente en casi todo el mundo es la Smooth Cayenne, cuyo máximo exportador es Filipinas. La piña, además de ser muy rica y dulce, es una de las frutas con mejores propiedades para nuestro organismo, de ahí su nombre indígena 'ananás', que significa 'fruta excelente'.

Tiene un aroma y un sabor inconfundibles y un alto contenido en agua , fibra, minerales y vitaminas. Una de sus mejores propiedades es la de facilitar la digestión, y se debe a su alto contenido en bromelina. Debemos destacar que la mayor concentración de esta enzima se encuentra en el tallo, en su parte central. La bromelina es una enzima exclusiva de las piñas cuya función es romper las proteínas para liberar sus aminoácidos y conseguir así una mejor asimilación por parte del organismo, es decir, una mejor digestión proteínica (carnes, legumbres, huevos, soja y algunos lácteos), y evita los problemas derivados de una digestión pesada como los gases, la acidez, hinchazón...

Esta enzima también tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que se utiliza en farmacopea para tratar problemas originados por inflamaciones o edemas, por ejemplo se han obtenido muy buenos resultados en el tratamiento de la sinusitis.

Otra de sus propiedades y quizá la más conocida, es su propiedad depurativa o incluso 'adelgazante'. En realidad esta fama precede a la piña por varios factores: su alto contenido en fibra, por lo que efectivamente ayuda a la depuración, por su acción anitrombótica (de la bromelina), que ayuda a la fluidez de la sangre y en problemas de hipertensión (evitando coágulos, retenciones e inflamaciones), su alto contenido en potasio que ayuda a eliminar el exceso de agua del cuerpo y por su bajo contenido calórico y graso. Por otro lado, se tiene constancia de que la bromelina, junto con la vitamina C (de la piña) y la fibra, ayudan no solo a digerir las proteínas, sino también a digerir las grasas y a normalizar las fibras de colágeno desestructuradas en casos de celulitis y otras concentraciones adiposas.

También es un alimento esencial en la dieta de deportistas, por su gran cantidad de agua y su alta concentración de potasio.

La bromelina de la piña se utiliza de manera industrial, como aditivo para ablandar la carne que consumimos normalmente, por eso, de una forma más 'casera', en muchas zonas de China, Sudamérica o India es muy común cocinar con esta fruta elaborando guisos (de pato, cerdo, cordero...), que combinan perfectamente carne y piña y favorecen la digestión.

Es muy importante consumir la piña cuando está madurada en la planta, porque sino no tendrá ni la mitad de azúcares ni la mitad de propiedades, ya que alcanza todo su potencial en las últimas semanas de maduración, y si se recolecta antes de tiempo nunca perderá la acidez.

Sistema Linfático

El sistema linfático está compuesto por amígdalas, timo, ganglios, vasos linfáticos, médula ósea y el bazo, aunque el hígado también forma parte de su funcionamiento. Está compuesto por una red de vasos linfáticos que fluyen paralelamente a los vasos sanguíneos para eliminar los productos de desecho de la sangre. Estos vasos linfáticos, transportan linfa, que es un plasma que contiene glóbulos blancos, en especial los llamados linfocitos (que fabrican anticuerpos) y grasas. La Linfa procede de los intestinos, “recoge” las sustancias de desecho resultantes de la actividad celular y entra en los vasos linfáticos para ser eliminada, por otro lado, acompaña al sistema circulatorio para nutrirlo y protegerlo de cuerpos extraños. La red linfática arrastra la linfa por sus conductos gracias a los movimientos musculares y la respiración (no necesita bombeo por un órgano como el sistema circulatorio que necesita el corazón).

El sistema linfático arrastra la linfa hasta los ganglios, y una vez allí los macrófagos (glóbulos blancos especiales), se encargan de eliminar los tejidos muertos, sustancias extrañas y bacterias, también son responsables de la producción de linfocitos. Después de la filtración, los ganglios devuelven la linfa “limpia” al torrente sanguíneo. Tienen el tamaño y forma de una alubia, pero pueden doblar su tamaño para responder ante una infección. Los ganglios están distribuidos a lo largo de todo el organismo, normalmente se pueden palpar los de la ingle, la axila, el cuello, detrás de las orejas y en la base del cráneo.

El bazo tiene la función de producir glóbulos blancos y glóbulos rojos y funciona como un almacén de monocitos, células inmunológicas que defienden al organismo siendo liberados al torrente sanguíneo en un número muy elevado, por ejemplo en el caso de una lesión grave. Contiene gran cantidad de sangre almacenada, así en caso de una hemorragia, puede liberar hasta 1/3 de su capacidad para reponer la sangre perdida.

El timo es un órgano que comienza a atrofiarse en la infancia, aunque sigue manteniendo actividad, se atrofia con el paso del tiempo y pierde eficacia. Su función es producir linfocitos T y “enseñarles” a reconocer las células del organismo para que no las ataquen los macrófagos. Los linfocitos (glóbulos blancos), como hemos dicho, fabrican anticuerpos que protegen el organismo ante cuerpos extraños o nocivos, los macrófagos son un tipo de anticuerpos. Los linfocitos T salen del timo hacia los ganglios, el bazo, las amígdalas y los intestinos (placas de Peyer).

Un sistema linfático sano, limpia la sangre, que nutre los órganos, haciendo que todas las funciones del organismo tengan un alto rendimiento. También protegerá al cuerpo de bacterias, infecciones, y reaccionará correctamente ante un corte, una hemorragia o alguna enfermedad. Por el contrario, si el sistema linfático está atrofiado, puede provocar retenciones en el sistema circulatorio, por acumulación de residuos, obstrucciones y por lo tanto la sangre que llegará a los órganos será escasa y de poca calidad, por lo que las funciones del organismo funcionarán peor, pudiendo afectar a cualquier tarea vital.

El lupus, alergias, diabetes, son enfermedades que son causadas porque los linfocitos no reconocen las células “buenas” del organismo, y las atacan y eliminan.


¿Quién no ha jugado con un “molinillo” en el campo de niño?. Esta planta tan abundante en nuestros campos tiene también muchas propiedades medicinales, ha sido utilizada desde hace cientos de años para curar afecciones del hígado y el bazo, tanto es así que se le atribuían poderes mágicos, por eso en la edad media existía un dicho: “si una persona se frota a si misma con un diente de león será bienvenido en todas partes y obtendrá lo que desee”.

Lo que hoy conocemos como una 'mala hierba', en realidad es una excelente planta medicinal. Su nombre es Diente de León (Taraxacum officinale) 'taraxacum' deriva de 2 palabras griegas: taraxos, que significa desorden y akos, que significa remedio, y es que en la Antigua Grecia, se utilizaba esta planta para curar todo tipo de desórdenes del organismo, ya que tiene excelentes cualidades depurativas y diuréticas.

También tiene una notable tradición gastronómica, ya que en Inglaterra se elaboraba una cerveza de diente de león y su raíz ha sido utilizado en diferentes tramos de la historia para hacer un sustituto de café ya que tiene un sabor muy parecido pero con mejores efectos para el organismo. El aceite de diente de león o la infusión de diente de león, se utiliza para blanquear y purificar la piel, ya que ayuda a eliminar las manchas producidas por el sol, el envejecimiento o los cambios hormonales.   También para esta utilidad, se puede aplicar la hoja fresca de diente de león directamente en la piel o realizar un aceite de diente de león: se mezclan hojas de diente de león con aceite de ricino, se cuece y se deja reposar y enfriar. Posteriormente este aceite estará listo para aplicar sobre las manchas y lunares durante varios días.

Pero sobre todo, por su composición química activa (rica en taninos, resina, esteroles, amargos, vitaminas A y C) destaca su poder diurético y depurativo por lo que reduce la retención de líquidos y se recomienda su utilización en dietas de adelgazamiento para reducir peso, eliminar toxinas y depurar el organismo. Para este fin, se puede tomar tanto en infusión como sus hojas desecadas directamente en ensaladas.

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