16 de April de 2024 Última actualización 8 de Dec, 2022 - 07:54

Debido al gran aumento de población con alergias y otras enfermedades más o menos graves, la cortisona se ha convertido en un medicamento clave en nuestra sociedad, pero como tantos otros medicamentos sintéticos, no está exento de controversia y daños adversos que debemos tener muy en cuenta sobre todo antes de la administración en niños y organismos débiles, ya que se relaciona el uso de estos fármacos directamente con la osteoporosis, déficit de crecimiento infantil, déficit del sistema inmune, insomnio, cataratas, gastritis, hipertensión, etc.

Los corticoides naturales de nuestro organismo

Los corticoides o corticoesteroides son un grupo de hormonas del grupo de los esteroides que segrega nuestro organismo de forma natural. Se producen en las glándulas suprarrenales (situadas encima de cada riñón), y su producción está controlada por una parte de nuestro cerebro llamada hipófisis. Recordemos que la hipófisis o glándula pituitaria (que depende del hipotálamo) se encarga de regular la secreción de hormonas fundamentales para nuestro organismo, como la ACTH que estimula la corteza suprarrenal para que produzca hormonas como los esteroides.

Tanto el cortisol como la cortisona son hormonas del grupo de los corticoides (esteroides), que se generan a partir del colesterol, y como hemos dicho, se forman en las glándulas suprarrenales.
Aunque cada una de estas dos hormonas tiene actividades específicas, podríamos resumir así sus funciones en nuestro organismo:

  • Son hormonas segregadas para controlar nuestros sistemas de emergencia. Regulan la capacidad de reacción de nuestro organismo ante una crisis o ataque. Igual que la adrenalina, son hormonas fundamentales en casos extremos desde un punto de vista emocional o físico.
  • Se encargan principalmente del metabolismo de proteínas, carbohidratos y grasas para obtener glucosa (energía para el organismo).
  • Regulan el equilibrio de agua y electrolitos (iones de sales minerales como el potasio o el sodio) en nuestro cuerpo.
  • Aumenta los niveles de glucosa en sangre. Esto puede producir diabetes, ya que inhibe la secreción de insulina
  • Suprimen la actividad de nuestro sistema inmunológico. Por ejemplo cuando aumenta la cantidad de cortisol y adrenalina en sangre (por el estrés entre otras causas), disminuye drásticamente la cantidad de glóbulos blancos que protegen nuestro organismo.
  • Además de estas tareas principales, el cortisol y la cortisona intervienen en otros tantos mecanismos fisiológicos, como la presión sanguínea o la fertilidad.
  • El cortisol puede aumentar hasta 10 veces su nivel en el organismo en casos de estrés, por lo que también es conocida como la “hormona del estrés”.
  • Tienen un gran efecto antiinflamatorio. La cortisona tiene un leve menor efecto antiinflamatorio que el cortisol ya que 20mg de cortisol equivalen a 25mg de cortisona aproximadamente. En nuestro organismo de forma natural tenemos menores niveles de cortisona que de cortisol.

En resúmen: el cortisol (o hidrocortisol) es una hormona del grupo de los glucocorticoides que deriva del colesterol y es segregada por las glándulas suprarrenales. Actúa en casos de estrés o peligro para el organismo. Su función principal es incrementar el nivel de azúcar en sangre para propiciar que el cuerpo obtenga energía suficiente en caso de emergencia. A la vez provoca que el sistema inmune se “adormezca” con la intención de “ahorrar recursos inmunológicos” para dar una respuesta eficaz ante la amenaza que nos ataca o se intuye (irreal en caso de estrés emocional).

Los corticoides como medicamentos: pros y contras

Sin duda, los corticoides como medicamentos han supuesto un gran avance en la medicina y su aplicación en muchos casos puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte, ya que ante una crisis inflamatoria grave puede salvarnos la vida. No obstante, es un medicamento que sin una buena supervisión puede resultar peligroso y tiene  muchos efectos secundarios variados por lo que deberían tomarse solo en casos de extrema necesidad, como crisis agudas, y por periodos cortos y controlados en el tiempo.

No todos los antiinflamatorios esteroideos actúan igual, ya que por ejemplo algunos medicamentos con corticoides para aliviar la rinitis aguda suelen tener un efecto más controlado y localizado que los corticoides orales, por tanto, resultan menos desequilibrantes para nuestro organismo.

Algunos medicamentos sintéticos basados en corticoides reciben el nombre de dexametasona, prednisolona, hidrocortisona o metilprednisolona.

Se utilizan para tratar alergias, dolencias inflamatorias como la artritis, afecciones de la piel de causas desconocidas como la psoriasis, enfermedades autoinmunes como el lupus, también como broncodilatador en casos de asma, como descongestionante nasal en caso sinusitis o para prevenir rechazos en transplantes de órganos, entre otras cosas.

Debemos destacar que estos medicamentos no curan, sino que neutralizan los síntomas o las molestias de la enfermedad, que pueden ser leves, moderados, graves o mortales.
Por otro lado, hemos de saber nuestro cuerpo cuenta con mecanismos de autocuración para casi todo tipo de enfermedades, ya que tenemos un sistema inmune muy evolucionado y poderoso, siempre que se cuide como es debido y se le permita actuar. “Tapar” los síntomas de una enfermedad a cualquier precio, debilitando o desequilibrando nuestro organismo, seguramente nos producirá más enfermedad a corto o largo plazo. Tengamos en cuenta también que una buena alimentación y la prevención es el mejor medicamento con el que contamos, y además existen otros métodos paliativos o curativos alternativos a la farmacopea, que si bien no actúan tan rápidamente como los corticoides sintéticos, pueden ayudarnos a sobrellevar los incómodos síntomas y a la larga protegerán nuestra salud e incluso eliminarán la enfermedad.

Los problemas con la administración de corticoides sintéticos pueden derivar tanto de su uso como de su abandono, es decir por el “efecto rebote” que causa en nuestro organismo.
Tanto la cortisona como el cortisol son hormonas necesarias y vitales en nuestro organismo, y su cantidad en sangre es regulada por un complejo sistema que controla el hipotálamo (en el cerebro). Cuando ese equilibrio se ve roto, literalmente puede ocurrir cualquier cosa con nuestras funciones corporales.
Debemos insistir en que los mecanismos de equilibrio hormonal en nuestro organismo son muy delicados, exactos y complejos, tanto que aún no se conocen bien a pesar de numerosos estudios, pero lo que está claro es que una vez se produce el desequilibrio por exceso o defecto de una hormona, volver a recuperar la armonía es muy difícil y conlleva muchos trastornos.

El 'efecto rebote' se produce porque cuando administramos corticoides de forma artificial, nuestro organismo deja de segregarlos o producirlos intentando mantener el equilibrio natural, por eso no se pueden dejar de administrar estos medicamentos “de golpe”, ya que nuestro cuerpo se vería desprovisto de estas necesarias hormonas de un momento a otro, lo que produciría graves síntomas.
En la mayoría de los casos, y dependiendo del estado de salud o la fortaleza de cada organismo, aunque vayamos disminuyendo la dosis de corticoides artificiales poco a poco siguiendo las recomendaciones médicas, se suelen sufrir efectos secundarios más o menos graves ya que ningún médico ni industria farmacéutica podrá definir con exactitud las necesidad que tiene nuestro organismo de estas hormonas en cada momento determinado, por lo que será muy fácil sobrepasar o no llegar a cubrir esas necesidades, produciéndose en consecuencia desequilibrio y enfermedad.

Hoy por hoy es muy común que los médicos receten corticoides para tratar por ejemplo dermatitis en los niños o incluso bebés. Sobra decir los riesgos que suponen para el niño estas prácticas, ya que puede alterar su sistema inmunológico por mucho tiempo, y por supuesto alterar su equilibrio hormonal por mucho que se sigan las recomendaciones médicas. Con esto no queremos decir que no existan casos realmente graves en los que la administración de corticoides esté justificada, pero desde luego no en todos los casos. Es muy común encontrarse con niños de menos de un año de edad con problemas de dermatitis, alergias o asma, a los que además se les suman otros problemas en su sistema inmunológico, problemas de crecimiento y otros tantos, derivados por los tratamientos con corticoides que se les administraron para aliviar una versión incipiente y leve de lo que tiempo después se ha convertido en un trastorno grave. Además de causarles peligrosos efectos secundarios, seguirán con dermatitis, asma o alergia (si es que no eran producidas por circunstancias puntuales), ya que el tratamiento de corticoides que se les administró no sirve para curar dichas enfermedades, solo para aliviar el picor o la inflamación que causan.

La osteoporosis está íntimamente relacionada con el uso de corticoides sintéticos, ya que estos inhiben la absorción del calcio y provocan su expulsión. Además de la osteoporosis en adultos, el consumo de corticoides tiene relación con problemas de crecimiento en niños.

El síndrome de Addison está producido por la falta de cortisol en el organismo, produce debilidad, pérdida de peso, problemas intestinales, dolor muscular, vómitos y baja presión arterial.

El síndrome de Cushing está ocasionado por el aumento de cortisol. Produce obesidad, hipertensión, diabetes, fatiga, ansiedad, trastornos de humor, estrías, “cara de luna” y fragilidad capilar.

El uso de esteroides en algunos deportistas pueden producir estas enfermedades derivadas del desequilibrio hormonal u otras neuro-psicológicas como la anorexia o la vigorexia.

Conclusiones:

Una vez más debemos insisitir en la importancia de proteger nuestra salud por encima de todo, y el equilibrio hormonal es una parte imprescindible para mantener la salud. Existen muchos métodos alternativos a los que podemos recurrir antes de tomar corticoides, no obstante, por supuesto, debemos contar con ellos en casos graves, déficit de dichas hormonas, crisis agudas o algunas intervenciones quirúrgicas; pero en ningún caso debemos recurrir a estos fármacos de forma habitual cada vez que sintamos congestión nasal, inflamación articular, problemas respiratorios ocasionales o dermatitis moderada o leve, ya que las consecuencias pueden ser desastrosas para nuestra salud.

Siempre debemos confiar en el poder de autocuración de nuestro organismo y podemos ayudarle en su tarea fortaleciéndolo o tomando por ejemplo algunas plantas medicinales excelentes, pero si sustituimos a nuestros mecanismos de defensa naturales y anulamos nuestros sistema inmunológico no haremos sino perjudicar nuestra salud quedando expuestos a nuevas enfermedades y cada vez más graves.

>> Si te interesa conocer el punto de vista de la naturopatía para tu caso puedes consultarme o concertar una cita: www.tunaturopata.es

Los lavados nasales con Lota y Sal del Himalaya son una técnica muy antigua y totalmente natural que nos aporta una gran cantidad de beneficios y mejora nuestra calidad de vida.

Beneficios :

  • Mejoría de la respiración en general.
  • Técnica fácil, suave y natural.
  • Eliminación de suciedad, bacterias y mucosidades acumuladas en las fosas nasales.
  • Efecto higiénico, mejorando la salud de los oídos, ojos y nariz.
  • Contrarresta los efectos de la contaminación.
  • Efecto tonificante sobre el cerebro. La sal actúa como “catalizador”, activando las terminaciones nerviosas de la nariz y combatiendo de este modo la tensión mental, ansiedad y migrañas.
  • Ayuda a conciliar el sueño cuando existen problemas de insomnio.
  • Mejora la concentración.
  • Increíble sensación de bienestar, limpieza, ligereza y relajación.
  • Alivia los ronquidos durante la noche mejorando el descanso.

¿Quién debe usarlo?

Cualquier persona interesada en cuidar su salud. Especialmente indicado en personas con problemas de alergias, asma, sinusitis agudas y crónicas, resfriados...

También pueden usarlo los niños a partir de cuatro o cinco años.., nos sorprendería comprobar como con pocas instrucciones, aplican la técnica de forma mas sencilla que muchos adultos por primera vez...

Técnica:

  1. Llenamos la Lota (recipiente anatómico diseñado para tal fin) con agua a temperatura corporal y diluimos en ella una cucharadita pequeña de Sal del Himalaya.

  2. Nos colocamos encima de un lavabo o recipiente donde pueda caer el agua.

  3. Siempre con la boca abierta y respirando por ella, inclinaremos nuestro cuerpo y cabeza ligeramente hacia delante. Introduciremos la Lota por la fosa nasal izquierda y sin ningún tipo de esfuerzo, nos relajaremos ajustando la posición para que el agua penetre por la fosa izquierda. Veremos mas o menos rápido (depende de la suciedad), como el agua irá cayendo por la otra fosa nasal, arrastrando consigo todo tipo de impurezas y mucosidades.

  4. Cuando se haya terminado todo el contenido de la Lota, la retiraremos y espiraremos con fuerza no excesiva y la boca abierta, para acabar de retirar todo el agua de nuestra nariz.

  5. Repetimos procedimiento con la otra fosa nasal derecha.

  6. Finalmente espiraremos hasta asegurarnos de que las fosas nasales quedan bien limpias y secas. Aclarado y secado de Lota para guardar.

Nota: No descuidar mantener la boca abierta durante toda la práctica (para evitar descompresión en los oídos). En los primeros intentos es normal sentir sensación de “hormigueo” que desaparecerá con la práctica.

Frecuencia

Si no precisa tratamiento específico, con dos o tres sesiones por semana es suficiente.

En caso de sinusitis, alergias o resfriados, se debería de practicar a diario, principalmente a primera hora de la mañana o a última de la noche, dependiendo de necesidades.

Dudas comunes:

  • ¿Qué ocurre si tenemos un gran taponamiento en la nariz y el agua pasa con muchísima dificultad?

Esto puede ocurrir en caso de sinusitis aguda y congestión nasal, por lo que se debe insistir poco a poco, con intervalos de descanso. A veces la mucosidad se encuentra “enquistada”, o es tan abundante que necesita un tiempo para que pueda “ablandarse y despegarse” de las paredes de las fosas nasales.

Aunque parezca que 'el agua no pasa', debemos realizar los lavados ingualmente.

Esta situación se evita si no se descuida la frecuencia de la práctica diaria.

  • ¿Por qué con Sal del Himalaya?

Si esta técnica se realizase con sal común, sería mucho mas agresiva y desagradable, ya que se produciría una sensación de “escozor e irritación” y no conseguiríamos todos los beneficios deseados.

La Sal del Himalaya, por su naturaleza, pureza y su riqueza en oligoelementos, nos aporta un mayor confort y suavidad en los lavados nasales, por no hablar de los innumerables beneficios que por su composiciónnos ofrece a nuestra salud.

  • ¿Qué tipo de agua?

Hay quien lo hace con agua corriente del grifo o agua mineral embotellada, ya que al añadir la sal se 'purifica' el agua en cierto modo, pero la recomendación oficial es hacerlo con agua destilada.

>> En nuestra ecotienda puedes encontrar lota nasal y sal del Himalaya molida

Desde nuestra revista digital nos posicionamos en contra de la manipulación genética de los alimentos tal y como es gestionada hoy por hoy, no obstante en este artículo expondremos también también las virtudes de la manipulación genética agrícola.

 

transgénicos SI

La manipulación genética de los alimentos nació para paliar la necesidad de alimentar cada vez a más millones de personas en todo el mundo con menos terreno agrícola para destinar a este fin.

Uno de los mayores defensores de la manipulación genética para cultivos agrícolas es un importante ambientalista americano Stewart Brand, que alega que esta técnica es imprescindible para alimentar a toda la población mundial de forma rápida, eficaz, creando cultivos más resistentes a las plagas y enfermedades y así reduciendo a la vez la cantidad de pesticidas y fertilizantes químicos tan perjudiciales para la salud.

La superpoblación mundial y el crecimiento de los países 'en vías de desarrollo', como China o India, y el despilfarro consumista de los países desarrollados (el consumismo impuesto y desmesurado es otro gran problema que causa desequilibrios en muchos y diferentes ámbitos), exigen soluciones de abastecimiento difíciles de solucionar, ya que cada vez existe más población que alimentar, también cada vez son más grandes las distancias entre núcleos de población y la contaminación y la devastación del terreno natural limitan cada vez las condiciones favorables para la agricultura.

Eliminar estas técnicas de manipulación genética aplicadas a la agricultura, hoy por hoy sería muy complicado, para algunos inviable, ya que costaría mucho conseguir este nivel de “eficacia” en los cultivos de forma natural, a la vez que encarecerían mucho los precios de los alimentos frescos.

Es decir, la manipulación genética puede dar lugar a alimento barato, nutritivo y “limpio”, a la vez que permite “ahorrar” terreno agrícola que tanto escasea hoy en día.

Hasta aquí todo parece perfecto, estamos de acuerdo con la manipulación genética agrícola, pero entonces ¿por qué cada vez existe más hambre y pobreza? ¿por qué los alimentos parecen ser de menor calidad? ¿por qué a pesar de ser más baratos, cada vez se consumen menos productos frescos.

transgénicos NO

Como en tantos otros casos cotidianos, el problema surge en la forma y el método, no en el fondo. Es decir, el problema no es la manipulación genética o los avances científicos en este campo, sino en el uso que se hace de estos avances.

A la vista de todos está que el uso de las técnicas de manipulación de cultivos, no solo no ha eliminado el hambre del mundo, y tampoco ha frenado la contaminación de cultivos, y menos aún ha mejorado la calidad de los alimentos o la vida de los agricultores, sino que simplemente ofrece una mayor rentabilidad de esos cultivos que favorece al mercado de importación y exportación y a los acuerdos mercantiles entre naciones.

Cierto es que los alimentos transgénicos resisten mejor las plagas, las inclemencias, son mas dulces a veces, y tienen una piel más resistente para facilitar su transporte, y además, son productos baratos que casi cualquiera puede consumir. El problema es ¿a qué precio conseguimos todos estos supuestos beneficios?.

  • La cara oculta de los productos transgénicos es que en la gran mayoría de los casos tienen disminuidas sus propiedades nutritivas (o terapéuticas en el caso de plantas medicinales), ya que se antepone conseguir alimentos rentables por encima de conseguir alimentos nutritivos.
  • Por otro lado, cientos de estudios a lo largo de todo el mundo, afirman que los alimentos transgénicos pueden desencadenar (o desencadenan) consecuencias inesperadas en nuestro organismo, tales como alergias o enfermedades autoinmunes, ya que nuestro cuerpo “no reconoce” las cadenas genéticas alteradas, y tiende a generar rechazos hacia los alimentos que las contienen.
  • Algunos otros estudios también nos advierten que el uso de estos productos alterados genéticamente pueden producir resistencia a los antibióticos, ya que muchas de estas manipulaciones alimentarias se llevan a cabo introducciendo genes de baterias. Por otro lado, estas nuevas especies vegetales más resistentes, pueden dar lugar a toxinas o microorganismos más resistentes también, y por lo tanto, más peligrosos.
  • Existe también un gran problema con la alteración de la esencia natural de muchas especies, de hecho, algunas especies vegetales han quedado alteradas o “mutadas” artificialmente para siempre, y en algunos casos esto puede afectar muy seriamente a los diferentes ecosistemas y al equilibrio medioambiental.
  • Por otro lado, la manipulación genética no solo afecta a los cultivos agrícolas, sino también a las ganaderías, ya que trabajan para conseguir gallinas que pongan más huevos, vacas que den más leche o pollos con más volumen muscular, y una vez más ¿a qué precio?.

Surgen cientos de cuestiones éticas y sanitarias, ya que desconocemos las consecuencias de insertar genes de ranas en cadenas genéticas de nueces, por ejemplo, y saltan miles de alarmas de estudios que relacionan el Parkinson, las alergias o el Alzheimer con la alimentación, pero en cambio, se siguen practicando estas manipulaciones genéticas, sin escuchar estas alarmas ni las miles de voces que queremos defender nuestro derecho a la información (cuanto menos), y así, día tras día, cada vez avanzando un paso más allá, jugando con fuego, los mercados siguen exponiendo a toda la población mundial a unas consecuencias inciertas para nuestra salud y nuestro equilibrio natural, a cambio de su margen de beneficios más amplio... Al menos deberían cumplir su propósito inicial y producir alimentos sanos y sostenibles para nutrir a toda la población ¿o quizá era solo una excusa para conseguir carta blanca de actuación?.

Una vía de escape es el consumo de alimentos ecológicos, de temporada, frescos o poco elaborados y de cultivo local (cercano). Otra vía de escape, la más poderosa, es la información y la exigencia; tenemos derecho a la información de los procesos y tenemos derecho a exigir el cumplimiento de las leyes de protección sanitaria, protección medioambiental y respeto social y moral.

Maria José Moya, editora de Mi Estrella de Mar y afectada por SQMGracias a un comentario publicado en un artículo de nuestra revista digital conocimos a Mari Carmen, una paciente de fibromialgia y SQM que nos preguntaba acerca de los aceites esenciales ecológicos y nos puso al tanto de esta enfermedad, Sensibilidad Química Múltiple, y su grave situación actual. Seguimos investigando y dimos con un estupendo blog, Mi estrella de mar, gracias al que conocimos a su editora Maria José Moya (en la foto) que nos ha facilitado toda la información de calidad que necesitábamos para explicaros en qué consiste esta grave enfermedad y la mejor atención.

¿Qué es la SQM?

SQM son las siglas de Sensibilidad Química Múltiple, una enfermedad crónica que sobreviene cuando el cuerpo se satura de los QUÍMICOS SINTÉTICOS COTIDIANOS que lo rodean y como consecuencia genera a partir de entonces una respuesta patológica a nuevas exposiciones -aún mínimas-, que obligan al afectado a aislarse y a cambiar de forma drástica su vida para protegerse de ellos.

Existen indicios, aunque no estadísticas “oficiales” de que sólo en España más de 300.000 personas padecen SQM.

¿Qué desencadena la enfermedad?

  • La exposición a químicos sintéticos:
    • Continua, a cantidades bajas (en el aire, la comida, los productos de limpieza, etc.); o
    • Única, pero intensa (ej. una fumigación en nuestro puesto de trabajo).
  • Agentes cotidianos:
    Colonias, desodorantes, productos de limpieza, de aseo personal, detergentes y suavizantes para la ropa, tintas de libros, comida no-ecológica, agua del grifo, humo de tabaco, cartón, plásticos, telas sintéticas, materiales de construcción…

¿Qué síntomas presenta?

Muchos y variados dado que afecta a MÚLTIPLES SISTEMAS (nervioso central, respiratorio, músculo-esquelético, gastrointestinal, cardíaco, endocrino, dérmico...).
Entre ellos: faringitis - náuseas - dolor - fatiga crónica - vértigos - disnea - ronquera - disfunción cognitiva - fotofobia - fonofobia - petequias - migrañas - desorientación – arritmias...

Objetivo y necesidad...

El objetivo de este testimonio en primera persona realizado por Maria José Moya, y al que nos queremos sumar desde elherbolario.com al menos desde la labor de difusión, es describir de forma rigurosa y objetiva, el deterioro físico y emocional que suponen los continuos síntomas y crisis, para:

    • Concienciar a la sociedad de la importancia de vivir de forma sana, para prevenir nuevos casos
    • Acercar a los profesionales de la salud a lo que es 'una crisis' (aparte variabilidades de cada caso).

María José Moya Villén © 2010 MI ESTRELLA DE MAR
>> Si deseas ampliar información te recomendamos que visites: http://mi-estrella-de-mar.blogspot.com

Hoy en día las alergias se han convertido en un problema grave que afecta cada día a más y más personas desde su nacimiento, tanto, que su aumento en países desarrollados es similar al de la propagación de las epidemias. Más del 25% de la población europea sufre alguna alergia, y se estima que para el 2020 este porcentaje podría duplicarse; el número de afectados por alergias es directamente proporcional a su nivel de desarrollo (mayor desarrollo, mayor número de afectados por alergias).

Las alergias son objeto de multitud de estudios aunque a pesar de ello poco se sabe de por qué se producen y cómo remediarlo, y por ahora parece que solo podemos intentar huir de ellas, reforzar nuestro organismo y aliviar sus síntomas, pero apenas nos llega información de por qué se producen.

¿Qué es la alergia?

La alergia es una reacción del sistema inmunológico de nuestro organismo que reconoce como extraña una sustancia que se denomina alérgeno (o antígeno). Las reacciones pueden ser muy variadas y los alérgenos casi de cualquier tipo. Por ejemplo hay organismos que reconocen como una sustancia extraña a alguna proteína de la leche, los cereales, la soja, o el huevo o los frutos secos; también el polen o gramíneas, la caspa animal, metales, elementos químicos de insectos o medicamentos… y así una larga lista que también aumenta día a día. Las reacciones también son muy variadas, ya que las alergias pueden producir síntomas muy molestos pero leves, como rinitis o dermatitis, o síntomas muy graves como los que producen insuficiencias respiratorias que llevan al shock anafiláctico (reacción exagerada del organismo ante un alérgeno, produce aumento del ritmo cardíaco e insuficiencia respiratoria).

¿Cómo se defiende nuestro cuerpo?

Nuestro sistema inmunológico intenta proteger nuestro organismo del invasor (alérgeno), y para ello produce unos anticuerpos llamados inmunoglobulina E (IgE), específicos para cada alérgeno. Estos anticuerpos estimulan unas células llamadas mastocitos que en ese momento liberan histamina. La histamina contiene sustancias químicas que son las causantes de las reacciones alérgicas. Por eso, los medicamentos que se recomiendan para aliviar los síntomas de las alergias se denominan antihistamínicos (reducen el nivel de histamina en sangre).

¿Por qué nuestro cuerpo reconoce sustancias en principio inocuas como extrañas o nocivas?

La alergia se considera un fallo del sistema inmunológico ya que se 'equivoca' al reconocer como extraña una sustancia que debería ser inofensiva para nuestra salud, por lo que la naturopatía considera que la verdadera causa es que el organismo se encuentra hipersensibilizado por lo que se debe procurar recuperar el equilibrio fundamentalmente.

Los estudios confirman que la tendencia a sufrir alergias es hereditaria, pero en cambio, la mayoría de las alergias surgieron sin predisposición genética; es decir, si tu o tu pareja sufrís alguna alergia, vuestro hijo seguramente la sufra también, pero si tu o tu pareja no tenéis alergia, es probable que tu hijo sufra alguna alergia de igual manera. En cualquier caso se hereda la predisposición a padecer alguna alergia, no una alergia en concreto.

Algunos estudios acusan a la contaminación atmosférica de las alergias y otros estudios muy elaborados señalan a los pesticidas y las alteraciones genéticas de los alimentos como los causantes de las alergias.
Los pesticidas contaminan no solo los alimentos objetos del cultivo, sino también el aire, el agua y la tierra de su entorno. Esto hace que su propagación sea imparable y su 'limpieza' imposible, y por otro lado sus efectos nocivos pueden perdurar por años dependiendo de su composición química. Los pesticidas alteran la composición química natural de los alimentos, y por eso los estudios aseguran que este hecho produciría que nuestro organismo identificase como 'extraño' un alimento cuya composición natural no debería ser perjudicial.

Los alimentos transgénicos también están en el punto de mira de los estudios sobre las alergias. Estos alimentos OGM (organismos genéticamente modificado), han sufrido alteraciones en su cadena genética natural, y en muchos casos, esta cadena genética se altera introduciendo genes de otros seres vegetales o animales, hasta el punto de que se ha llegado a alterar el genoma de la soja introduciendo en su estructura genes procedentes de vacas. Los estudios han demostrado que los elementos alterados genéticamente producen reacciones alérgicas en muchos organismos, ya que el organismo no reconoce la composición de esa sustancia, entre otras reacciones.

¿Qué podemos hacer?

En este caso, lo mejor que podemos hacer a nivel global es exigir que se preste atención a este problema que aumenta cada día y hace de muchas personas enfermas crónicas por unas u otras alergias. La información es un derecho y en muchos casos, la mejor prevención. La manipulación de la información es un delito, por eso estamos en nuestro derecho de exigir información acerca de lo que ingerimos o respiramos. Por otro lado, no debemos olvidar que las alergias generan ingresos millonarios en aumento a diferentes laboratorios químicos y farmacéuticos, para los que se ha convertido en un gran negocio con máxima rentabilidad, ya que no olvidemos que la alergia no tiene cura y requiere tratamiento en muchos casos de por vida. 

A nivel particular, podemos intentar evitar los síntomas de la alergia, sobre todo en la época primaveral, manteniendo limpios a nuestros animales de compañía, sus juguetes y camas, manteniendo nuestra casa limpia de polvo, cerrando las ventanas de casa, utilizando gafas de sol para evitar la irritación de los ojos o mascarillas para evitar la rinitis y el asma.

En cualquier caso, siempre se debe consultar con un especialista cada caso particular ya que existen varios métodos alternativos que que ayudan a lidiar con las alergias e incluso curarlas definitivamente porque una vez que se recupera el equilibrio orgánico el sistema inmune recupera su función y las alergias desaparecen.

>> Algunas fuentes recomendadas: SGAIC (Sociedad gallega de alergología e inmunología clínica), INMUNAL, HealthDay, The Nemours Foundation y SEAIC (Sociedad española de alergología e inmunología clínica).

Elena Cibrián
Naturopatía y nutrición
www.tunaturopata.es

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