5 de November de 2024 Última actualización 8 de Dec, 2022 - 07:54

Lecitina de soja

La lecitina de soja es un complemento alimenticio derivado de la soja. A continuación, en este artículo vamos a explicar por qué es recomendable para personas con sobrepeso, elevado colesterol y triglicéridos, para un mejor rendimiento intelectual en épocas de exámenes, para problemas de la piel, para prevenir trombos y problemas cardiovasculares.

La lecitina en general, es un fosfolípido derivado de algunos alimentos que protege las células de los radicales libres (oxidación) y otorga elasticidad a sus membranas celulares. Su función también es la de emulsionar “licuar” la grasa, aunque técnicamente no la licua, sino que es capaz de descomponerla en partículas muy muy pequeñas para poder ser metabolizadas o eliminadas correctamente por el organismo. Por ejemplo, para su uso industrial, es común la lecitina de la yema del huevo, semillas de lino o diente de león, para conseguir mezclar ingredientes alimenticios correctamente en el caso de que alguno de los ingredientes sea graso.

Por las propiedades generales de la lecitina y las propiedades específicas de la soja, la lecitina de soja evita la acumulación de colesterol en las arterias reduciendo así el riesgo de padecer problemas de circulación, problemas cardíacos, hipertensión o trombos.

[ En cualquier caso aprovechamos para resaltar el hecho de que el exceso de colesterol es una consecuencia que se deriva en muchos casos de una dieta inadecuada o una vida sedentaria, por lo que aprovechamos la ocasión para incidir en que ningún tratamiento, naturópata o farmacéutico, será suficiente si no va acompañado de un cambio o una corrección de malos hábitos, ya que lo importante en todo tratamiento debe ser evitar el problema mediante los cuidados adecuados y los medicamentos o remedios naturales pueden ayudar en el proceso. En este caso, la lecitina ayuda a reducir el nivel de colesterol y evita la acumulación de grasa, pero será mucho más efectivo y práctico acompañar el tratamiento de buenos hábitos (ejercicio moderado y dieta sana) que eviten ese aumento de grasa y colesterol. ]

Por sus propiedades estructurales y su cantidad de vitamina E, la lecitina de soja otorga elasticidad y previene el envejecimiento de la piel, a la vez que evita su deshidratación. También tiene una función estructural en las células del sistema nervioso, por lo que un aporte extra de lecitina de soja favorece a un mejor rendimiento cerebral, ya que mejora la concentración y la memoria.

Se han obtenido muy buenos resultados en el uso de lecitina de soja para la recuperación del hígado, ya que evita que la grasa se acumule en este órgano poniendo así en peligro su funcionamiento, a la vez que se previene la producción de piedras o cálculos biliares. Por otra parte, cuando la grasa es eliminada, arrastra con ella toxinas y residuos metabólicos por lo que se podría decir que “libera de trabajo al hígado”, por eso, en caso de un hígado enfermo, con cirrosis o hepatitis o convaleciente después de un fuerte tratamiento farmacéutico, es recomendable un tratamiento con lecitina de soja.

Se puede consumir lecitina de soja en forma de “escamas”, polvo, granulada o copos.

>> En nuestra ecotienda tenemos Lecitina de Soja IP en perlas, lo que significa que está libre de manipulación genética desde su cultivo hasta su producción final, para asegurar así sus propiedades naturales.

Como hemos explicado en otros artículos, la manipulación genética se centra sobre todo en los alimentos de mayor consumo, es decir, en el arroz, el trigo o la soja, y en la medida de los posible debemos evitarla ya que en muchos casos, dicha manipulación reduce la cantidad y calidad nutricional y con ello también sus propiedades terapéuticas.

Aceite o manteca de coco

El aceite de coco, como su nombre indica, se extrae directamente de la pulpa del coco. Para conservar sus propiedades intectactas y su salubridad se debe prensar en frío porque el calor y los disolventes industriales estropean el valor nutricional del aceite de coco.

Es un aceite muy valorado y utilizado en el mundo de la gastronomía (galletas, bollería, salsas... ) y en la industria cosmética para la fabricación de jabones, cremas corporales, champús, mascarillas capilares y bronceadores, pero el aceite de coco que se utiliza en la industria cosmética y alimenticia suele ser refinado y por lo tanto de mala calidad.

El aceite de coco solidifica a baja temperatura por lo que en los meses fríos es normal que en vez de aceite dispongamos de manteca. Si queremos aplicarlo en líquido es recomendable derretirlo al baño maría o simplemente fortándolo entre las manos, ya que será calor suficiente para que vuelva a su forma líquida.

Actualmente, existe una gran controversia de si su consumo es beneficioso o no para nuestro organismo, las opiniones son altamente dispares desde los médicos que aseguran que es altamente perjudicial para la salud a otros que dicen que no es sólo bueno, sino que convierte el colesterol malo en colesterol bueno y ayuda a adelgazar, que es la opinión que más adeptos tiene en el mundo de la naturopatía por los resultados obtenidos en estudios recientes. 

Mientras que se aclara el asunto nutritivo del aceite de coco, lo que sí se sabe de él es que contiene ácido laúrico, ácido que se encuentra también en la leche materna y que tonifica, protege y suaviza la piel. Al tener ácido laúrico el aceite de coco se convierte en uno de los principales componentes a la hora de confeccionar jabones líquidos, ya que permite crear más espuma rápidamente.

Se usa básicamente para el cuidado y belleza de la piel y el cabello. Está indicado su uso en cabellos secos y encrespados devolviendo su brillo natural y aportando la hidratación extra que necesitan. Hidrata y humedece la piel además de regenerarla y suavizarla, por lo que devuelve un aspecto más sano a aquellas pieles dañadas o excesivamente secas como la de la zona de los talones y los codos. Además su uso está indicado en pieles sensibles.

El aceite de coco es utilizado habitualmente como aceite base para mezclar con los aceites esenciales puros, para tratamientos de aromaterapia o quiromasaje. Recomendamos mezclar el aceite base de coco con aceite ylang ylang o de palo de rosa ya que la combinación de ambos perfumes es muy agradable, además de adquirir unas propiedades extraordinarias para nuestro organismo.

En Polinesia es tradicional hacer baños con aceite de coco para hidratar la piel y friegas en el cabello para suavizarlo. Para hidratar el cabello la mejor opción que hay es aplicarlo sobre el cabello mojado y/o húmedo y dejarlo durante media hora bien extendido en todo el cabello, después lavarlo con un champú adecuado para tu tipo de cabello. Para la hidratación de la piel la mejor opción es masajearla después de la ducha con la piel húmeda hasta su total absorción. A mucha gente no le gusta usar directamente los aceites sobre su piel o cabello por la sensación aceitosa que pueden dejar, en ese caso recomendamos mezclar unas gotas de aceite con tu crema corporal antes de aplicártela en la piel o en la cantidad de champú que vas a usar para lavarte el cabello.

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Semillas de lino

El lino se cultiva desde hace unos 4.000 años para obtener fibra textil en las cuencas del río Nilo, Tigris y Eufrates. Ya desde la antigüedad se comenzó a usar su aceite y sus semillas con fines medicinales. El lino es una planta anual de unos 0,8 metros de altura que tiene flores azules claras. Se aprovecha su tallo para extraer la fibra textil y con las semillas, que comúnmente se llaman linaza se hace harina o aceite, aunque el consumo de la propia semilla está cada vez más extendido.

Actualmente el lino se cultiva en casi todos los climas aunque por su calidad suele estar muy valorado el lino proveniente de Rusia. Las semillas de lino suelen ser de dos colores, amarillas o doradas y marrones. Las semillas marrones contienen una alta concentración de Omega 3 mientras que las doradas son de dos tipos: una con la misma concentración de Omega 3 que las marrones y otra menor.

En su composición destaca su alta concentración en ácidos grasos insaturados que se sitúa alrededor del 80%. El ácido oleico u Omega 9 tiene beneficios sobre los vasos sanguíneos, el linoléico u Omega 6 disminuye la concentración de triglicéridos y disminuye la presión arterial y el ácido alfa- linoléico u Omega 3 disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. También contiene vitaminas B1, B2, B6, C, E y K y minerales como el calcio, magnesio, fósforo y potasio.

Las semillas de lino tienen una alta concentración de fibra dietética en su composición lo que disminuye el tiempo del tránsito intestinal, ayuda a controlar el apetito y la glucosa y los lípidos en sangre. Una dieta rica en fibra dietética es beneficiosa para la salud porque regula el tránsito intestinal, regenera la flora intestinal, ayuda a eliminar grasas y a evitar la absorción de las mismas por el intestino, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y ayuda a controlar la diabetes. Para adquirir mejor la fibra de la semilla es mejor comerla entera, sin triturar, por ejemplo dejándolas en remojo y bebiendo su agua y comiendo la semilla reblandecida. Contienen bajos niveles de ácidos grasos saturados y no contienen gluten.

Lo que ha causado que las semillas de lino se conviertan en un alimento de actualidad es que contiene fenólicos, que son compuestos vegetales que en los seres humanos ayudan a combatir el cáncer y tienen efectos antioxidantes, en las semillas de lino se encuentran ácidos fenólicos, flanovoides y lignanos, que son indicados contra el cáncer de mama porque bloquean los estrógenos en el tejido mamario ayudando a evitar el crecimiento de los tumores que sean sensibles a estrógenos.

Sus indicaciones son tan variadas como su composición, entre las que se destaca su papel para regular el colesterol, para ayudar en trastornos articulares como la artritis y la artrosis, para fortalecer el corazón y evitar enfermedades cardiovasculares, regular el tránsito intestinal, tratar el estreñimiento crónico, ayuda a tratar la obesidad, la diabetes, a mejorar el estado de la piel debido a su efecto antioxidante y a la aportación de ácidos grasos esenciales, para eliminar líquidos...

Existen diversos estudios realizados por eminencias de la medicina que afirman que el consumo de semillas de lino o de su aceite ayudan a combatir el cáncer y a evitarlo, entre ellos destacan los estudios de la doctora Johanna Budwig, alemana nominada varias veces al premio Nóbel, que afirmó que los ácidos grasos insaturados son decisivos en la función respiratoria de las enzimas. El trabajo conjunto del Omega 3 y de las proteínas permiten que las células cancerosas del organismo 'vuelvan a respirar'. La doctora Budwig desarrolló una dieta con la que ha tratado a diversos pacientes para tratar el cáncer que consiste básicamente en tomar todos los días una cucharada de aceite de linaza mezclada con dos cucharadas de requesón hasta que no se vea ningún resto del aceite. Además propone un desayuno de muesli con frutas y una cucharada de semillas de lino y adquirir, básicamente, una dieta vegetariana.

James A. Duke, que participa en el Departamento de Agricultura de EEUU afirma en su Libro 'La farmacia natural' que los lignanos, componentes que se encuentran en las semillas y aceite de lino son mayores en las dietas vegetarianas porque el consumo de carne los suprime, por lo que el consumo de semillas de lino es óptimo para aquellos que consumen carne. Afirma que ayuda a tratar la psoriasis porque contiene ácido eicoapentaénico y omega 3. También dice que la Comisión E, grupo de expertos alemanes que evalúan la seguridad, efectividad y la dosis óptima de las plantas medicinales, aprueba el consumo de lino para tratar la diverticulitis. Además explica que el consumo de lignanos son beneficiosos contra el cáncer de mama y para tratar la endiometriosis.

La cantidad óptima recomendada de semillas de lino es una cucharada sopera al día, sólo con esa cantidad aportamos a nuestro cuerpo el Omega 3 que necesita, además abusar de la linaza, al ser un aceite, hará que engordemos. Está contraindicada en casos en los que hay riesgo de sufrir obstrucción intestinal. ¿Cómo añadir las semillas de lino a nuestra dieta? Mezclalas con tu yogurt, añadelas a tus cereales por la mañana, en las sopas, haz pan con sus semillas o mézclalas con tus legumbres.

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